Capítulo Cuatro

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🍁 Orden de Restricción

—¡Suéltame! ¡Necesito hablar con ese viejo! Kishibe. ¡Me las va a pagar!

—Ya deja de moverte o no dudaré en usar mi habilidad —Ángel llamó mi atención y dejó de usar sus alas como barrera para evitar que escapara. Sonrió dirigiendo un dedo a la punta de mi nariz—. Si te toco haré que pierdas años de vida y morirás.

Retrocedí antes de que pudiera tocarme, lo que decía era una tontería.

—Mientes. Tu habilidad no funciona en demonios.

—Entonces no habría problema si te toco —insistió acercando su dedo con malicia—. Ven, déjame tocarte. ¿O es que tienes miedo de morir?

—¡Aléjate, raro!

Mientras los humanos enemigos eran esposados y subidos a las camionetas de la policía, me dediqué a escapar de las manos de Ángel. Continué corriendo a pesar de que este se había detenido y se despedía con una sonrisa socarrona. Él junto a los demás demonios serían escoltados de regreso al edificio de Seguridad Pública.

Me quedé de pie en mi lugar, esperando a por alguien, pero no estaba segura de quién en realidad. Busqué a Denji para continuar con mi misión principal a pesar de lo que había dicho Kishibe, pero no lo encontré. Opté por ir tras Power, ya que su ruidoso ser me conduciría a los demás, pero tampoco logré ubicarla.

Por primera vez sentí una sensación de incomodidad, el personal me rodeaba con rechazo, me miré en el reflejo de una de las ventanillas de la camioneta y como no. Estaba cubierta de apestosa sangre de zombie. Me desconocía, pero no debía temer, porque después de todo era un demonio.

—Yuna.

Me reincorporé al escuchar esa voz, era ella. Busqué en todas las direcciones hasta que finalmente reconocí esa brillante cabellera y esos destellantes ojos dorados. Corrí hacia Makima y me detuve a centímetros de ella para que no pudiera oler el desagradable hedor que se había apoderado por completo de mi cuerpo.

—Veo que tuviste tu primer enfrentamiento. Bien hecho —me felicitó.

—Makima —jadeé con felicidad. Habían sido largos días, pero por el momento debía limitarme a tocarla.

—Supongo que tienes preguntas por hacer.

Sí.

—¿Qué te parece si vienes a mi oficina después de que informe todo esto a las autoridades? —recomendó—. Estate atenta al teléfono, te llamaré.

🍁

Compraron mucha comida después de haber realizado el papeleo. Yo no tuve que hacer nada, ya ni siquiera era necesario estar presente, ahora los encargados eran Kishibe y Aki.

Cuando llegamos al departamento, tuvimos una ligera pelea sobre quien ocuparía primero el baño, a lo que definitivamente gané yo pues era quien más lo necesitaba. Power ni siquiera se esmeró, por lo que ella era la siguiente por indicación de Denji.

Él era quien en mejor estado estaba. Parecía haber disfrutado su enfrentamiento.

—¡Oye! —llamó a la puerta—. ¡Ya sal de ahí! ¡Power empezará a comerse toda la comida con sus uñas mugrosas!

No tenía que pasar por esto cuando me encontraba en mi habitación. Tal vez comenzaba a extrañar la tranquila soledad de mi estadía en el subterráneo de las oficinas.

—No me toques con tus mugrosas manos —gruñó Denji golpeando las paredes en torpes intentos de alejar a Power—. Hueles a putrefacto, ¿alguna vez te has cepillado los dientes? Tu aliento mata.

Problemé d'Émotion » Chainsaw ManDonde viven las historias. Descúbrelo ahora