Gulf sentía que estaba soñando cuando miró la figura alta e imponente de su mejor amigo en una esquina de la habitación. En algún punto pensó que era una alucinación de su mente, pero cuando Mew se acercó a él y tomó su mano entrelazando sus dedos y besando está con suavidad, no pudo evitar sentir una avallasadora felicidad y una sensación intensa que hacía que sus costillas dolieran y su corazón se calentará con calidez.
A pesar de sentirse cansado y fatigado intentó mover sus labios para regalarle una sonrisa a su amigo. Al hacerlo sintió un poco de dolor en sus mejillas.
Estar tan demacrado y enfermo delante de su mejor amigo no le gustaba, le causaba mucha vergüenza y malestar. Porque cuando se imaginó el encuentro entre él y Mew, no fue este el escenario que se planteó. Imagino uno mejor, donde su amigo lo veria realizado y feliz al lado de su esposa. Y con muchos niños correteando en el patio trasero.
Pero nada fue como lo imaginó. Su amigo pasó mucho tiempo lejos de él dejandolo en el olvido. No pudo tener hijos con Amelia porque está era infértil y ella murió por una enferma terminal que le oculto y lo dejó solo y con un lazo roto. Todo era un caos. Y odiaba verse tan frágil y débil delante de Mew.
Gulf había añorado desde hace tiempo este encuentro. Mirando por la ladera o hacia el camino del pueblo esperando por la llegada de Mew. Solían mandarse cartas y se contaban varias anécdotas. En las cartas Mew ponía fechas para venir y Gulf esperaba con tanta ilusión, pero siempre sus esperanzas caían al suelo cuando este le decía que se le había presentado un inconveniente. Y con el tiempo pierdo la esperanza. Pero ahora que su amigo estaba aquí todo se sentía más desolado.
Porque ver el dolor en su máxima extensión en el rostro de su mejor amigo lo desgarraba. Entre ambos Mew siempre fue él más fuerte, él más cerrado y el más reservado con sus emociones, pero ahora lo estaba viendo llorar como un niño perdido. Su lobo gimió débilmente y Gulf quería levantarse de la cama y pasar sus manos por las suaves mejillas del alfa y borrar aquellos riachuelos cristalinos, pero se sentía tan débil y no tenía la suficiente fuerza para moverse.
Apretó la mano de Mew que aún seguía entre las suyas mientras el hombre lloraba. No podía hacer nada para aliviar el malestar de su amigo porque estaba muriendo y ya se estaba haciendo a la idea de partir de este mundo.
Pero ahora la sensación era más amarga, porque volver a ver a Mew y verlo llorar sin control hizo que todos esos sentimientos que pensó que había enterrado en el fondo de su corazón volvieran a la vida. Su lobo también parecía anheloso con el encuentro.
Observó el hermoso perfil de Mew. Tantos años sin verlo y parecía mentira que el hombre que lo miraba con los ojos enrojecidos y la nariz roja fuera su amigo. A pesar del dolor en sus pupilas y de tener las mejillas manchadas de lágrimas, Mew se seguía viendo igual de precioso, un espécimen perfecto de hombre. Los años y el tiempo en el grupo Closser lo habían moldeado en este magnífico hombre atractivo, en buena forma y de buen porte, muy diferente al Mew que partió más joven.
Aún recuerda a el Mew delgado, con lentes de montura, con un aire de inocencia y con mucho acné. A pesar de que en ese momento Mew no era tan llamativo, ni el hombre hermoso que era ahora, Gulf siempre lo vió hermoso, siempre lo amo, siempre lo anhelo desde su niñez. Su empecinado lobo testarudo lo habia elegido sin su permiso.
Y siempre tuvo miedo, mucho miedo de decir sus sentimientos en voz alta. A parte con el tiempo empezó a pensar que como era muy joven quizás la convivencia habia confundido su mente y corazón, pero ahora que volvía a tener a Mew al frente de él se daba cuenta que no fue la convivencia o la costumbre. Él siempre estuvo enamorado de su mejor amigo y aunque se habia casado tratando de seguir su vida aún los sentimientos seguían ahí.
Y eso alteraba su pequeño corazón. No estaba preparado para tal revelación ahora después de tanto tiempo y tampoco estaba preparado para emociones tan fuertes. Porque podía sentir su corazón latir cosquilloso y anhelante y a su lobo pedir suplicante que cortara el lazo roto y marchito.
Gulf cerro los ojos por un momento. No podía romper el lazo, aunque sabía que cortarlo sería fácil. Primero; a pesar de que no amo a su esposa, si la llegó adorar con el tiempo y su compañía lo hizo sentir cálido y olvidó por un momento su anhelo de tener a su amigo con él. Segundo; Mew nunca iba aceptar una relación alfa x alfa. Las creencias de Mew y la manera en la que fue criado nunca dejarían que Mew se de una oportunidad con él. Tercero; así viviera o muriera Mew se iría de todos modos. Porque si en dado caso él decidía vivir y cortar su lazo, Mew a la final se marcharía, lo dejaría solo y Gulf no podría soportar una segunda despedida cuando sabía que tenía grandes sentimientos involucrados. Cuarto; Mew nunca dejaría su grupo de combatientes por él, porque el sueño de Mew siempre fue ser un alfa guerrero, no un ordinario chico de campo y de maquinaria pesada como lo era Gulf.
Y dolía saber la realidad. Dolía no poder hacer nada para retenerlo a su lado. Así que tomó una decisión, iba a morir y iba aceptar el destino que le había tocado.
Porque amar a Mew nunca tomaría forma. Este nunca lo amaría devuelta. Este nunca volvería a casa permanentemente.
Abrió los ojos y miró a su amigo que aún tenía las mejillas llenas de lágrimas y sus ojos negros estaban húmedos.
Gulf se le rompió el corazón y el dolor lo aniquiló. Sentía que sangraba por todas partes.
Soltó la mano de Mew sin querer soltarla en realidad. Trato de que la sensación de vacío y soledad se fuera al no tener los cálidos dedos de su amigo entre los suyos.
—Creo que deberíamos hablar—propuso Gulf y trato de sentarse en la cama pero no pudo lograrlo, así que Mew tuvo que ayudarlo a sentarse y Gulf se sintió patético.
—Sí, estoy de acuerdo—Mew asintió y se pasó las manos por la cara borrando sus lágrimas y dándole una sonrisa dulce y bonita.
La sonrisa dejo sin aliento a Gulf de lo preciosa que era. Había extrañado esa sonrisa, esa misma sonrisa que Mew le daba en su niñez. Su interior quemó anhelante. Y se dio cuenta con pesadez que Mew nunca sería suyo porque ambos eran alfas y Mew siempre vió las relaciones alfas como una extraña unión, a pesar de que ahora las relaciones alfas eran aceptadas en la sociedad, él no cambiaría su pensar. Eso hizo que el pecho de Gulf se apretara con mucho dolor y comenzará a toser incontrolablemente.
Se puso en posición fetal tosiendo y tosiendo y vió como su amigo buscaba con desesperación al doctor. Cuando el doctor War entró de inmediato le entregó una pastilla y un vaso con agua. Gulf al ingerir la pastilla se calmó y la tos paró.
Se abrazo a si mismo. Se sentía tan pequeño y vulnerable y odiaba que Mew lo viera de este modo. Pero no podía hacer nada, entre poco moriría y el dolor y su amor no correspondido se borrarian y descansaría en paz llevándose su secreto a la tumba, porque Gulf nunca quiso una omega como su compañera. Él siempre soñó con un bonito alfa de sonrisa resplandeciente y de cabellos negros como la noche.
Lloró y lloró mientras Mew lo arropaba y le daba un suave beso en la frente. La calidez lo recorrió y gimió necesitado de ese cariño.
—Descansa Gulf, estaré aquí velando tu sueño y cuando despiertes hablaremos—sus suaves palabras murmuradas arullaron a Gulf. Cerro los ojos, su llanto ceso y se dejó adormecer con las lentas y suaves caricias en su cabello.
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✿; Mi alfa guerrero
Short StoryEl alfa Gulf Kanawut cae en cama al su adorada omega fallecer, con un lazo roto y sin motivos para vivir se resigna a morir. Mew Suppasit alfa guerrero y combatiente de su región "Closser" Es uno de los alfas más fuertes y mejor entrenados y consta...