"El Bosque Negro"

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200 años después de la desaparición de Galanodel
Ciudad de Silvermoon

— ¡¡Papá!!
— Hija, ¿Qué haces aquí?, deberías estar en la escuela - Dijo el hombre agachándose hasta la altura de su hija
— La abuela me trajo a comer dulces — Contestó la niña al ser cargada por su padre
— Hola Esor
— Mamá te eh dicho que no saques a Silver de la escuela, necesita aprender a usar sus poderes
— ¡Ah! Esor no seas exagerado, Silver es una buena niña, aprenderá rápido
— Lo se pero...
— Pero nada, ahora déjanos a mí y mi nieta tranquilas, vuelve a tu trabajo de rey
— Ahhh... Vale mamá

El rey deja a su hija en el suelo y camina en dirección a un edificio en construcción

— Papá siempre está trabajando — Dijo la niña
— Papá es el rey Silver, debe cuidar a su pueblo, algún día tú también serás reina
— ¿¡De verdad!?— Preguntó la niña con una sonrisa en su rostro mientras observa a su abuela
— Claro cariño, serás la mejor reina de todo el continente

La niña comenzó a dar vueltas alrededor de su abuela mientras reía
Por otro lado...

— Mamá...
— ¿Sila?, ¿Pasa algo cariño? — Preguntó dulcemente la mujer
— ¿Porqué papá no viene a verme? — Preguntó el niño
— Cariño tu padre está muy ocupado en estos días
— Pero yo quiero jugar con él
— Sila, te eh dicho que si quieres jugar lo hagas con los sirvientes o conmigo, no molestes a tu padre para eso — Contestó la mujer con seriedad
— ¡Oh!... Si madre — Contestó el pequeño bajando la mirada

El niño se retiró de la sala con tristeza y caminó a su habitación para luego sentarse a leer un libro en un sillón

— Ojalá papá algún día quiera jugar conmigo

Miro al libro con tristeza y luego comenzó a leer. En alguna parte de Keltalas

— Abuela, ¿Que hay en el bosque negro?
— Nadie sabe cariño, antes había una ciudad muy hermosa, pero desapareció junto a su gente
— ¿Por qué desapareció abuela?
— Nadie sabe, algunos dicen que fue la envidia de los dioses y otros que simplemente fue el pago por la guerra, pero nadie sabe realmente
— Algún día descubriré que pasó en esa ciudad

La anciana miró al niño con dulzura y luego hacia su ventana para observar el oscuro bosque en las lejanías

— Lo se cariño, estás destinado a la grandeza

Y así el niño quedo dormido entre sus brazos

8 años después
— ¡¡Ladrón, Deténganlo!!
— ¡¡Jajaja!! ¡¡Nunca van a atraparme!!
— ¡¡Te atraparemos Hazael, lo juro!!
— ¡Quiero ver eso!, ¡Adiós tortugas!

El joven salto de tejado en tejado hasta llegar a un lado apartado de la ciudad y saltar al suelo para luego correr a un callejón que llevaba a un puente con unos siete niños vestidos con arapos

— Tengan aquí hay algo de comer, disfrútenlo
— ¡Gracias Hazael!

Dijeron todos al unísono al ver el saco que cargaba el joven ladrón

— ¿Que nos traes está vez Hazael? — Pregunta una anciana saliendo del camino bajo el puente
— ¡Abuela!

El joven corrió a abrazar a la anciana y llamó a los niños para entrar a la parte baja del puente

— Está vez traje panes del señor Burgua, Carné de res de la cocina de Madame Red y algunas frutas y verduras del almacén real
— Jajaja, el rey debe estar muy molesto — Dijo un joven saliendo detrás de ellos
— ¡Hola Keruvin!
— ¡Hola Hazael!, Espero que el rey no se entere que vivimos aquí
— El subsuelo es el lugar más seguro de Keltalas, nunca nos atrapará si no conoce la entrada
— Tienes mucha razón, pero no olvides que cierta amiga tuya está ayudando al rey y conoce nuestra entrada al subsuelo
— Hanabi nunca nos delataría, su familia está aquí
— Trabaja para el rey, quizás también esté preparando algún lugar al cual llevarse a su familia
— ¡Keruvin!, ¡Ya es suficiente! — Grita el joven con molestía
— Lo que usted diga señor

Galanodel, El Reino PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora