𝐃𝐫𝐚𝐜𝐚𝐫𝐲𝐬 - 𝐋𝐮𝐜𝐞𝐫𝐲𝐬 𝐱 𝐌𝐚𝐥𝐞 𝐑𝐞𝐚𝐝𝐞𝐫 𝐱 𝐀𝐞𝐦𝐨𝐧𝐝

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Pov: Omnisciente

Daerys: te lo agradeceré toda la vida

Aemond: ¿por qué mejor no me lo agradeces de otra manera que no sea con palabras?

Daerys bajó la mirada al sentir un escalofrío recorrer su cuerpo, pero esta vez no fue a causa de las feroces manos de Aemond, sino de la sombra que lo perseguía. Por un segundo juró haberla visto pasar por la puerta.

Un cuervo voló cerca de la ventana por la que anteriormente miraban las estrellas, el sonido de aquel pájaro aterró a Daerys causando que se alejara repentinamente. Se refugió posicionándose a un lado de la cama.

Aemond: ¿qué sucede? No sabía que te daban miedo los cuervos

Daerys: no me asustan, solo no me agradan del todo -Aemond notó su temor, pero su preocupación apareció cuando vió las manos de Daerys temblar-

Aemond: oye... -caminó hasta él- tranquilo, los cuervos que rondan por aquí son mensajeros, están entrenados y no piensan hacerte daño

Daerys: ya lo sé ¿crees que soy estúpido? -el mayor rió ante su contestación tan a la defensiva-

Aemond: temerle a algo no te hace estúpido

Daerys: pero si te hace débil -hubo un breve silencio ante sus palabras-

Aemond: es la primera vez que hablas de esa manera tan... -decidió que era mejor no terminar la frase- ¿en serio te asusta ese pájaro verdad?

Daerys: ya te dije que no y si no me crees no me importa -fue hasta la mesa de experimentos para empezar a acomodar y guardar algunas cosas-

Aemond: ¿que clase de contestaciones son esas?

Daerys se quedó perplejo ante aquellas palabras, eran las mismas que su padre, Ned Stark, le había repetido en varias ocasiones.
Jaden, un niño que solo pensaba en jugar, que decía las cosas sin pensar, se había convertido en otro tipo de persona totalmente diferente, pero por un momento dejo escapar aquel lado de él.

Daerys salió de la habitación a paso rápido desconcertando al mayor, el cual fue tras él.
Llegaron hasta el pasillo más frío del castillo, donde el aire de la oscura noche se filtraba por las ventanas.

El menor fijó su vista en los estandartes que estaban de decoración frente a él, miro detenidamente el de los Baratheon, sonriendo inconscientemente con nostalgia ya que aquella casa le recordaba a una persona en específico.
Pero luego vió al estandarte con un lobo huargo cenizo pasando sobre campo de plata.

Pov: Daerys

Daerys: Aemond... -él estaba atrás mío, no lo veía pero sentía su presencia- ¿qué piensas de la casa Stark? -tardó en responder, seguramente porque no se esperaba aquella pregunta-

Aemond: admiro su lealtad -dijo sin más, tome aire tratando de también tomar valor-

Daerys: ¿y si yo fuera un Stark? ¿Qué pensarías de mí?

Aemond:... -de nuevo un corto pero intrigante silencio antes de hablar- ¿lo dices porque te casarás con la chica Stark?

Daerys: no -voltee atrás mía en busca de él, me lleve la sorpresa de que estaba justo a centímetros de mí- es una simple suposición, si yo fuera el hijo legítimo de un Stark ¿qué pensarías? -lo miraba directamente en busca de honestidad-

Aemond: ¿tú un Stark? -asentí con firmeza- ...entonces podría casarme contigo -abrí los ojos con sorpresa, era la respuesta que menos esperaba-

Daerys: ¿y si no me viera como me veo ahora? -note que frunció el ceño levemente, supuse que no había entendido lo que había dicho- si no tuviera el cabello plateado, si fuera de un color negro oscuro como la noche, y sin el gris de mis ojos... -se inclinó levemente en mi dirección-