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Después de hacer un debate conmigo misma y dar largas respiraciones, pude recuperarme

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Después de hacer un debate conmigo misma y dar largas respiraciones, pude recuperarme.

Nada de esto me estaba gustando, ¿La gente había evacuado? ¿Cómo no me enteré?

Caminaba sin rumbo alguno, para ver si veía a alguien, ninguna alma cruzaba, puras hojas en el suelo, la oscuridad hacía ver muy tétrico las calles de Tokio.

Tanto silencio me mataba.

Observe el cielo por un rato. No sabía cuánto tiempo había pasado, pero parecía una eternidad.

De pronto vi un destello rojo.

No lo pensé dos veces y fui corriendo hacia ese lugar.

Hay gente.

No estoy sola.

Hay gente.

Es lo que repetía mi cabeza una y otra vez, mientras mi respiración se agitaba y mis pies daban todo lo que podía hasta llegar hacía ese sitio, solo quiero creer que hay más gente y no estoy sola.

Era un callejón.

Había alguien.

Estaba de espaldas a mí.

Voy a salir del juego.

¿Juego?

Amigos. Este juego no tiene fin, por muchos niveles que terminen.—me acercaba lentamente a esa persona.

¿Con quién hablaba?

Mi visa se termina hoy, por fin llegó el final.—Justo cuándo lo iba a tocar vi cómo un láser rojo apuntaba al señor para caer justo enfrente mío.

Todo pasó tan rápido.

Mis manos comenzaban a temblar ¿Qué había sido eso? ¿Sigue vivo?

—¿Se..ñor?—Me agaché para tomarlo de los hombros y agitarlo.—¡Señor!

Vi un agujero en la cabeza del señor, sus ojos estaban llenos de sangre, sabía que estaba muerto, pero, aun así, no lo quería creer.

—¡SEÑOR!—Grité con desesperación.

—Está muerto, ¿Qué no lo ves?—Una voz femenina habló.

Levante mi cabeza instantáneamente, observe a cuatro personas. Estaba tan concentrada en el señor que no me fijé que había más personas.

No estaba sola.

Sonreí. Sonreí por el echó de que había más personas conmigo, sonreí porque sé que no estaba sola.

De pronto, las luces del lugar fueron apagadas repentinamente y lo único que lograba visualizar eran sus caras gracias a los teléfonos que tenían.

¿Funcionaban sus teléfonos? ¿Por qué el mío no funciona?

—¿Qué fue eso?—Pregunté refiriéndome al señor.—¿Por qué sus teléfonos funcionan?

Las cuatro personas se fueron acercando a donde estaba y pude notar que una de ellos estaba cojo y se sostenía de su amigo.

—Cuando empieza el nuevo día, mueres si tu visa se vence.

—¿Visa? ¿De qué rayos hablan?—Pregunté confundida.

Los cuatro se me quedaron mirando y la chica fue la que se dirigió a mí otra vez.

—¿Eres nueva?—Preguntó y yo solo asentí con confusión, no sabía de lo que hablaba, pero necesitaba respuestas.—Pobre de ti.

Fruncí mi ceño.

—¿Disculpa?—Dije con cierto desagradó.

Iba a volver a hablar si no fuera por el chico de cabello largo y camisa verde se me adelantó.

—Nuestras visas también vencerán.—Dijo mientras miraba su teléfono, al igual que los otros dos miraron su teléfono igualmente.

—Tres días más.—Habló el chico que sujetaba al chico cojo.

—Si no quieren morir, tendrán que seguir jugando.

El chico de camisa verde miro al cielo y también hice lo mismo junto a los demás.

De un momento a otro se veía muchos láseres rojos cayendo desde el cielo, el mismo rayo que mató al señor.

¿Eso me iba a pasar a mí si no jugaba?

Y de un momento a otro quería que todo fuera una simple mentira, un sueño, estaba esperando que alguno de ellos se fuera y dijera que era una broma muy bien elaborada. Pero para mi mala suerte nada de eso ocurrió.

—¿Me puedo quedar con ustedes?.—Pregunté con cierta timidez.

Los tres chicos se miraron entre sí para después asentir hacia mí.

—Arisu.—Dijo el de camisa verde mientras estiraba su mano hacía mi, la cual acepte enseguida.—Me llamó Arisu, ellos son Karube, Chota y Shibuki.

—Suki.—Dije con una leve sonrisa.

—Perdón por arruinar la presentación, pero hay que buscar un lugar para descansar y curar a chota.—Dijo Karube mientras caminaba junto con chota y justo cuando iba pasando por mi lado habló.—¿Comiste fresas?

Fruncí mi ceño y negué con la cabeza. Él solo asintió y siguió su camino con chota mientras Shibuki les seguía el pasó.

Arisu me hizo un asentimiento de cabeza para caminar junto a él.

Nos alojamos adentro de un centro comercial, exactamente en un lugar de colchones y electrodomésticos

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Nos alojamos adentro de un centro comercial, exactamente en un lugar de colchones y electrodomésticos.

Apenas me tire al colchón, todo mi cuerpo se sintió a gusto, necesitaba descansar.

—Suki, mañana iremos a buscar algún coche y comida ¿Me acompañas?—Dijo Arisu mientras me miraba cautelosamente desde su cama, yo solo respondí con un asentimiento de cabeza.—Hasta mañana.

—Hasta mañana.

Mientras todo el sitio quedaba en silencio, mi cabeza era un lío de preguntas.

¿Cómo estará mi mamá? ¿Mi padrastro? ¿También estarán aquí? Y con un montón de preguntas más, me quedé dormida.

Saldré de aquí, cueste lo que cueste.

@𝘄𝗼𝗻𝗶𝘆𝘆𝗶𝗵
819 𝗽𝗮𝗹𝗮𝗯𝗿𝗮𝘀.

MIND GAMES ' CHISHIYA SHUNTARŌDonde viven las historias. Descúbrelo ahora