REGIUM: Príncipes Rebeldes ✧ taekook

3. once upon a time

Érase una vez.

La frase con la que empieza todo.

Érase una vez esto, érase una vez lo otro. Cuentos de hadas que nunca terminan de explicar la realidad de las cosas. 

No se puede empezar esta historia sin un érase una vez.

Érase una vez, entonces, un mundo débil que necesitaba una salvación, los dioses bendijeron a este planeta con muchos recursos y criaturas, estructurando ecosistemas llenos de plantas diversas, criaturas mágicas y no mágicas a las que los humanos cuidaban con mucho cariño y paciencia.

El mundo se estructura en siete fases, siete dioses que controlan lo suyo. Los primeros dioses del cielo fueron los que empezaron todo, conectaron las constelaciones, los planetas y las estrellas. De la tierra vinieron los dioses del bosque, creando cualquier animal y planta existente. Nenúfares, árboles, tigres y ciervos, una gran cantidad de criaturas mágicas como luciérnagas vespertinas, cerrums y sapos con alas.

Debajo de la tierra vinieron los dioses del fuego, originando enormes montañas de lava, ahora llamadas volcanes, conectándose ellos mismos con la sangre. Al juntarse los dioses del fuego y los dioses del bosque, nacieron los dioses del oro, conectando con cualquier mineral y metal de la tierra, brindando abundancia a los seres humanos.

Vinieron al mundo los dioses del agua, los encargados de todo mar, río, lago y criatura marina existente, los protectores del agua. Miles de años después, llegaron a la tierra los dioses del arte, vigilando cualquier obra artística y artesanal de los seres humanos, conectando con todas las bellas artes; música, pintura, escultura, literatura y muchos otros campos dedicados a la creación. La filosofía de los dioses del arte era que los humanos explotaran su creatividad con todos los recursos que los anteriores dioses habían ofrecido. Creando y creando.

Los dioses de la oscuridad.

Nadie sabe de donde fue que surgieron los dioses de la oscuridad, solo se sabe que ellos conectan a los humanos con la dimensión oscura, el mundo sombrío, lo desconocido. Hay una teoría humana que dice que vienen de la nada.

Sin embargo, es de reconocer que el ser humano tiene más facilidad de conectar con los dioses de la oscuridad, embriagándose de poder, de ambición... y de maldad.

Para aumentar la conexión con cada dios es necesario hacer un sacrificio digno. Un sacrificio que solo ellos entenderán y no importa lo que se les pida, los dioses no tienen moralidad correcta e incorrecta, ellos son grises e imparciales con las acciones. Para entenderlo mejor, es necesario recorrer el camino desde la prehistoria a la modernidad, donde el ser humano vive solamente en guerras y pidiéndole a los dioses que les den poder, sacrificando a los suyos por conveniencia.

Para someterse a la maldad es necesario solo una acción: querer más y más.

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—Y no quedó nadie.

—¿Qué? —pregunta Jimin sin entender lo que Taehyung acaba de decir, sostiene la escoba de manera confusa. 

—Así decía el cuento, y no quedó nadie, es su última frase. ¿No te resulta curioso que en un cuento infantil al final mueran todos?

—La verdad es que no.

Jimin está ordenando la habitación de Taehyung. Mientras el principe está sentado en la butaca del piano, le cuenta sobre el último libro que leyó. Los mayordomos por lo usual no tienen tanto tiempo libre para leer, por lo que para compensarlo, Taehyung decide contarle sobre los libros que lee a Park Jimin, el mayordomo principal del palacio.

Hoy es día de limpieza, todo el personal tiene que elegir un lugar del palacio para realizar su tarea, en esta ocasión, Jimin ha elegido la gran habitación del príncipe Kim, tiene que limpiar cada lugar recóndito, la biblioteca que tiene, las paredes blancas y todo el polvo acumulado de los muebles de madera. El suelo tiene que estar lustrado, hacer cambio de alfombras y sobre todo; ordenar el armario. Lo más costoso de ordenar el habitación de Taehyung es que no se puede tener una lista de inventario porque siempre hay cosas que desaparecen tales como trajes, libros o joyas.