Pete POV
La casa estaba vacía y oscura desde hacía horas, tan pronto leí todo lo que el sobre contenía y las piezas empezaron a encajar, les pedí a todos los empleados que se fueran, quería llorar hasta que no quedaran lágrimas que derramar y romper todo lo que se cruzaba en mi paso, pero al final terminé sentado en silencio mirando la puerta de la entrada con el sobre a mi lado, esperando a que el hombre que me había traicionado regresara para mirarme a los ojos y mentirme sin el menor rastro de culpa.
Repasé cada día que pasamos juntos, sus cambios de humor, el interés en salvar nuestro matrimonio, tan repentino e inesperado, los secretos que se negaba a contarme, las palabras que nunca dijimos en voz alta.
¿Cómo podía tratarme tan dulcemente al mismo tiempo que me apuñalaba por la espalda? ¿Era la culpa lo que motivaba cada beso? ¿Cada palabra de aliento?
De haber tenido alcohol en la casa me habría emborrachado hasta poder dejar de escuchar las mil voces en mi cabeza que repetían que solo eso haría que alguien se interesara en mí, que, si mis propios padres no me veían más que como un estorbo, el resto del mundo no tenía más remedio que mirarme igual. Y lo peor era darme cuenta que estaba dispuesto a aceptarlo, porque dolía quedarme solo de nuevo.
Quería irme, había armado una maleta en mi habitación, pensé en huir cuando aun tenía tiempo, llamaría a mis abuelos para que me ayudaran a salir de aquí y estaría demasiado lejos para cuando Vegas notara mi ausencia. Pero no tuve el valor para hacerlo, ni siquiera podía quitarme el maldito anillo que puso en mi dedo.
Cuando estás acostumbrado a no recibir nada, las migajas de afecto se convierten en la pesada carga que impide que corras. No sabes cuando volverás a recibir esa clase de cariño, ni si al menos te lo mereces, así que te quedas y lo aceptas todo a medias, porque es peor volver a quedarte sin nada.
Incluso si su afecto era falso, era todo lo que tenía, no me atrevía a soltarlo. Y al mismo tiempo quería gritar que lo odiaba por todo lo que me hizo, por elegir a otra persona, por no poder sentir lo mismo que yo sentía.
El sonido de la puerta me sacó de mis pensamientos, lo observé entrar en silencio, la poca luz en la habitación ilumino su rostro, parecía cansado, me odie por preocuparme por él, le tomo un segundo darse cuenta que estaba ahí y me sonrió con tristeza, solo lo miré, sin saber que hacer.
―Lamento llegar tan tarde, he estado todo el día tratando de frenar todo lo que salió, no me di cuenta la hora. ―musitó dejando su sacó sobre el sofá, había una batalla en mi interior, quería refugiarme en sus brazos y también salir corriendo para no mirar atrás nunca más. Me quede ahí siguiendo sus pasos hasta tomar asiento a mi lado, sus dedos rozaron mi rostro, quería que lo mirara y lo hice, sus ojos me pesaron, ¿cómo podía mirarme así cuando todo esto era su culpa? ― ¿Cómo estás?
―No lo sé, quizás mi aroma te lo diga. ―murmuré escuchando mi romperse cuando trate de sonreír, él suspiró y recargó su frente sobre la mía.
―Lo voy a arreglar, lo prometo. ―sus promesas ya no valían lo mismo que antes, ahora sabía lo buen actor que era.
― ¿Cómo? ―murmuré sin moverme.
―Mi abogado está trabajando en que la revista que inició todo, pague por divulgar información confidencial, así como cualquier sitio que reposteo la historia. ―explicó con suavidad. ―Por ahora todos los números que seguían a la venta fueron removidos de los estantes y las paginas en internet han comenzado a borrar todo.
―Deben estar confundidos con tu cambio de parecer. ―musité con una sonrisa rota en mi rostro, se alejó de mí frunciendo el ceño y tome el sobre colocándolo en sus manos. ― ¿Por qué me hiciste esto? ―murmuré con una lágrima cayendo por mi mejilla, solo podía pensar en todas las veces que dijo que podía confiar en él y como utilizó esa confianza en mi contra.
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The Beta (My husband)
FanfictionUn matrimonio apresurado entre un alfa y un beta. Si tuvieras que elegir ¿me elegirías?