"¿Osochoro? ¡Nunca!" ♤•Osochoro•♤

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— Nadie te dijo que hicieras eso, pedazo de idiota — Osomatsu cruzó sus brazos , enseñándole una expresión de suma decepción al menor de todos sus hermanos.

— Lo sé, Osomatsu-Niisan — agachaba la cabeza mientras jugueteaba con sus vestiduras. No quería ni siquiera beber un mísero sorbo de su café con tal de no enfrentar a su hermano mayor.

— ¿Entonces todo el dinero lo derroché en ti? Tu trabajo no valió la pena, incluso lo último que te atreviste a hacer con Choromatsu, me das asco — estrelló su puño contra la mesa, sobresaltado a Todomatsu que se avergonzó al escuchar tal acusación, sumado que a todos le llamó la atención la actitud de su hermano mayor. Luego de apretar y crujir sus dientes, Osomatsu volvió a recomponerse — Ya te lo dije la vez que me descubriste, por Choromatsu gastaría todo lo que tenía pensado en malgastar en apuestas o en el Pachinko, pero tu silencio ya no me sirve, no te preocupes, ya no te pagaré más — sonrió ante su sentencia.

Todomatsu se sorprendió, lo había ofendido, no dejaría que haga eso. Así que repitiendo la acción de su hermano apoyó ambas manos en la mesa para apoyarse sobre ellas y acercarse más al rostro burlón de su hermano mayor.

— ¿Mí silencio? — sonrió mientras arqueaba una ceja — ¿Y quién serías tú sin mí silencio? Un fenómeno que se enamoró de su hermano ¿Quien lo diría? — echó una carcajada — ¿Qué crees que dirían mamá y papá al enterarse que el mayor de sus hijos además de ser un vago es un marica? Y además, quiere tener de pareja a su propio hermano — 

Osomatsu no mostró emoción al escuchar sus palabras, para luego levantar la cabeza y dejando mostrar sus dientes en una sonrisa contestó sin tartamudear.

— ¿Que dirían papá y mamá al saber que tu colaboraste para que Choromatsu esté conmigo? ¿Qué dirían al saber que tú mismo y sin necesidad le diste afrodisíacos? ¿Qué dirían, Todomatsu? ¿Lo sabes? — tomó del cuello de la camisa a su hermano menor, haciendo que su sombrero caiga al suelo — Escúchame, puedes decir lo que quieras de mi, pero si llegas a meter a Choromatsu en tus acusaciones, aunque sea una sola palabra, te cortaré la lengua — 

Cuando soltó a Todomatsu, este respiró agitadamente y salió corriendo torpemente mientras le gritaba desde lejos que su conversación no se quedaría así. Osomatsu estaba seguro de que su hermano menor no volvería a casa, cada vez que se enojaba se quedaba en la casa de Atsushi, así que no sería una molestia por ahora.

Tranquilamente bebió todo lo que quedaba de su café, no tenía miedo de las palabras de Todomatsu o algo por el estilo, ya que el amor que sentía por Choromatsu lo había hecho más fuerte, al pensar en él podía sentir como podía enfrentar cualquier circunstancia. Al fin y al cabo, sentía que el que Choromatsu esté a su lado era lo único que hacía sus días más digeribles, por así decirlo, sin dejar que sus pensamientos lo abrumen tanto.

Casi llegando a casa, pasó por el parque. El sol se despedía, formando un hermoso atardecer. A lo lejos vio a Choromatsu sentado en una banca. Saltó disimuladamente de la emoción al encontrarlo y se acercó por detrás. Colocando sus manos en los hombros provocando que el menor se asustara.

— Buenas tardes, Choromatsu — sonrió el mayor con un leve sonrojo en sus mejillas.

— ¿Qué haces aquí? — respondió con rechazo y trató de alejarse pero Osomatsu lo agarró de los hombros. Saltó por encima de la banca y se sentó a su lado, abrazándolo.

— ¿Acaso ya no puedo salir de mí propia casa? Vaya, Choromatsu, tranquilo, nadie me arrebatará de tu lado — acarició su cabeza pero Choromatsu agarró su mano apartandola.

— ¿Hasta cuándo harás eso? — con una mirada fría trató de confrontarlo.

— ¿Esto? Si no te gusta que te acaricie la cabeza, está bien, no hay problema. Solo haré lo que tú me dejes hacer —

— Me refiero a esta farsa, a esta broma sobre que… — miró a su alrededor nervioso — Tienes sentimientos por mí — Osomatsu a pesar de la gran acusación lo miró orgulloso. 

— ¿Farsa? Porque para mí ese beso fue demasiado real ¿A ti no te gustó? — 

Choromatsu tragó saliva. 

— Quiero que dejes de molestarme, que dejes de tratar de humillarme cómo siempre lo haces. De seguro ahora le dirás a todos que me deje besar por ti, mi estúpido hermano mayor — comenzó a sollozar mientras apretaba los puños, trató de ser fuerte y no perder la compostura — ¡Siempre te ocupas de hacer esto! Y cuando menos lo espero, me molestas o en la secundaria, a pesar de salvarte de morir igual difundiste rumores acerca de mis gustos ¿No sabes que las personas son crueles? — lo empujó para que deje de abrazarlo 

Osomatsu estaba algo confundido.

— ¿Rumores? — preguntó ingenuamente.

— Ni siquiera tienes la valentía de enfrentar lo que hiciste esos años ¿Cómo puedes ser tan cruel? Haces todo este lío, esas historias, Osochoro, sigo sin entenderlo del todo ¿Acaso tan aburrido te encuentras? — apretó sus ojos para contener las lágrimas de furia. — Simplemente quieres confundirme, Osomatsu-Niisan. Te lo pediré de forma amable, por favor, para ya con estas cosas ¿Acaso hice algo malo para ti? ¿Acaso estás enojado porque ese día no te dejé saltar? — 

Osomatsu abrió sus ojos como platos, le entró pánico y tratando de forzar su sonrisa se acercó al rostro de Choromatsu y lo tomó entre sus manos. Lo acarició suavemente con sus pulgares tratando de limpiar sus lágrimas, a lo que el contrario mostró una mirada furiosa y trató de apartarlo, pero no pudo hacerlo ya que el mayor lo tomó de las muñecas.

— Escúchame bien, sé que peleamos en varias ocasiones, sé que he sido un hermano molesto, pero no me hubiera atrevido a difamarte con nadie, nada más entre nosotros, como hermanos. — Choromatsu volvió a fruncir el seño — Ok, sé que te he dicho Pajamatsu y esas cosas, pero fue un nombre al que dentro de todo creo que le tomé algo de cariño. En la secundaria no hubiera hecho algo como esparcir rumores, menos de la persona que me salvó de la muerte. — hizo una pausa mientras miraba al suelo — Tenía miedo, Choromatsu, estaba aterrado, ni siquiera sabía si lo que hacía estaba bien, si tenía alguna razón de seguir existiendo. Entonces apareciste y me pediste que me quede, sentí un gran alivio pero mientras el tiempo pasaba y reflexionaba sobre cómo iba a ser la vida en el momento que se separen nuestros caminos, comencé a tener miedo nuevamente ¿Que iba a hacer sin ti? — Choromatsu lo miró algo asustado así que Osomatsu lo soltó — ¡Espera, espera! Sé que dirás que es algo como ¿Dependencia emocional? Supongo que algo así dijo Dekapan, en serio, prometo tratar estos sentimientos, trataré de mejorar para ser un buen hermano mayor para todos, pero por favor, aún no siendo mi pareja, necesito que por favor me acompañes en esto, sé que te estoy pidiendo demasiado — Choromatsu seguía con esa expresión asustadiza, el mayor se tocó la cara nerviosamente y descubrió que estaba llorando, otra vez esa faceta que no quería que los demás vieran, otra vez esa parte débil y cobarde de él que odiaba demasiado.

Choromatsu se acercó levemente y soltó un suspiro. Sentía que otra vez estaba mordiendo el cebo.

— Está bien, trataré de estar a tu lado — Osomatsu sonrió entre lágrimas y trató de acercarse con la intención de unir sus labios en un beso pero Choromatsu interpuso sus manos entre ellos algo sonrojado — Pero sin besos — 

— Está bien, sólo quiero que sepas que esperaré por ti — sonrió — ¿Al menos…? — Choromatsu arqueó una ceja confundido — ¿Me dejas abrazarte? — y de la nada su pecho dolió por los incesantes latidos que comenzaron a escucharse.

— E-Esta bien ¡Pero solo un segundo! — 

Osomatsu se acercó suavemente y rodeó a Choromatsu con sus brazos. Apoyó su mentón sobre el hombro del menor haciendo que sintiera un cosquilleo y se sobresaltara. Aunque esta vez, no tuvo doble intenciones o algo por el estilo. Simplemente era un inocente abrazo, un muy reconfortante abrazo. Un abrazo que les decía que juntos podían curar todas esas heridas del pasado que los seguían atormentando.

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Vieron que si iba a actualizar.