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Pov: Aemond

Helaena: ¿por qué esperas a Daerys aquí? Creo que sería mejor que vayas a sus aposentos

Aemond: he notado que siempre viene a tu habitación a contarte sus desgracias... él jamás viene a visitarme -me recargué en la pared teniendo vista hacia los dos pequeños niños de cabello plateado, hijos de Aegon, que eran cuidados por una sirvienta, mientras que mi hermana se encontraba sentada cosiendo-

Helaena: ¿y cómo sabes que vendrá?

Aemond: porque un Ser me dijo que estaba merodeando por todo el castillo con esos... bastardos -no me miraba pero era notorio que a ella tampoco le parecía como los había llamado- por lo que mis sospechas me dicen que vendrá a contarte algo

Helaena: Aemond -llamó seriamente dejando a un lado lo que estaba cosiendo para mirarme- si quieres ver a Daerys, ve y díselo... dile que deseas verlo y pasar tiempo con él, tal vez así, solo así, lograrás lo que tanto anhelas -me quede atónito ante las palabras-

Aemond:... no se de que habl-

Helaena: eres muy obvio -interrumpió- es evidente que tus intenciones son mas allá de proteger a nuestro hermano -suspiré pesadamente-

Aemond: si... algo esta claro, Daerys no le pertenece al príncipe Strong -camine hacia la puerta dispuesto a irme-

Helaena: y tampoco te pertenece a ti -pare en seco-

Aemond: tu no sabes de mis verdaderas intenciones, querida hermana... -dije por último para salir del lugar-
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Pov: Daerys
Al llegar a mi habitación azote la puerta, me quite el anillo de Luke y lo aventé hasta el otro lado de la habitación, las lagrimas comenzaron a derramarse por mis mejillas tomándome por sorpresa.

Me deje caer al piso recargándome en la puerta, el enojo ya había llegado a mi.

Daerys: ¿qué es lo que te pasa Jaden?... prometiste que no te distraerías, y aquí estas, llorando como un imbécil y ¿por qué?

Limpie el rastro de lagrimas, no entendía que era lo que me estaba pasando, en toda mi vida, incluso en todo lo que vivi como Jaden, jamás había experimentado este sentimiento tan extraño.

Recordé la vez que Jon pasó todo el día con Arya, eso me había hecho sentir molesto... aquel sentimiento era parecido a este. Robb me llamó esa vez "niño celoso".

¿Celos?... de ninguna manera, eso sería una atrocidad, sentir algo así por mi sobrino sería una gran falta de honor.
El miedo vino a mi junto con el temor y la preocupación, yo sería incapaz de... ni si quiera quiero pensarlo.

Me puse de pie y camine hasta la ventana cerca de donde había caído el anillo, lo levante con cuidado, pero lo deje caer de nuevo al ver un cuervo mirándome fijamente desde el otro lado del vidrio. Mis manos comenzaron a temblar, el pájaro no apartaba su vista, me miraba con esos ojos tan oscuros y malévolos como lo describían en los cuentos.
Recordé la vez que la vieja Tata nos había contado a Bran y a mi sobre un cuervo que perseguía a todo aquel que desobedecía a los antiguos dioses, el cual te seguía a todos lados esperando ver el momento de tu muerte, y si este lograba estar presente en esta se aseguraría de que fuera una muerte dolorosa y horrible. En el cuento se decía que si tardabas mucho en morir te arrancaría los ojos de una manera perturbadora.

Di un paso hacia atrás, no me atrevía a hacer cualquier otro movimiento.
Fue ahí cuando Daerys Targaryen, el que portaba la sangre de dragón, se fue dejando solo a Jaden Stark, aquel que huyó de todo y de todos, el débil, el miedoso, el que no podía ni matar a una rata... ese Jaden.

𝐃𝐫𝐚𝐜𝐚𝐫𝐲𝐬 - 𝐋𝐮𝐜𝐞𝐫𝐲𝐬 𝐱 𝐌𝐚𝐥𝐞 𝐑𝐞𝐚𝐝𝐞𝐫 𝐱 𝐀𝐞𝐦𝐨𝐧𝐝 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora