Fotos

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Pete POV

Macao paso el fin de semana con nosotros, el lunes no tendría clases por una junta de profesores, así que aprovechó para alargar su visita, dándome tiempo para conocerlo mejor, tenía diecisiete, había hecho examen para la universidad Chulalongkorn en la carrera de medicina y odiaba a la nueva esposa de su padre porque era apenas cinco años mayor que él, pero lo quería tratar como si fuera su madre y se había propuesto quitar todos los recuerdos de la verdadera de la casa.

―Tuve que poner todas sus fotos en una caja y guardarla en mi cuarto bajo llave después de que la vi queriendo tirarlas a la basura. ―masculló con tono cargado de rabia, Vegas había salido a trabajar por la mañana, dejándonos solos con la promesa de que Macao esperaría a que regresara para llevarlo de vuelta a casa.

― ¿Tu padre no dijo nada? ―murmuré frunciendo el ceño, Macao sonrió negando.

―El gran Kan nunca se mete en peleas que no valen la pena. ―farfulló mirando mi bufanda que cada vez era más larga, y torcida según Vegas. ―Me conformó con que no trate de defenderla. ―asentí con un hueco en el estómago, sabía lo que era aceptar lo mínimo de tus padres solo para no pelear más, podías fingir que no importaba, pero al final se convertía en una carga que llevabas a todas partes.

―Puedes venir a vivir aquí, hay muchos cuartos y yo no tengo problemas con que estés en la casa, podrías hacerme compañía, no sé que le dijo tu hermano a los empleados, pero nadie me dirige la palabra. ―musité encogiendo la nariz y él sonrió divertido.

―Gracia, pero no voy a dejarla ganar.

― ¿Ganar?

―Ella piensa que lo tiene comiendo de su mano, pero es la tercera esposa desde que mamá murió. Él las utiliza por un tiempo, pero cuando empiezan a lloriquear por más se deshace de ellas. ―musitó con cierta burla en su voz. ―Ahora mismo estamos en una carrea por quién se irá de la casa primero, está segura que si me acusa las suficientes veces con mi padre, él se hartara y me echará en cuanto cumpla la mayoría de edad. Yo creo que él le pedirá el divorcio antes de que terminé el mes. Si me voy antes, ella gana.

―Y yo que pensé que eras más normal que tu hermano. ―musité volviendo la vista a mi tejido y lo escuché reírse a carcajadas. ―Al menos puedes traer las fotos de tu mamá aquí, las acomodaré por la casa. Estarán seguras y puedes recuperarlas cuando quieras. ―añadí frunciendo el ceño cuando una cuenta más salió desigual al resto de las que ya había hecho.

― ¿Prometes que nada va a pasarles? ―preguntó con una sonrisa tímida que pretendía estar bromeando, asentí sonriéndole de vuelta.

―Las cuidare hasta que puedas hacerlo tú mismo. ―prometí bajando las agujas a mis piernas para mirarlo sentado a mi lado, hacía media hora me había seguido hasta mi habitación para ver que estaba haciendo, lo había dejado solo en la sala porque parecía entretenido hablando con alguien al teléfono, pero ahora estaba aquí tirado en el piso mirándome tejer, era más parecido a su hermano de lo que pensaba.

― ¿Para quién es tu cosa? ―preguntó después de un largo silencio, señalando mi bufando, la levanté en el aire observando todos los errores que no pude arreglar y la forma torcida en que parecía ir.

―Para Vegas. ―exclamé imaginando como sería enviarlo a la oficina en pleno invierno con esa cosa puesta, le recordaría que él le había pedido y que dijo que era su color favorito si se negaba a llevarla. ― ¿Cuál es tu color favorito? ―añadí recordando que mi esposo se había negado a decírmelo.

―Me gusta el verde. ―asentí repitiéndolo una docena de veces en mi cabeza para recordarlo, debía comprar hilos verdes la próxima vez. ― ¿Vas a hacerme una cosa igual?

The Beta (My husband)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora