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Narrador:
Pasaron varios meses desde el beso.
No fue la última vez que estos dos se besaron, hubo una vez donde casi llegan a cojer pero lamentablemente no lo hicieron, ya que estaban pasados de copas ese día y ellos querían estar consientes de lo que hacían para no olvidarlo de un día para otro.

El menor de los dos nunca se había sentido tan feliz en su vida, él lo mismo lo había dicho.
En cuanto al más bajo, era en pocas palabras lo mismo.

Ninguno de los dos estaba listo para una relación por ahora.
Ellos decían que habían cosas que no conocían del otro, su pasado es uno de esas cosas que ninguno de los dos sabe pero no quieren tocar un tema pasado, ellos querían vivir el presente como debían, sin pensar en el pasado o en el futuro.
Querían vivir su "romance" en paz, pero los dos eran personas bastantes famosas como para hacerlo, no era el fútbol eran sus familias, dos de las familias más importantes de toda Argentina.

Los padres de ambos sabían los sentimientos de Enzo hacia Julián y viceversa.

Los padres de estos dos estaban más que contentos por su linda "amistad", ellos no querían incomodar a los más chicos entonces no jodian sobre ellos dos como pareja y cosas relacionadas.
Ellos se amaban lo sabían, hasta sus padres sabían, el problema acá era la homofobia que habían por las calles.
Ellos tenían miedo a eso, ya lo habían hablado más de una vez y los dos estaban de acuerdo con eso, su miedo era constante y no sabían que hacer, ellos solo querían poder ser libres sin ser discriminados por las personas de la calle.

Ellos dos tenían muy claro que podían arruinar la reputación de sus padres, la reputación de ellos y sus apellidos y eso tampoco era algo que buscarán.
Dejando un poco de lado esto les cuento más o menos la vida de cada uno de ellos.

Álvarez, un chico que aún va a la universidad que su mayor sueño es ser veterinario, tiene veintidós años de edad, mide 1.70cm, tiene a muchas personas detrás de él, era muy amable y carismático, era como un dulcesito en pocas palabras, pero fuera de esa persona dejando de fingir que era demasiado feliz, había un chico el cual lloraba todas las putas noches y sus padres no se daban cuenta, ¿por qué lo hacía?, ya estaba cansado de aparentar ser el hijo perfecto para todo, ya estaba estresado de aparentar eso, querían que sus padres se sintieran orgulloso de él pero no sabía todo lo que él hacía para poder llevar el título de "hijo perfecto", eso lo puso mal y empezaba a llorar todas las noches mientras le ponía excusas a Enzo para no poder verse en las noches por lo mismo, porque el mayor se encontraba llorando de tanto fingir.

El Celular Perdido •E. Fernández X J. Álvarez•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora