2. Dove✔️

2.

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Alexandra se interpuso entre Hermione y Ginny mientras miraban los pequeños frascos de pociones de amor colocados frente a ellas. Alexandra se negó a tocarlos, pero Hermione y Ginny cogieron cada una uno por curiosidad.

—"Pociones de amor, ¿eh?" —preguntaron Fred y George al unísono, sobresaltando a las tres chicas.

—"No esperaba encontrarte precisamente aquí",— le dijo Fred a Alexandra.

—"No me quedaré por aquí", —bromeó Alexandra. Fred sonrió.

—"Deberías. Me gustaría ver lo que puede hacer una botella de eso".

—"Ya te gustaría".

—"Eso, sí",— le dijo Fred, marchándose con su hermano.

—"Sin duda ha ganado su confianza", —rió Ginny. —"Es bastante extraño. Siempre te he visto como una hermana, pero nunca por matrimonio".

—"Vamos", —animó Ron, arrastrando a Harry, Hermione y Alex fuera de la tienda mientras Ginny se quedaba atrás para reunirse con Dean Thomas.

Caminar por el Callejón Diagon no era nada de lo que solía ser. La oscuridad llenaba la ciudad, ya que la mayoría de las tiendas habían cerrado o habían sido destruidas durante las vacaciones de verano. La única tienda verdaderamente brillante y colorida que quedaba era la tienda de bromas.

—"Mirad", —susurró Harry, empujando a todos hacia una esquina mientras observaba a Draco y a su madre de cerca. Alexandra trató de impedir que fuera tan entrometido, pero él tenía la corazonada de que debía seguirlos.

Alexandra no se sentía bien siguiéndolo, pero sabía que no podría salir de la situación sin ser interrogada. Hermione notó que su amiga estaba sumamente inquieta, pero, de nuevo, decidió no mencionarlo.

—"¿Quién lleva traje para ir de compras?". —preguntó Ron en voz baja.

—"Un caballero", —pensó Alexandra en voz alta, llamando la atención de sus amigas. Ofendido, Ron se burló.

—"Un caballero",— se burló Ron.

—"Cállate", —advirtió Harry. Todos observaron cómo Draco y Narcissa entraban en Borgin y Burke. De repente, un cuerpo les bloqueó la vista, obligando al grupo a agacharse para no ser vistos. Lentamente, Harry volvió a levantar la cabeza y suspiró cuando se dio cuenta de que las persianas estaban bajadas y ya no podían ver el interior.

—"¿Qué te hace pensar que no soy un caballero? ¿O Harry?" —Preguntó Ron mientras el grupo se retiraba, aún ofendido por la declaración anterior de Alexandra.

—"Yo no he dicho que no lo seas"—, se defendió ella.

—"Malfoy es un mortífago y vosotros estáis discutiendo sobre quién es más caballero", —se burló Harry.

—"No sabemos con certeza si lo es, Harry",— se defendió Hermione, que no quería que Alex se cavara un hoyo más profundo. Si Harry y Ron sospechaban más, seguro que no la dejarían en paz. Como no quería discutir, Harry abandonó la conversación.

🌻🌻🌻

Llegó el primero de septiembre y los alumnos estaban encantados de volver al colegio. A pesar de la guerra en curso, los alumnos tenían una sensación de seguridad en Hogwarts. Sin embargo, muchos alumnos no regresaron.

—"Disculpe", —dijo una chica, golpeando la pared del compartimento. Llevaba dos cartas en la mano, entregándole una a Harry y otra a Alexandra antes de salir corriendo.

—"¿Club de babosas?"— preguntó Alexandra. —"Ni siquiera conozco a ese hombre".

—"¿No era profesor cuando Tom iba a Hogwarts?". —preguntó Hermione. Alexandra asintió.

—"Sí, pero nunca nos cruzamos",— explicó. —"Sin embargo, Tom era miembro de este club. ¿Crees que me habrá mencionado?"

—"Supongo que lo averiguarás",— afirmó Harry.

—"Brillante", —suspiró Alex, que no tenía ningún interés en este club. —"Al menos sufriremos juntos".

—"En eso tienes razón", —se rió Harry. Los dos se despidieron de sus amigos mientras se dirigían al compartimento C. Aparte de Harry y Alex, estaban Ginny, Neville, Blaise Zabini, Marcus Belby y Cormac McLaggen.

Alex hizo contacto visual con Slughorn, y sus ojos se abrieron ligeramente. Esta pequeña interacción le hizo preguntarse si él sabía quién era ella.

La reunión se hizo eterna mientras Slughorn no paraba de hablar de lo afortunados que eran por haber sido invitados. Pidió a cada uno que compartiera sus habilidades antes de "dejar ir" a los que no mostraban potencial. Desafortunadamente, tuvo que "dejar ir" a Neville.

—"Señorita River, quédese un momento aquí", —le indicó Slughorn. Los amigos de Alex se preocuparon mientras la dejaban en el compartimiento, esperando afuera hasta que regresara. —"¿Esta es tu verdadera época, supongo?" —Preguntó. Alex se paralizó.

—"No sé de qué estás hablando", —dijo ella.

—"Dumbledore me informó de tus viajes antes de que yo regresara", —admitió Slughorn. —"El señor Riddle tenía un creciente interés en ti. Tu partida lo volvió loco, diría yo".

—"¿Lo hizo?" —Preguntó ella. Él asintió.

—"El amor es debilidad", —continuó. —"Siempre era algo que murmuraba para sí mismo o que garabateaba en ese libro suyo. Creo que una de las razones por las que ha hecho lo que ha hecho es para sentir una sensación lo bastante poderosa como para distraerle del amor que sentía por usted, señorita River."

—"¿Estás diciendo que es mi culpa que Tom se convirtiera en Voldemort?" —preguntó Alexandra. Slughorn se estremeció, aún sin poder escuchar ese nombre en voz alta.

—"Creo que lo es en parte, sí", —admitió. —"Pero también creo que tú creaste su única debilidad; una debilidad que bien podría destruir al monstruo en que se ha convertido. Eres muy admirada por tus sacrificios".

—"¿Puedo irme?" —preguntó Alexandra, que no quería que la conversación fuera más lejos.

—"Sí, sí, vete",— tartamudeó Slughorn, temiendo haber dicho algo equivocado o haber revelado información que la chica no debía saber. —"¡Nos vemos en la próxima reunión!".

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