"¿Osochoro? ¡Nunca!" ♤•Osochoro•♤

🍃7🍃

[Hace unos años]

Osomatsu se encontraba en el balcón de la escuela. Se notaba tranquilo pero los sentimientos lo estaban carcomiendo por dentro. Algunas veces simplemente pensar en algo lo llevaban a recordar otras cosas y eso lo llevaba a pensar aún más mientras se hundía en un bucle eterno de pensamientos que lo golpeaban una y otra vez.

El hecho desencadenante fue el rechazo de Totoko. Se había saltado las clases porque tan sólo con escuchar las palabras que salieron de los labios de la chica, había decidido que ya no quería hacer nada. Obviamente ¿Quién amaría a un adolescente hormonal que solo se identifica cómo "el líder de su grupo"? ¿Qué otra virtud tenía? A pesar de rebuscar lo lograba encontrar alguna que lo consuele, hasta empezó a sacar conclusiones y especular sobre las personas que lo rodeaban.

¿Qué tal si las personas en realidad lo odiaban? ¿Por qué sus miradas lo atormentaban tanto?
¿Por qué sólo en su mente resonaban esos sentimientos llenos de odio hacia todos?

"—Al final nunca eres suficiente para nadie. —"pensó mientras llevaba su mirada hacia el suelo.

No se sentía cómodo, tan indefenso ante las demás personas, era tan débil que en cualquier momento podrían soplarlo y tirarlo, no importaban los puñetazos que podía dar, si se metían con sus emociones simplemente caería. No había nadie pero percibía miles de ojos clavados en él. ¿Para las personas era divertido ver a otra sufrir? Al parecer si, aunque... ¿Y si él era el problema? Ni sus hermanos se molestaban en expresar algo por él, quizás todo era así, el ser "nada" en el mundo también era malo. Si tan solo hubiera sacado algo de personalidad. ¿Tan sólo eso era? ¿Nada? ¿Sólo el líder de un estupido grupo?
Su nombre no expresaba nada, él no significaba nada, ni para él ni para nadie.

Observó por el balcón de la escuela.

— Nada... —

Era lo mismo tenerlo al lado o no, era lo mismo contarle cosas o no, era lo mismo vivir con él... O no.

Rápidamente se sentó sobre esa barrera que impedía su caída. Era tan confuso, ese balcón separaba la vida y la muerte. ¿En serio quería desafiar a esa barrera y sólo saltar? Si nadie hacía nada ¿Eso significaba un aliento a hacerlo? ¿A caer directamente en picada y sólo dejar de respirar?

Observó el cielo, la vida era tan simple cuando eran niños, los detalles no importaban, no había tanto perfeccionismo. ¿Acaso era un blando por querer llorar? ¿Por no resistir unas simples miradas? ¿Por no soportar un "No"? ¿Por tan sólo decaer al darse cuenta que es "nada"?

¿Con quién tenía que estar enojado ahora? No quería culparse.
Reclamaba amor pero el siempre había anhelado la soledad y al lugar que iría, estaría solo por siempre, sin que nadie lo incomode, sólo él...

Decidió levantarse, respiraba agitadamente y sus manos sudaban, la brisa se hizo más fría pero cerró los ojos. Dio pequeños pasos, sus pies sentían poco a poco como iba alejándose del suelo, perdía el equilibrio poco a poco, su pecho subía y bajaba violentamente. Tembló. Abrió los ojos y dio un suspiro, decidido abrió sus dos brazos y al tratar de soltar completamente su cuerpo como si sus articulaciones no contestaran una mano se aferró a sus prendas.

— Osomatsu-Niisan —

— Choromat...su —

En frente de él se encontraba su hermano menor también agitado, su piel pálida y sus cabellos alborotados. Sus ojos entrecerrados, impidiéndole soltar toda el agua salada acumulada en sus ojos, los mismos estaban hinchados.

— ¿No piensas nada antes de hacerlo? —

— ¿Qué querías que haga? —

— Lo que te acabo de decir ¡Pensar! —

— Choromatsu, era lo mismo, ya lo pensé muchas veces y en todas esas veces nunca había tomado esta decisión, todos esos pensamientos desembocaron en esto ¿Qué más podía hacer? ¿Seguir como un idiota mirandolos llevar a cabo sus vidas mientras me pudro en un estúpido rincón de clases? — rodó los ojos y decidió no ver su rostro — Esto será conveniente tanto para mí como para los demás, no haré más tonterías y no estresaré a los demás, todos ganamos ¿No? — rió — Hasta tu estarás bien, siempre me dijiste que soy un imbécil ahora puedo... ¿Choromatsu? — escuchó un sollozo.
 
Giró su rostro, encontrándose con el de su hermano completamente empapado por sus cristalinas lágrimas. Prevenía cualquier alarido, jugueteaba con sus manos, las cuales estaban tensas. Y sus ojos teñidos de un color rojo se ocultaban tras sus enormes lentes.

— ¡Hey, Choromatsu! ¡Tranquilo! No llores por favor — se odió aún más que antes, verlo llorar era una tortura. — Por favor no sigas llorando, te lo ruego, te lo suplico — dejo de estar sentado en el balcón y se paró en frente de su hermano, el mismo cerró fuertemente sus ojos para retener su llanto, pasó por debajo de sus lentes sus manos, temblando notablemente mientras trataba no soltar ningún grito. Sus manos hicieron luego un movimiento violento, haciendo que rasguñe un poco su rostro.

— ¿Por qué eres tan... ? —

— ¿Qué? —

— ¡No sé! Pero siempre eres imbécil y no te das cuenta de las cosas que hay detras. ¡Mira las estupideces que me haces decir! Si te fueras no sabría que hacer ni a dónde ir, eres algo importante en nuestra vida ¿Y qué quieres hacer? ¡Sólo saltar por ahí como un cobarde! ¡Piensa antes de hacer las cosas! — continuó sollozando.

Fue algo fuerte al tratar de expresar sus sentimientos, pero así es Choromatsu.

— Lo siento — llevó su mano a la cabellera del joven con lentes, luego puso ambas en sus mejillas y con sus dedos pulgares limpiaba las gotas de su tristeza. —Perdón por ser el producto de tu llanto —

— No me basta con que sólo digas eso —

— ¿Por qué? —

— Porque quizás ahora estás sintiéndote como la mierda y me pediste perdón... Yo también quiero hacerlo porque me confundí algunas veces contigo — Osomatsu abrió completamente sus ojos con sorpresa, la situación era muy seria entonces para que Choromatsu admita eso —Perdón por llamarte idiota algunas veces —

— Neh, está bien, tenías razones para hacerlo —

— Osomatsu-niisan —

— ¿Qué ocurre? —

Choromatsu tomó su mano.

— Puede ser que algunas veces hagas cosas imbéciles pero... Aún así me alegra que seas mi hermano — y sonrió, simplemente sonrió. Esa muestra de alegría fue como una flecha que atravesó el corazón de Osomatsu, dejándolo sin palabras.

En todo el día no dijo nada, porque sentía una gran incomodidad pero en su interior. No eran las personas, ni sus pensamientos atormentandolo. Sino Choromatsu cada vez que se acercaba a su pupitre para ver si estaba bien. Sintió miedo otra vez ya que al sólo sentir esa cálida voz, juraba que en cualquier momento el corazón iba a salirse de su pecho.

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Buenas chicos, sí, lo sé. Actualizo cada siglos pero es porque estuve ocupada algunos días y este capítulo tuve que describirlo porque se borró y grité mucho :).
Ok, no importa. Espero que estén disfrutando la historia. En este capítulo quise mostrar más o menos como Osomatsu terminó gustando de Choromatsu, obviamente no fue tan simple, ya subiré más capítulos donde termine de contarlo. No es tan fácil darse cuenta de que estas enamorado, puede tomar hasta meses o incluso años. No solo es decir "aI mIRA TOY ENAMORADO" No, hay otras cosas, como aceptarlo o hasta llegar a olvidarlo. Bueno ¡Nos vemos en el próximo capítulo! Hasta el año 3000, ok no, trataré de actualizar más seguido