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Pov: Omnisciente
La gente se divertía, se tomaban la libertad de hacer lo que deseen por portar las máscaras, ya que la tradición era que cualquier pecado sería perdonado si portabas aquello que tapaba tu rostro, pero... ¿los Dioses realmente respetaban aquella regla?.

Eso era lo que se preguntaba Daerys mientras trataba de dar un bocado a la comida que se encontraba enfrente suyo, pero le era imposible, aun cuando no había probado nada en toda la noche. La culpabilidad lo atormentaba más que el hambre. Su pierna hacía pequeños saltos una y otra vez demostrando que estaba inquieto, esto lo notó enseguida la persona que estaba esperando a encontrárselo de nuevo.

Daerys fijó su vista en dos personas las cuales jamás pensó en verlas juntas, era Aegon quien caminaba tras Jacaerys mientras reía, el castaño lucía avergonzado y arrepentido.

Aemond: ¿qué es lo que te tiene así? -tomo asiento en la silla de a lado causando que el peliplateado se sobresaltase un poco pero sin quitar la vista de aquellos dos-

Daerys: ¿qué hacía Jace junto a Aegon? -pregunto aún pensativo-

Aemond: ignoraste mi pregunta -Aegon soltó una carcajeada y le susurro en el oído a Jace de una forma un tanto extraña para el menor-

Daerys: seguro lo esta molestando... si, debe ser eso -trató de responderse a si mismo las preguntas que pasaban por su cabeza, hasta que escuchó un suspiro por parte de Aemond haciendo que al fin saliera de sus pensamientos- oh lo siento, ¿qué habías preguntado?

Aemond:... siempre estás perdido -dijo en tono bajo acercándose-

"Perdido", esa palabra perseguía a Daerys... o mejor dicho, a Jaden.

Aemond: y de nuevo, me ignoraste -se alejo un poco y se cruzo de brazos con vista a la gente-

Daerys: ¡perdón! No lo hago a propósito, es que... -tomó aire- estoy muy confundido -comenzó a juguetear con la copa de vino vacía frente a él-

Aemond: ¿se puede saber el porqué?

Daerys: ni si quiera yo mismo lo sé -mintió, sabía perfectamente que es lo que le estaba inquietando- quiero ir a dormir -recargó su frente en ambas manos exhausto, Aemond no solo quería saber lo que le sucedía a su hermano... estaba desesperado por poder ayudarlo de alguna manera-

Aemond:... desearía poder comprenderte -Daerys frunció el ceño confundido y levantó su vista hacia él- quisiera entender por lo que estas pasando, pero no tengo ni idea, no le cuentas a nadie tus problemas y cuando te preguntan le restas importancia... ¿por qué? -el menor quedó atónito ante la confesión-

Daerys:... creo que... tal vez, tal vez es porque no quiero crear más preocupación, debo resolver mis problemas yo solo, así que no es necesario que estén al tanto de ellos

Aemond: uno de mis problemas eres tú, Daerys -y era verdad, no era el único problema que tenía, pero si al que mayor atención le ponía-

Daerys: no comprendo a que te refieres

Aemond: eres muy terco, seguramente crees que vas a ser una carga o una molestia si nos cuentas tus problemas, cuando no es así... quiero escucharte -puso su mano sobre la de Daerys y acarició esta sutilmente, luego de unos segundos fue correspondido con la mano del otro sobre la suya junto con una sonrisa que le provocaba sentimientos poco concurrentes-

Daerys:... gracias -dijo sin más, pero fue el gracias más sincero que pudo dar-

Aemond: ¿por qué me agradeces? -no despegaba la vista de las manos las cuales ahora se encontraban unidas-

Daerys: por todo, Aemond -unieron sus miradas, fue ahí cuando el mayor supo que sus agradecimientos eran realmente verdaderos- ¿qué hice para merecer tu preocupación?

𝐃𝐫𝐚𝐜𝐚𝐫𝐲𝐬 - 𝐋𝐮𝐜𝐞𝐫𝐲𝐬 𝐱 𝐌𝐚𝐥𝐞 𝐑𝐞𝐚𝐝𝐞𝐫 𝐱 𝐀𝐞𝐦𝐨𝐧𝐝 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora