˖♡; Seis.

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Después de unas horas donde Mew arrullo a Gulf y lo abrazo contra el escuchándolo dormir más plácidamente decidió levantarse con cuidado y preparar algo para cenar.

El reloj marcaba las 6pm y Gulf necesitaba comer algo para tener un poco de fuerzas.

Con paso lento se dirigió a la puerta pero antes vió de reojo a su amigo que parecía inmune al ruido y tan perdido en su sereno sueño. Su rostro se veía despejado y en paz. Verlo en calma alivio un poco el corazón de Mew. Abrió la puerta y salió de la habitación.

Con pasos suaves se dirigió a la sala de estar que quedaba cerca de la cocina. Ya en la cocina reviso los estantes y la nevera buscando que podía cocinar. Por lo que le había dicho War, su mejor amigo no podía comer nada pesado, sólo comida liviana y mucho líquido.

Mew corto fruta, pico panes en rodajas delgadas y les echo jalea, también colocó galletas de soda y las baño con mantequilla de maní. Por último sirvió el jugo de naranja. Ya con la comida lista y servida en una bandeja se dirigió a la habitación.

Abrió con cuidado mientras sostenía la bandeja en el otro brazo. Ya adentro colocó la bandeja en la mesita de noche. Soltó una risita viendo la sencilla cena que había preparado con cariño. Su estómago rugió en ese momento pero lo dejo pasar, primero estaba Gulf, esperaría que comiera y se prepararía algo.

Se acercó a la cama y se sentó en esta detallando el rostro apacible del alfa dormido. Su cabello castaño estaba alborotado y su nariz se movía juguetona buscando el olor. Mew rió lleno de ternura y removió a su amigo tocando su hombro con suavidad.

—Gulfie, es hora de despertar. He preparado una cena liviana y sencilla.

Gulf se removió, parpadeo hasta que sus bellos ojos almendras se abrieron y una lenta sonrisa se adueñó de sus labios agrietados.

Mew por un momento sintió a su corazón trastibillar y casi paralizarse para después correr velozmente. El cosquilleo en su estómago lo inquieto. Estaba confundido. Tantos años y él nunca había reaccionado de la manera que estaba reaccionando al ver a Gulf sonreír.

Era tan nuevo para él que trató de borrar los pensamientos caóticos y confusos y le dió una suave sonrisa a su amigo.

Ayudó a que Gulf se sentará, le puso una almohada en las piernas y sobre ella colocó la bandeja.

Gulf miró con cariño la comida.

—Gracias, Mewie.

Mew negó avergonzado.

—No es gran cosa, come, debes alimentarte.

Gulf acato la orden y comenzó a comer con lentitud. Sus manos temblaban y parecía que le costaba tragar los bocados de comida. Ver esa imagen tan debilucha de Gulf, le partió el corazón y se lo arrugó como una diminuta pasita.

Quería gritar, quería golpear algo, quería hallar el modo de que Gulf cortará el lazo, pero parecía ser que sería difícil porque lo había herido y Mew no sabía que decir ahora cuando volviera a platicar con él. No quería decir nada erróneo o que alterará el estado delicado de su amigo.

Cuando Gulf terminó de comer Mew quitó la bandeja de su regazo y la colocó en la mesita de noche. Ayudo a Gulf a recostarse porque el frágil cuerpo de su amigo parecía no estar estable y se resbalaba.

Mew se mordió los labios al ver el estado tan desfavorable de Gulf. Se sentía tan impotente. Cada hora que pasaba sin él hacer nada Gulf empeoraba.

Gulf lo miró desde la cama con aflicción y agonía. Le palmeó la cama invitándolo a sentarse y Mew con cuidado se sentó a su lado y tomó su mano.

✿; Mi alfa guerreroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora