𝐌𝐈𝐍𝐃 𝐆𝐀𝐌𝐄𝐒 | Apenas la vio entrar por esa puerta, su aroma a fresas y su mejillas levemente sonrojadas la hacían ver tan inocente y aunque no lo aceptará en voz alta. Ella era su perdición.
Tristemente las cosas nunca duran para siempre ¿No...
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Tener la sensación de que en cualquier momento podrías morir, era lo peor, pero aun así había mucha adrenalina de por medio.
Agarré el móvil.
Tiempo. 06:34
—¿Comenzamos?—paso, por un lado, de mí mientras seguía su camino para después detenerse.—Ya que has sido sincera conmigo, también lo seré. Las fresas me gustan.
Prosiguió si caminó mientras yo seguía procesando lo que acababa de decir.
¿Qué me interesa a mí que le gusten las fresas?
Rodé mis ojos mientras caminaba un poco rápido para quedar por delante de él para enseguida bajar las escaleras hasta mi objetivo.
El piso 4.
Cuándo volteé para ver si está detrás de mí, no estaba, miré a mi alrededor, pero no veía ningún movimiento.
Sin mucha importancia en donde se metió seguí mi camino.
Mientras bajaba las escaleras podía observar los cuerpos llenos de sangre al igual que las paredes, la valentía que sentía hace unos minutos se estaba yendo.
El sonido del móvil fue lo que hizo que pegará un brincó del susto por la situación.
Tiempo restante: 5 minutos
Aceleré mis pasos mientras seguí bajando otra escalera.
El sonido de unos disparos hizo que mi cuerpo se detuviera y mi corazón se acelerara, mis manos empezaron a picar.
Recuerdos vinieron a mi cabeza.
Vasos de vidrios rotos.
—No...—Mis manos empezaron a temblar al igual que todo mi cuerpo.—No ahora.
—¡Nunca andas conmigo, siempre andas fuera de casa desde lo de papá!
Sangre por todas partes.
Mis piernas fallaron y caí al piso.
Llantos.
—Tú puedes, solo resiste.
Mi labio inferior empezó a temblar, mientras sentía que mis ojos se cristalizaron y todo a mi alrededor era borroso mientras sentía que las tibias lágrimas caían sobre mi rostro.
—¿Suki...?—Escuchaba la voz lejana y como alguien se acercaba a pasos rápidos.—¡Suki!
Sentí unas manos en ambos hombres y reaccioné.
Levante mi vista mientras trataba de observar bien a la persona enfrente de mí.
Arisu.
Sin pensar mucho lo abracé.
No quería estar aquí y ver a personas morir.
Sentí como su cuerpo se tensó para después sentir los brazos de él dándome palmadas en la espalda.
—Respira Suki, respira, tú puedes.
Y ahí me di cuenta de que mi respiración era irregular.
Inhala... Exhala
—Lo siento—Dije mientras me apartaba de él mientras cuidadosamente mientras quitaba algunas lágrimas de mis ojos y mejillas.
—No te preocupes.—me dio una leve sonrisa, sé que necesitaba una explicación, lo sabía.
Ya sabía que era la segunda vez que él me veía así.
Y la verdad no me sentía aún preparada para decírselo.
Le devolví la sonrisa un poco torcida.
Su cara en ese momento se transformó en una de terror.
—El tiempo se acaba, y ya sé dónde podría estar la puerta.—Extendió su mano hacia mí, la cual tome sin dudarlo y por el impulso me levanté.
Agradecí de que no me preguntará nada al respecto.
—Piso 4.—Afirmé.
—¿Cómo supiste?—Dijo sorprendido antes lo que acababa de decir para comenzar a caminar a paso rápido.
—Disparo a una distancia muy larga, justo cuando alguien iba a abrir esa puerta, así que esa debe ser.
Llegamos pisó 4.
Y antes de que Arisu fuera a responder, vimos como chishiya caminaba con las manos en los bolsillos de su chaqueta mientras se acercaba a la puerta.
—Así que también se dieron cuenta.—Dijo sereno aun acercándose.
—Sí. En este apartamento está la zona segura.— Contestó Arisu para ponerse enfrente mío y agarraba el pomo de la puerta.
Estaba dudando.
Chishiya y yo nos dimos una mirada para después mirar a Arisu.
—¿No vas a abrirla?—Le dijo.
—¿Por qué nos persiguió?—Dijo Arisu mientras seguía sujetando el pomo de la puerta, aún dudoso de sí abrirla.—Pudo haber esperado aquí y ya.
—Parece que hay algo más que no sabemos.—Dijo mientras lo miraba.
—Lamento interrumpir—Dije mientras sacaba mi móvil del bolsillo de la polera y miraba los minutos.—Pero si no abres...—le mostré los minutos que quedaban.
Él miró el móvil para después mirarme y asentir con la cabeza.
El móvil volvió a sonar.
Tres minutos para que termine el juego.
Arisu abrió un poco la puerta para después mirarnos.
Aquí había algo raro.
Y por segunda vez que llegue aquí me dieron escalofríos.
Al momento en que Arisu entró, le seguí yo abriendo la puerta para que Chishiya pasará.
Los tres estábamos viendo el lugar cuidadosamente, hasta que Arisu vio la puerta y se acercó al igual que yo y chishiya.
Chishiya prendió su móvil para ver los minutos restantes al igual que yo.
—¡Cuidado!—Sentí cómo mi hombro fue golpeado bruscamente por Arisu haciendo que cayera con chishiya al piso.
Y ahí pude escuchar unos disparos.
¡Joder!
Chishiya reaccionó rápido y con el aparato lo logró electrocutar, lo cual hizo que la cosa cayera al piso desmayado.
Me incorporé y me acerqué a chishiya al igual que Arisu mientras veía el aparato del chishiya.
—Siempre ayuda ir preparado...—Sus palabras fueron interrumpidas por unos disparos de la cosa, haciendo que empujara a chishiya hacia afuera, al igual que salía rápidamente atrás de él.
Cerré la puerta rápidamente, mientras me agachaba.
Miré a mi alrededor.
Arisu, no estaba Arisu.
—No te preocupes, lo vi entrar a la otra habitación.
Asentí.
Y después de unos segundos sentí un enorme dolor en mi hombro.
No, no, no...
Esto no me puede estar pasando a mí, no justo ahora.
