Francisco Guillermo Ochoa Magaña, un alfa dominante que esta metido en el mundo del narcotrafico, siendo apodado por "Paco memo". Distribuye su mercancía por todo méxico y más allá de su país, siendo así uno de los narcotraficantes más buscados por...
"¿Y cómo mierda querés que te salude?, "eu, gracias por secuestrarme." claramente vos no estás bien de la cabeza."
— bisqui nini, - Se quejó para volver a acomodar y desacomodar el seguro del arma. — Pendejo.
— Quem é? - El brasileño comenzó a despertar por los murmullos provenientes del mexicano.
— ¡Ay!, avisa que andas despierto. - Contestó al verlo sentado en la cama. — Casi me das un infarto, hirving.
— ¿Hirving?, no soy hirving, soy alex. - Mintió para no revelar su nombre real, quizás era estúpido hacerlo al recordar que ya lo conocen por perseguir a son.
— No, tonto, yo ser hirving. Tú ser neymar. - Explicó cómo si le hablase a un niño o mejor dicho, a un cavernicola. — ¿Ahora si me entiendes? hombre de las cavernas.
— Eu te entendi da primeira vez, burro. - insultó por lo bajo. — Hirving, ¿tú sabes dónde está son?, hace un rato estaba aquí. - Habló en español.
Lozano lo miró serio.
— Wey, dormiste durante dos días, ya hasta parecías la bella durmiente. - Comentó. — Y nuestro querido e iluminador sol se fue a no sé donde, pero me dejó de misión cuidarte.
— Mhm... - Absortó en sus pensamientos júnior comenzó a divagar en las cosas que hacer, tendría que buscar algún plan para salir de ahí. Por davi, el lo necesita, lo siente. Pensaba en diferentes personas que podrían cuidar de él en su ausencia, el niño aún seguía con su niñera pero, ¿que pasará cuando dejé de estar ahí? Probablemente llamarían a... mierda.
Su ex alfa, por dios, su pequeño no podía estar con aquella mujer violenta, no se perdonaría si algo le pasara por su culpa.
Estaba a la suerte.
Y messi, cree que lionel está buscándolo, espera que su amigo no lo encuentre, realmente siente preocupación de lo que podría llegar a pasar si lo viene a buscar.
Lo único que podía sentir en estos momentos es mucho estrés, demasiado.
— ¿Estás bien?, puedo llamarlo si quieres pero no llores, - Lozano se acercó a la cama al sentir las feromonas tristes del omega y aún más al ver sus ojos brillosos por las lágrimas contenidas. — por favor, no. ¿Tienes hambre? ¿sueño?, eso no puede ser dormiste dos días seguidos.
— No llames a nadie. ¿Podrías abrazarme?, - Abrió los ojos al escucharlo, si son estuviera ahí seguramente ya estaría fuera de esa mansión. — sólo por un momento.
— Está bien, por un momento.
De un momento a otro terminó acostado siendo usado cómo muñeco por el muchacho brasileño cómo por cuatro horas, mientras escuchaba el incesante llanto.
Se supone que era un subordinado de un narco, ¿qué hacía arrullando a un vato de unos 25 años cómo si fuese un niño llorando por perder de vista a su madre?, es increíble.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
