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Volver a la rutina escolar era demasiado estresante para Mizuki, pero le había prometido a Rui asistir constantemente y mejorar sus notas.
O eso era lo que tenía en mente, pero sus acciones demostraban otra cosa.

Era el primer día de clases y había olvidado poner la alarma, así que seguía en su plácido sueño, sin preocupación alguna.

Rui llevaba más de 5 minutos esperando afuera de la casa de Mizuki, pero no salía nadie, lo que lo preocupó un poco. ¿Y si seguía durmiendo? Rápidamente sacó su teléfono y le llamó.

Para ella fue una gran sorpresa escuchar el timbre de su celular, se sobresaltó tanto que cayó de la cama y torpemente alcanzó aquel objeto que sonaba con insistencia. Al ver que se trataba de Rui se relajó un poco, iba a atender la llamada hasta que vio la hora y volvió a alarmarse.

Abrió las cortinas de la ventana de su cuarto y vio al chico esperándola afuera, así que a una velocidad que no sabía que podía llegar, se preparó para salir. Tomó su bolso y fue corriendo hacia él, intentando calmar su respiración.

–¿No sonó tu alarma? ¿O simplemente olvidaste tu promesa? –el tono dramático era evidente, por lo que Mizuki lo vio con cara de "¿en serio?".

–Eres un tonto. Vámonos antes de que se nos haga más tarde.

La chica tomó del brazo al contrario, frotándose un poco en éste. Rui la vio con ternura y le acarició un poco la cabeza, pero notó que estaba temblando levemente.

–¿Pasa algo, Mizuki?

–Realmente no me gusta ir a la escuela. Ya sabes lo que pasa siempre, las miradas, los rumores...

Iba a continuar la lista hasta que Rui paró en seco y la abrazó.

–Sé de lo que hablas, y sé que puede ser difícil para ti. Pero yo estoy aquí para apoyarte, defenderte y consolarte si es necesario. No podemos controlar las opiniones de la gente, pero si demuestras que te afecta, seguirán haciéndolo con más insistencia. Sé tú misma, Mizuki. –Posó su mano en la barbilla contraria, para alzar un poco la cabeza de la chica y darle un cálido beso en la frente, intentando demostrar que estaba ahí para ella.

–Gracias, Rui. De verdad, muchas gracias por estar conmigo. –Intentó apegarse más al abrazo, pero el chico la separó un poco.

–No quiero arruinar el momento, pero se nos está haciendo tarde y a este paso no llegaremos a la primera clase. Hay que darnos prisa. –Tomó su mano y corrió en dirección a la escuela.

–¡Espera! ¡No vayas tan rápido! –Sin mucho éxito se limpió las lágrimas, pero enseguida volvieron a salir más. Estaba feliz de que Rui esté a su lado.

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no espero que alguien lea esto, pero si es así, tengan un poco de comprensión, hace mucho que no escribo. (?

A Loving Feeling. [Mizurui] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora