˖♡; Cinco.

1.1K 187 21
                                    

Mew observó a su amigo mientras este dormía. Sus dedos se pasearon por el suave cabello con cariño. Estuvo un rato embelesado viendo a su amigo dormir, viendo como su pecho subía y bajaba con regularidad y como su respiración era lenta y pausada.

Cuando dejó de acariciar los suaves mechones se llevó la mano a la boca y se tragó un sollozo. Desde que llegó no ha parado de llorar, viéndose como un alfa débil y vulnerable, pero no le importaba.

Sentía una tristeza tan grande que no podía combatir y ocultar sus emociones caóticas. Nunca se había sentido así, como si la vida de otra persona fuera su mundo entero y si esa persona moría no sería él mismo y viviría con un vacío tan grande en su corazón que sería difícil de llenar.

Su lobo se sentía igual. Lo oía gemir y chillar con un desgarrador "Protegelo, cuídalo, convencelo, no lo dejes morir" y era tan extraño todo lo que estaba sintiendo que en cierto punto se sentía  desconcertado y perdido.

Cuando era niño siempre fue uña y mugre con Gulf. Eran inseparables y se adoraban intensamente. Siempre fue así y seguía siendo así, pero ahora con un agobiante sentimiento de por medio desconocido para él.

No sabía cómo definirlo o describirlo, pero era muy fuerte y inmenso. Hasta tenía miedo de hallar la respuesta a lo que estaba sintiendo.

Se alejó de la cama secando sus lágrimas con el dorso de su mano y le volvió a dar una pequeña mirada rápida a su adorado mejor amigo. A pesar de la enfermedad que se lo estaba comiendo vivo Gulf seguía viendose igual de precioso como lo recordaba, pero ahora aún más, había un aire más maduro y atractivo en él. Y esas revelaciones lo aterraron.

Desde que llegó a experimentado emociones y sensaciones raras. Cuando su amigo tomó su mano sintió mucha calidez, cuando este lo abrazó y lo envolvió en sus frágiles brazos suspiró tan gustoso que no quería soltarlo nunca y cuando este enterró su rostro en su cuello todo su interior convulsionó. Su corazón no ha parado de latir y latir desde entonces.

Se siente aterrado, pero no tanto como debería. Quiere seguir sintiendo estas sensaciones y su lobo parece impulsarlo más y más a que este cerca de Gulf.

No sabe que hacer, esta muy confundido.

Mew soltó un gran suspiró y decidió dejar sus pensamientos sobre sus emociones para más tarde, lo primordial ahora era Gulf y en estos momentos tiene tanto miedo de perderlo.

Desde una esquina de la habitación Gulf se veía tranquilo y sereno mientras dormía y eso tranquilizo un poco el alma torturada de Mew. Porque el saber que su amigo estaba muriendo y cada segundo que pasaba sin el poder hacer nada para convencerlo o evitarlo, lo hacia sentir patético y inútil.

Hace un momento pensó que lo había logrado. Pudo notar como aquellos bellos ojos almendras parecían encantados y Gulf se veía que iba a ceder para cortar su lazo, pero dijo algo incorrecto y Gulf le cambio el rostro a uno dolido y afligido y su olor agradable se agrio y le pidió que se fuera.

Mew se sintió diminuto porque no entendía que había dicho para provocar ese cambio. En ese momento quiso golpearse y estrujarse fuertemente porque había hecho que Gulf se retractara y siguiera con la idea de morir.

Mew no lo entendía, porque Gulf le había dicho que no había amado a Amelia, pero admitió que si la quiso y la adoro. La omega había significado algo para él pero ella no lo retenía de quitar el lazo sino el miedo a la soledad. Y Mew alumbrandose de repente y sabiendo que la única solución sería volver a su pueblo y dejar su escuadrón Closser, no le importó hacerlo, si estar con Gulf significaba que él viviría y podría verlo sano y feliz, Mew sin pensarlo dos veces dejaría todo para estar con él. Por eso se lo dijo a Gulf. En ningún momento le mintió. Prefería la felicidad de su amigo que hasta la suya propia.

Cuando pensó que lo había logrado y vió el rostro de Gulf bañado de esperanza y anhelo, el corazón de Mew latió y latió y la felicidad lo inundó. Sólo quería tener de vuelta a su mejor amigo recuperado y con mejor semblante y verlo sonreír sin que este sintiera dolor, pero lamentablemente se equivocó y dijo algo hiriente y habia hecho que Gulf se retractara.

Mew le dió vueltas y vueltas a las palabras que había pronunciado pero no encontró lo hiriente que había dicho, sólo habían sido palabras alentadoras.

Ahora mientras observaba a su amigo dormir se sentía un desastre andante porque el tiempo se acababa y Gulf se veía peor y más demacrado. Hasta parecía querer pasar todo su tiempo durmiendo y eso era un síntoma de que ya estaba muy grave y enfermo.

A Mew la idea de ver morir a Gulf lo aterraba. Sentía que se ahogaba y las ganas de llorar surgian.

A paso lento se dirigió a la puerta, pero el sonido de un gemido y su nombre murmurado lo detuvo.

—Mew, no me abandones nunca más, por favor.

Mew se acercó rápidamente y acarició la mejilla de su amigo. Sus tristes ojos miraban a un dormido Gulf que murmuraba en su mundo de sueños.

—Desde ahora nunca voy a dejarte, te lo prometo, pero debes deshacer el lazo, no mueras, no me abandones Gulf.

Mew le dió un beso en la frente y se mantuvo con sus labios detenidos ahí llenándose de la cercanía y de la fría piel contra sus labios. El olor del chocolate y la madera lleno sus fosas nasales. Su corazón comenzó a florecer y su lobo cantó con la celestial cercanía. Recostó su cabeza en los cabellos castaños y inhaló el olor con más ahínco. Cerro los ojos y abrazo a su amigo llenándose de una felicidad inquietante.

Mew no entendía lo que sucedía pero la cercanía con Gulf la anhelaba como nunca había anhelado nada en la vida. Estar cerca de Gulf tranquilizaba a su lobo y su alma martirizada se sentía en calma.

Nunca más dejaría a Gulf solo otra vez y nunca más se cohibiria de abrazarlo porque abrazarlo se sentía como tocar el cielo con los dedos.

✿; Mi alfa guerreroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora