Problemé d'Émotion » Chainsaw Man

CAPÍTULO 09

🍁 Día Cero

Esta mañana se sentía diferente, el silencio no se sentía placentero a como estaba acostumbrada. El ambiente era lúgubre y sombrío, el día de hoy no había señales del brillante sol. Bien por mí, tampoco es como si tuviera ganas de ser iluminada.

Se podría decir que incluso todo estaba extrañamente aburrido. Después de aquel incidente, Denji ha estado desapareciendo desde muy temprano y Power deambulaba con Nyako quien sabe a dónde. Parecían seres más de calle que de casa, no podían permanecer en tranquilidad a menos que se les ordenara, y nadie de aquí podía darles órdenes, o al menos no las entendían.

Es porque son unos tontos.

Eran diferentes a mí, yo sí sabía escuchar.

Últimamente había estado ayudando al humano Hayakawa Aki. Apoyaba guardando silencio en vez de refutar cualquier indicación suya. Me molestaba, pero una parte de mí ya no tenía muchas ganas de discutir por cosas insignificantes como la comida de hoy o la limpieza del baño. A eso último solo me negaba si había sido utilizado por Power.

Recosté mi cabeza en el respaldar del sillón mirando en silencio como Aki preparaba el desayuno. Se suponía que debía burlarme del delantal que se ponía al trabajar en la cocina, pero esta vez no tenía ganas de hacerlo.

¿Sería un buen momento para preguntarle cosas? No es como si tuviera algo más que hacer, si me mantenía muda por más tiempo sentiría explotar. Aunque también influía que tan interesado esté él en entablar una conversación con un demonio.

—Oye... Hayawaki.

Aki dejó de cortar los vegetales.

—Es Hayakawa.

Y después de eso continuó preparando el desayuno, tampoco insistiría si no quería relacionarse conmigo. Por un momento pensé que tal vez podríamos llegar a entendernos, así como pareció haberlo hecho con Ángel, el perezoso de Ángel.

Esos dos han estado viéndose a menudo.

—Has estado muy calmada estos días. No es propio de ti.

Parpadeé lentamente despertando mi interés por su comentario, entonces él sí podía cocinar mientras conversaba con alguien. Ya era de esperarse, si no podría hacer eso sería extraño. Quería reír por lo tonto que estaba siendo, pero mis mejillas entiesaron.

Cualquiera diría que siempre estoy molesta.

—¿Cómo debería llamarte? —pregunté—. Quiero decir, el cómo debería dirigirme.

Aki enarcó las cejas demostrando asombro y volvió a detenerse dejando el cuchillo a un lado.

—Se supone que soy tu superior —pausó levantando la cabeza hacia el techo, estaba pensando, luego soltó un suspiro—, pero si se te hace más fácil... Puedes solo llamarme Aki.

—Bien —respondí removiéndome en mi lugar, pero sin despegar mi cabeza del respaldar del sillón. Mi voz pesaba al hablar—. Aki-kun. ¿Puedo hacerte una pregunta?

Aki asintió con la cabeza mostrándome ese inexpresivo rostro que tanto me molestaba.

—¿Es cierto que vas a morir pronto?

Esa era una astilla que yacía dentro de mí desde el incidente del Demonio Bomba y Tifón. No. En realidad, fue desde que Ángel me lo comentó y parecía no haberme importado porque no le creía, pero terminé haciéndolo. Nadie era tan cruel como para jugar con una broma como esa. La muerte era algo fatídicamente divino.

Al igual que a mí en su momento, Aki se quedó perplejo a la pregunta. Entrecerró los ojos demostrando molestia y frunció ligeramente los labios. Creo que había empezado a sospechar cómo pude haberme enterado.