Capítulo 2

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6 días antes

Mis ojos, contemplando los tuyos, tu brazo al rededor de mi cintura, y los míos despeinando tu cabello.

Es como el sueño que creí que no se compliría nunca...

Pero todo mejoró cuando acercaste tu ya ruborizado rostro al mío, y rozaste de manera tentadora mis abultados labios con los finos tuyos.

—Te amo...

De manera sútil y lenta dijiste cerca de mi oído, claro que era de esperarse que mi rostro se pusiera rojo, y mi pulso y corazón se aceleraran mientras sentía un escalofrío recorrer toda mi espina dorsal.

Tus manos en mis mejillas que ya poseían un color carmín, y tu rostro muy cerca del mío.

Y sonreíste.

— Me encanta sonrojarte.

Pero bendito ¡sinvergüenza!

Claro que te encanta, y aunque suene ridículo, también me encanta que lo hagas...

Tu brazo bajó de mi mejilla y volvíste a abrazar mi cintura, pero ésta vez, de una manera más posesiva acercando nuestros cuerpos, uniéndolos y haciendo que casi se convirtieran en uno solo.

YO

DESPERTÁNDONOS JUNTOS

EN MI CAMA

CON NUESTROS CUERPOS CASI UNIDOS...

¡Pero hombre! ¡Que aquí nada podía ser mejor!

Pero tus labios interrumpieron mis pensamientos, posándolos una vez más sobre los míos, mientras dabas leves caricias en mi estrecha cintura, nuestras bocas, moviéndose en un solo compás y podría jurar, que bailaban al ritmo de mi casi perecedor corazón.

Claro que se podía poner mejor...

Pero ésta vez, fui yo quien con todas las fuerzas del mundo, alejé mis labios de los tuyos, para poder contemplar esos ojos tan profundos que poseías.

Y poder decirte que...

—Yo también te amo Aidan....

Para luego caer a los brazos de la diosa Afrodita, y regresar a lo que se ha convertido mi nueva adicción.

Tú.

¡Tú y tus malditos labios...!

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Amor ɑ mediɑs || Aidɑn GɑllɑgherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora