Capítulo veintiuno

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Mew se quedó dormido como tantas otras veces y cuando se despertó, vio que su compañero ya no estaba, entonces se levantó rápidamente, se duchó y se vistió volando.

Antes de salir cogió su mochila y abrió la puerta pero de repente recordó el diario, así que volvió a su cama, lo cogió y lo guardó en la mochila.

Cuando llegó a la Universidad, ya la primera clase estaba empezada, así que como no podía entrar al aula, aprovechó y sacó el anunció de su mochila y lo pegó en el tablón de anuncios.

Cuando terminó fue a desayunar a la cafetería para hacer tiempo, hasta que la siguiente clase empezase y luego esperaría que el dueño leyera él anuncio y apareciese.

La mañana se pasó rápido y no hubo ni rastro del chico del diario, entonces el castaño pensó que lo más probable era que aún no hubiese visto el anuncio, así que se fue a comer con sus amigos.

Luego de un tiempo allí, por sorpresa, Kao y Gulf se acercaron para preguntar si podían sentarse con ellos en su mesa.

...-Por supuesto que sí...anda ven y siéntate a mi lado precioso-dijo Mild entusiasmado levantándose y cogiendo la mano del moreno.

anda ven y siéntate a mi lado precioso-dijo Mild entusiasmado levantándose y cogiendo la mano del moreno

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Mew frunció el ceño ante eso y Saint y Zee rieron disimuladamente.

Durante la hora de la comida, estos estuvieron hablando de programas de la tele y de las peores películas de la historia, mientras el castaño, de vez en cuando miraba alzaba la vista y miraba a todos lados del comedor para ver si ese chico del diario lo estaba mirando pero no, todos estaban mirando sus comidas y charlando con sus amigos.

Gulf reía muy animado, con las boberías de Mild, mientras que Kao lucía extrañamente molesto pero impasiblemente los observaba con disimulo.

El castaño por su parte, adoraba la risa del menor y el sonrojo de sus mejillas, lo que ya no le gustaba tanto, era el hecho de que fuese su amigo quién lo estaba haciendo reír.

De repente ya no aguantó más.

-Mild, amigo mío.. ¿puedo hablar contigo un momento?.

-Emm, estoy hablando con Gulf, ¿Acaso no puedes esperar?.

-¡No!, ¡no puedo esperar!, ¡porrr favorrr podemos hablarrr...!-gruñó aguantando las ganas de darle un puñetazo.

-Bueno, valeeee.... está bieeen-dijo este imitando a su amigo, mientras sonreía mirando a Saint y Zee pues ya se imaginaba por lo que era.

Los dos salieron al pasillo y por supuesto el castaño caminó apresurado y apretando los puños.

-¿Se puede saber que mierda estás haciendo?-le preguntó.

-Yo nada, ¿por qué?, ¿qué se supone que estoy haciendo?-preguntó el moreno con sarcasmo.

-Estás intentando ponerme celoso con Gulf pero tan solo estás haciendo el ridículo.

-Para nada...¿Yo?.. Uy, estás muy paranoico amigo. Yo simplemente soy amable con el chico porque me cae bien.

El castaño bufó.

-Como te vuelva a ver tocarlo o a piropearlo voy a golpearte, ¿ésta claro?.

Mild se le acercó sin dejar de sonreír con ironía.

-¿Te gusta?, reconocerlo ya... Estás muerto por el niño bonito de primero.

Su amigo lo cogió del jersey a la altura del pecho.

-Gulf es muy sensible y se ilusiona con facilidad... Vas ha hacerlo sufrir mucho cuando​ se entere que eres hetero y que tienes novio y que sólo estás jugando con él.

Mild se soltó y rió fuertemente.

-Ay mi querido amigo, a mi no me engañas... Reconoce que te mueres de miedo porque Gulf es el primer chico que te gusta y no sabes como actuar. ...Tampoco sabes como hacer para que se fije en ti y te aterroriza que se fije en otro y te quedes sin tu oportunidad.

-¡Eres un gilipollas!-gritó finalmente Mew marchándose de allí.

-¡Hey!, ¡Venga hombre no te pongas así!-le llamó su amigo pero sin éxito.

El más bajo entonces volvió al comedor.

-Oye, ¿Y Mew?-preguntó Saint.

-Oye, ¿Y Mew?-preguntó Saint

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-Se ha cabreado y se ha ido.

-¿Qué le has dicho?-preguntó entonces Zee.

Mild levantó las cejas señalando a Gulf y acto seguido rodó los ojos, entonces la pareja entendió rápidamente.

-Joder... pobre Mew-Se compadeció Saint -Quizás te estés pasando

El más bajo entonces chasqueó la lengua.

-Tranquilo, luego hablaré con él y se lo explicaré.

-¿Pasa algo malo?-preguntó de repente Gulf.

-No, no emm... no te preocupes-dijo Mild sentándose de nuevo para terminar su comida.

Mientras, Mew se encerró en el baño del tercer piso estaba llorando pues las palabras de su amigo le habían dolido mucho, aunque tenía razón, ya que era verdad que estaba muy asustado por lo que sentía por el joven moreno.

Los celos lo mataban y ya no solo era por Kao, ahora tenía miedo también de que el más bajo se enamorase de Mild y sufriese por el desengaño.

Además, estaba lo del chico del diario, las lágrimas caían sin control por sus mejillas, se sentía fatal y decidió ya no ir a clase, entonces cogió su mochila y regresó a la fraternidad para estar solo y pensar

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Además, estaba lo del chico del diario, las lágrimas caían sin control por sus mejillas, se sentía fatal y decidió ya no ir a clase, entonces cogió su mochila y regresó a la fraternidad para estar solo y pensar.

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27. El diario -Mewgulf - Terminada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora