𝐃𝐫𝐚𝐜𝐚𝐫𝐲𝐬 - 𝐋𝐮𝐜𝐞𝐫𝐲𝐬 𝐱 𝐌𝐚𝐥𝐞 𝐑𝐞𝐚𝐝𝐞𝐫 𝐱 𝐀𝐞𝐦𝐨𝐧𝐝

❅ 39 ❅

Pov: Daerys

Daerys: mierda... -dije para mi mismo mientras tomaba asiento en mi cama-

Sirvienta (1): mi Reina, ¿desea que nos quedemos a cuidar a Daerys?

Maestre: el príncipe Daerys deberá guardar reposo, será mejor que no estén tan cerca de él por si llega a ser contagioso... aunque de igual manera no se preocupe, es un simple resfriado

Sirviente (2): aún así podemos encargarnos de traerle lo que necesite hasta aquí para que no salga de sus aposentos mi príncipe ¿le parece bien? -todos tenían su mirada puesta en mi, me estaba empezando a incomodar-

Daerys: agradezco su ayuda, pero estoy en condiciones de atenderme solo, así que pueden estar tranquilas

Alicent: ignoren lo que dice, si necesita ser atendido -miré hacia la ventana, había un hermoso cielo nublado... tanto que me maldecía a mi mismo por haberme enfermado y no poder salir a disfrutarlo- déjenlo descansar y vengan de vez en cuando, pueden retirarse -asintieron y salieron del lugar-

Maestre: yo también me retiro mi Reina, como le dije no es tan grave, así que no necesita leche de amapola para los dolores, probablemente llegue a sentir el cuerpo débil, dolor de cabeza y algo de frío, lo mejor será que duerma un poco -se puso de pie dispuesto a irse-

Daerys: gracias Maestre... -dió una leve reverencia junto con una sonrisa antes de irse-

Alicent: le pediré a los guardias que no dejen entrar a nadie, excepto a las sirvientas, ellas también estarán cuidando fuera del cuarto por si necesitas algo -asentí y me recosté con cuidado sobre la suave cama- Daerys... que no entre nadie -no me dió oportunidad de responder y cerró la puerta-

Supongo que lo dijo dos veces para que lo entendiera.
¿Yo metiendo a alguien a mi habitación? Jamás.
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Pov: Omnisciente
Un Aemond no muy contento caminaba por los pasillos, los cuales eran iluminados por antorchas y la luz de los relámpagos que aparecían de vez en cuando.
Sus botas dejaban huellas de agua sobre la alfombra y su cabello dejaba caer gotas debido a que se había quedado a entrenar bajo la lluvia, estaba dispuesto a quedarse más rato ignorando las peticiones de los caballeros pidiéndole que entrara al castillo, pero hubo algo que lo obligó a obedecer.

"Entre mi príncipe, o tomará un resfriado igual que el príncipe Daerys" esas fueron las palabras que lograron convencerlo en dejar el entrenamiento.

Ahora iba camino a ver a su hermano, en todo el día no lo había visto, ni si quiera en el desayuno, por lo que estaba realmente ansioso por verlo.

Mientras tanto Daerys se había puesto a experimentar aprovechando su "tiempo libre", no iba a dejar que la debilidad de su cuerpo le impidiera hacer cosas.
Llevaba rato jugando con el fuego mientras le agregaba sustancias peligrosas, él no lo sabía... pero en una de esas estuvo a punto de hacer una explosión, afortunadamente por obra del destino no fue así.

Daerys: ¿quién? -preguntó al oír que tocaron la puerta, pero no recibió respuesta- ...ahora no estoy para visitas

Guardia: la Reina ordenó que el príncipe Daerys permaneciera solo por este día -logró escuchar al otro lado de la puerta, se levantó de su escritorio y fue a ver quien era- oh... mi príncipe, no debió levantarse de su cama

Su cabello estaba despeinado, las ojeras eran notorias y su nariz estaba levemente rojiza... aún así, dejo sin aliento a la persona que lo buscaba.

Aemond: Daerys... vengo a ver como estas -era de las pocas veces que había logrado verlo desarreglado-