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Los días pasaron después de ese pequeño y lindo incidente, y mientras Eun miraba el paisaje desde una de las tantas montañas que poseía el páramo, aquel chico de cabello un poco ondulado volvió a aparecer en donde se vieron por última vez.

- ¡Eun Yeong! ¡Eun Yeong! ¡Eun Yeong! - Gritaba con todas sus fuerzas esperando que la chica apareciera.

Y cuando estuvo a punto de rendirse, decepcionado dio media vuelta con la intención de irse a su casa, pero el sonido de algo aterrizando contra el verde pasto lo detuvo.

- Después de tantos días miren quien ha vuelto - Dijo Eun

- Decidí correr el riesgo - Sonrió con seguridad mientras se acercaba a la chica, como respuesta obtuvo una sonrisa - ¿Y? ¿Cómo te diviertes aquí? - Él realmente tenía curiosidad de ver cómo era la vida de aquella chica y ella no dudo en enseñarle.

SeoJoon y Eun Yeong se hicieron los más inusuales amigos y por un tiempo fue como si, al menos en ellos, el viejo odio entre hombres y hadas había sido olvidado. Como suele suceder, su amistad dentro de poco se convirtió en algo más.

Y así pasaron los años, SeoJoon siguió visitando a Eun, logrando pasar un tiempo lindo y agradable entre ambos.

Cuando Eun Yeong cumplió 16 años, SeoJoon le dio un regalo, le dijo que era una prueba de amor verdadero y no fue simplemente un beso como en todos los cuentos.

Aunque al final, no fue una verdadera prueba de amor...

Con el paso de los años, la ambición de SeoJoon lo alejo de Eun Yeong y lo impulso a las tentaciones del reino humano; mientras que Eun Yeong, la más fuerte de las hadas, se convirtió en la protectora del páramo.

No fue lo único que paso durante esos años, pues aquella "prueba de amor" había traído a la vida a un hermoso niño de tez un poco morena, con ojos color gris; un niño muy especial ya que al ser hijo de un hada tan poderosa como Eun Yeong, heredó todo ese gran poder pero al tener como padre a un humano como SeoJoon, le impidió el tener cuernos o unas alas tan grandes como las de su madre.

Durante esos 14 años, la "prueba de amor" creció con la compañía y crianza de su madre, como SeoJoon se alejo de Eun Yeong y todo lo que tuviera que ver con el páramo, no tuvo oportunidad de conocer a su hijo.

Supongo que se están preguntando el nombre de aquel niño, bueno, Eun Yeong decidió ponerle Jungkook y  también decidió colocarle su apellido, Jeon. Jeon Jungkook.

A pesar de que Eun adoraba con el alma a Jungkook, en las noches esperaba que el pequeño durmiera ya que con frecuencia ella deambulaba sola para pensar y en ocasiones preguntarse dónde estaría SeoJoon pues ella no comprendía la avaricia y envidia de los hombres, pero habría de aprender pues el rey humano había oído de un poder que crecía en el páramo y solo deseaba aniquilarlo.

Un día cualquiera, Eun se encontraba sentada junto a su hijo observando el paisaje, sin embargo la mayor logró ver a lo lejos como el polvo se levantaba en consecuencia a la gran tropa de guardias junto a sus corceles dirigiéndose a la entrada del páramo.

- Kook, baja de aquí y escóndete en un lugar seguro, no salgas hasta que yo vaya por ti ¿Entendido? - Ordenó con la intención de proteger a su pequeño.

Jungkook entendió y con la gran habilidad que tenía para correr, bajo rápido de aquella pequeña montaña mientras que Eun voló en dirección a los guardias.

La tropa se detuvo y el rey, quien era el que iba al frente dirigiéndo todo, habló.

- ¡Esta ahí! ¡El misterioso páramo que nadie ha osado penetrar por las mágicas criaturas que ahí habitan! - Más bien gritó - ¡Pues yo digo que las destruyan!

Ordenó, causando gritos de alguna clase de felicidad en su tropa. Aunque ellos no contaban con que en frente de ellos apareciera Eun Yeong, mostrando seguridad y autoridad.

- ¡DEN LA VUELTA! - Ordenó con enfado.

- Un rey no sigue las órdenes de una elfa con alas - Aquel comentario causo risa entre los guardias.

- Yo no te considero mi rey - Sin embargo Eun corto con aquel escándalo.

Y después de unos largos segundos en silencio donde Eun miraba fijamente a la tropa y viceversa, el rey dio una orden.

- Vayan por ella - Fue todo lo que dijo

- ¡BATALLÓN! - Grito uno de los guardias y todos los demás sacaron sus arma, espadas.

- ¡Reúnanse a luchar conmigo! - Esta vez hablo Eun al páramo y aquellos seres con forma de árbol volvieron a aparecer, saliendo del pasto al rededor de aquella mujer, pero que esta vez no solo eran dos árboles, eran más e incluso animales se unieron a ella causando una mirada de orgullo en Eun.

- ¡Criaturas oscuras, son las criaturas oscuras! - Se escucho decir a uno de los guardias.

- ¡ATAQUEN! - Grito otro guardia

Y así empezó esa batalla, donde los humanos buscaban de cualquier forma acabar con aquellas criaturas oscuras, como ellos les llamaban.

Eun de un solo aleteo logro hacer que todos los guardias calleran al suelo, incluido el rey quien a los segundos regreso a su corcel; y mientras los guardias y las criaturas peleaban entre ellos, el hada se dirigió al rey que observaba todo con confusión.

Aquellos humanos iban perdiendo, eran más en cantidad pero la fuerza y habilidad de las criaturas en el páramo era incomparable. Habían demasiados guardias siendo derrotados por una sola criatura, pero el rey quiso jugar con la magia sin saber las consecuencias, definitivamente no saldría sin un rasguño de ahí.

Eun se acercó con todas sus fuerzas al rey y con un solo movimiento logro volver a tirarlo del corcel, solo que esta vez logro lastimarlo demasiado.

- ¡El páramo no te pertenece, ni ahora ni nunca, tú...! - Eun le grito al rey pero este la interrumpió tocando su cuello logrando quemarla, al parecer aquella armadura estaba hecha de hierro.

Los humanos tomaron al rey y por fin se marcharon de ahí, no podían permitir que el rey fuera lastimado otra vez, así que tomaron sus corceles y se fueron al castillo.

Las criaturas que lucharon se acercaron a Eun con preocupación, ella sólo los miró y con una pequeña reverencia les agradeció su ayuda.

Minutos después de asegurarse que todo estaba en orden, fue en busca de su pequeño hijo.

Minutos después de asegurarse que todo estaba en orden, fue en busca de su pequeño hijo

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El rey del páramo ᎒ KookTae ⚘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora