Capítulo diecinueve

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Tras acabarse la película, los seis chicos salieron de la sala.

...-¿Te ha gustado Gulf?-preguntó Saint sonriendo.

Mild miró a Mew, el cual inmediatamente miró al moreno por inercia.

-Si... bueno. La verdad no era totalmente de mi gusto pero no ha estado mal-contestó este tímidamente.

El castaño devolvió la mirada a sus amigos, entre los cuales Mild sonreía feliz pues Saint, Zee y él habían hecho una apuesta en el cine a sus espaldas.

Mientras, este había ido al baño en el descanso de la película, Mild había apostado 15.000 Baths a que el castaño estaba loco por Gulf y que no tardaría en declararse y su pareja amiga en cuanto se enteró, apostó que no conseguiría nada.

Este quería ganarse los 15.000 rápido, así que se propuso darle celos a Mew para que sus amigos lo viesen.

...-Gulf emm...estoy seguro que a ti te gustan las de amor, ¿no es cierto?-dijo acercándose a este mientras caminaban hacia la hamburguesería.

-Si bueno... Me gu-gustan todas las que no contengan demasiada violencia... Adoro los musicales.

-Que interesante-exclamó el más bajo muy entusiasmado, poniendo su brazo en el hombro del moreno.

Saint y Zee no le quitaban ojo de encima al castaño buscando alguna reacción, el cual pareció no inmutarse.

Cuando llegaron a la hamburguesería-todos se sentaron en una mesa y Mild por supuesto se las ingenió para sentarse junto a Gulf ante la atenta mirada de Mew y Kao, quiénes lo miraron extrañados.

La camarera llegó para coger los pedidos y todos eligieron lo suyo, hasta llegar al tímido Gulf, el cual no se decidía, así que Mild amablemente le aconsejó ojeando con él la carta, mientras le acariciaba la mano a propósito.

Saint comprobó entonces la molestia de Mew pero también la de Kao pues fue inmediata, estos fulminaban con la mirada a Mild y movían nerviosamente sus dedos sobre la mesa una y otra vez.

Luego de un rato esperando los pedidos estos llegaron y todos comieron con muchas ganas, entre risas y como no, con Mew y Kao acechando los coqueteos entre Mild y Gulf.

Luego de salir del establecimiento, los chicos se subieron a los coches y fueron al bar de la calle principal pues decidieron ir a jugar al billar.

El moreno no quería ir porque no sabía jugar y no quería quedar mal pero una vez más el mayor acudió a su rescate e insistió tanto que al final también fue con la promesa de que éste le enseñase.

Al llegar, ocuparon los dos billares, en uno se pusieron Saint, Zee y en otro Mild que enseñaba a Gulf, mientras que los compañeros de habitación se sentaron a esperar su turno jugando a las cartas en una mesa.

Mild aprovechó cada oportunidad para tocar al más joven, con la excusa de que se colocase bien para coger el taco y dar un golpe certero a las bolas o para enseñarle trucos.

El menor sin proponérselo estaba muy sonrojado y sonreía sin parar ante la atenta mirada del castaño y su amigo, quienes tiraban las cartas con algo de fuerza.

Tras varios minutos, el castaño ya no aguantó seguir viendo el espectáculo de manoseo y risas y se levantó muy molesto.

...-¿Podríais ir acabando no?, Kao y yo queremos jugar.

-Díselo a Saint-dijo Mild mirando a su amigo y guiñándole un ojo-...no ves que yo estoy enseñando a Gulf y aún nos queda para terminar la partida.

-No, esta mesa me gusta más-dijo molesto mirando a su amigo.

-Está bien, como quieras-volvió a hablar el más bajo-... Entonces este hermoso chico y yo iremos a jugar a las cartas y ya le enseñaré en otro momento.

Mew lo empujó muy molesto y este sonrió con picardía, mientras los demás chicos los miraban sin entender nada.

Tras unos minutos jugando a las carlas, siguieron las risas y las bromas entre el moreno y Mild, mientras los miraban los compañeros de habitación, desde la mesa de billar sin dejar de bufar, murmurar y chasquear la lengua.

Mew no entendía la pasividad de Kao, ni el descaro de Mild pues estaba claro que lo hacía para fastidiar, ya que su amigo tenía novio.

-Maldito cabrón, voy a matarle-susurró a regañadientes​ cuando de repente vio a su bajo amigo levantarse y besar la mejilla de Gulf.

Saint y Zee alcanzaron a escucharlo y hurgaron más en la herida para comprobarlo, ya que no iban a perder 15.000 bahts por solo unas palabras.

-Parece que Mild y ese chico han hecho muy buenas migas- le dijo Saint acercándose.

-Parici qui Niil y Hirri hin ichi miy buinis miguis-Se burló Mew realmente enfadado.

Este entonces ya no tuvo dudas.

-No me jodas... ese cabrón hijo de perra me ha ganado-susurró Saint regresando con su novio.

Mew lo miró molesto.

-Si dices algo más tú también, te mato -le dijo poniéndole el taco en el pecho a Zee.

Saint suspiró ante la mirada de Kao, quien parecía no se enteraban de nada, mientras que Mild y Gulf seguían con su juego de cartas y sus chistes ajenos a todo.

Una hora después, tras varias partidas más, se fueron a casa, Saint y Zee se fueron en su coche y los demás en el de Mild, aunque esta vez el moreno se sentó delante.

Mew por su parte no abrió la boca en todo el trayecto, estaba realmente furioso y celoso, Kao en cambio miraba por la ventanilla tristemente, era difícil descifrarlo pero tampoco el castaño quiso hablarlo allí.

Al llegar Mew se bajó rápidamente y se alejó corriendo hacia la fraternidad sin despedirse de nadie, Kao por su parte también se bajó tras despedirse y entonces Mild reanudó la marcha pues aún tenía que llevar a Gulf a su casa.

Cuando el más bajo regresó a su habitación, le envió un mensaje a su amigo.

WASSAP DE MILD

"Id preparando mis 15.000" 😂

WASSAP DE SAINT


«Eres un capullo»😤

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27. El diario -Mewgulf - Terminada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora