──❛ Cada vez que te miro y pienso en ti,
es como si un montón de emociones
chocaran dentro de mi corazón. No
puedo explicar lo que me sucede, es
un caso 143 ❜
🗂 ❪ ¿Quién diría que la vicepresidenta
...
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Reflejos blancos se mueven de un lado a otro en medio de la oscuridad, la pereza que me recorre el cuerpo no me deja abrir los parpados. Trato de moverme, pero mis brazos y piernas están dormidos.
Escucho unos murmullos al lado mío, tardo unos segundos para poder entender lo que dicen, ya que bajan el tono con cada uno de mis movimientos.
—¿No debería despertarla? —oigo que murmura una voz a otra. Su tono es serio, aunque la suavidad con la que dice las palabras me da a entender que ese es su tono normal.
—¿Y arruinar la vista? Qué desconsiderado. —replica esta vez la otra voz, se escucha mucho más relajada que la primera. La forma en la que habla me resulta extrañamente atractiva.
Se oye un golpe seco, como si le hubieran propinado un ligero golpe a alguien y seguido un quejido ronco.
—¿Alguna vez considero convertirse en comediante? —preguntó la primera voz de modo cortante.
—¿Por qué? ¿Crees que sería bueno en eso? —cuestiono con algo de burla la segunda voz.
La más sería suelta una risita.
—La gente se reiría, pero de usted.
Se quedan en silencio hasta que suena algo parecido a alguien chasqueando la lengua.
—Me ofende, señor Cha.
Me remuevo en mi lugar queriendo buscar una posición más cómoda, pues empiezo a sentir como se me entumecen los brazos por llevarlos cruzados. Hago lo posible porque la claridad que choca directamente contra mi cara no me moleste, pero me resulta imposible; suelto una maldición por lo bajo resignándome a estrujar mis ojos alejando cualquier posibilidad de volver a dormir.
Parpadeo hasta que mis ojos se acostumbran a la luz. Las voces callan de forma abrupta, me imagino que debido a que me desperté, y lo que veo hace que me quede estática en mi asiento.
Sung-hoon y Tae-moo me miran fijamente, el pelinegro en el asiento del conductor y el castaño asomándose desde la ventana del copiloto, lo que en pocas palabras, da a entender que ambos están demasiado cerca de mí, y yo estoy en un carro del que no recuerdo haberme subido.
