❱ 13.

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Me retorcí en mi cama perezosamente tomando mi teléfono que estaba en una esquina de la misma, tanto trabajo me había dejado agotada

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Me retorcí en mi cama perezosamente tomando mi teléfono que estaba en una esquina de la misma, tanto trabajo me había dejado agotada. Vi la pantalla donde aparecía una llamada y el nombre del contacto me hizo aclarar la garganta con algo de nerviosismo.

"Llamada de audio entrante de: caso 143."

—¿Sí? —me esforcé por entonar mi voz de fingida forma indiferente, la línea permaneció en silencio solo unos cuantos segundos.

¿Dónde está? —cuestiono tae-moo al otro lado de la llamada, la firmeza con la que hablo envió algo similar a una carga eléctrica por todo mi cuerpo.

—¿Ahora mismo? En mi casa, por supuesto. —respondí sentándome sobre el edredón. Guardo silencio y me arriesgue a hablar otra vez—. ¿Sucede algo?

Necesito que venga a mi apartamento en este momento.

Nunca, repito, nunca había corrido tan rápido en mi vida. Ni siquiera la vez que Young-seo tomo mi tarjeta de crédito y se fue a Daegu, y eso era mucho decir.

Luego de que me abriera la puerta y me dejara pasar, observe la sala a mi alrededor guardando cada detalle en mi memoria, me decepcione un poco al no ver cuadros ni fotos suyas, ni siquiera cuando pequeño, así que alterne mi mirada entre ambos hombres frente a mi expectante.

—Creí que sería mejor discutirlo en privado. —explico el señor Kang sentándose con Sung-hoon a su lado.

—Entiendo. —respondí acomodándome en uno de sus sillones que era bastante cómodo; era de noche, por lo que había optado por algo más sencillo para la ocasión, un vestido corto con un abrigo grueso por encima junto con una cola alta en la peluca.

—¿Memorizo todo lo que le dio el señor Cha? —pregunto con sencillez cruzándose de brazos.

No llevaba su típico traje, sino una ropa cómoda para estar en casa.

Lleve mi mirada a la parte superior de su vestimenta, la tela de su camisa era tan fina que hacía ver la forma de su cuerpo y lo formido que estaba. Quise vagar mi mirada un poco más, buscar cada detalle escondido en su piel, pero cuando la alce él de lentes se me había quedado viendo.

𝗖𝗔𝗦𝗘 𝟭𝟰𝟯, kang tae moo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora