♔ 21 ♔

1.4K 140 15
                                    

Pov: Aemond

Ser Criston: bien mi príncipe ¿ya esta listo? -dijo hacía Daerys-

Nos encontrábamos en un entrenamiento, Daerys al fin se había animado a acompañarme por su cuenta, a diferencia de las demás veces que venía por ordenes de nuestro padre.
No podía evitar sonreír cada que lo veía, vestía de negro resaltando sus ojos azul grisáceo que se veían así por el clima nublado. Su cabello estaba despeinado y caían por su cuello unas cuantas gotas de sudor por el esfuerzo del combate... todo eso lograba distraerme por completo.

Daerys: creo que si -habló con la respiración agitada-

Ser Criston: ¿qué recuerda sobre lo aprendido anteriormente?

Daerys: que se debe atacar con la parte puntiaguda -solté una leve burla ante las palabras-

Ser Criston: algo es algo... -dijo en tono bajo- entonces adelante, vuelva a atacarme -me acerque deteniendo la pelea-

Aemond: disculpe Ser ¿esta vez podría pelear yo con mi hermano? -note que el mencionado frunció el ceño-

Ser Criston: no lo se mi príncipe, Daerys por fin está comenzando a aprender, ponerlo contra usted sería algo injusto

Aemond: usted mismo lo dijo, cuando se saca una espada, una pelea justa no es algo que se deba esperar -sabia que mi hermano por dentro le rezaba a los dioses para que Ser Criston no aceptara-

Ser Criston:... bien -sonreí y blandí la espada posicionándome enfrente de Daerys- pero recuerde tener cuidado

Daerys: ¿no podría ser un dos contra uno? Ser, usted podría ayudarme y así aprender observando sus movimientos

Aemond: no, aquí solo estamos tu y yo... solos

Ser Criston: comiencen -ordenó ignorando la propuesta del peliplateado-

Note que a Daerys le temblaba levemente la mano con la que sostenía la espada, eso me mato de ternura.
Estaba ansioso por que intentara atacarme, pero por la posición en la que estaba al parecer era él el que esperaba el primer ataque, así que eso hice.
El sonido de hierro contra hierro se hizo presente, daba envestidas sin piedad pero con cuidado de no llegar a lastimarlo.
Sabia que en cualquier momento podía tirarlo al suelo pero decidí darle un pequeño golpe en el estómago para empezar.

Daerys: agh -se quejo y se agacho con una mano en el abdomen, por un momento me preocupe así que me acerque un poco, pero al cortar la distancia se enderezó de nuevo con una sonrisa-

Me tomó por sorpresa y lanzó un ataque hacia mí logrando rozar su espada contra mi brazo. Sonreí ante el atrevimiento.
Duramos unos cuantos minutos sin llegar a nada, así que hice un movimiento rápido tirando su espada y tomándolo de espaldas con mi espada rozando su cuello. Con ambas manos agarro mi brazo tratando de zafarse del agarre. Sentía su suave cabello rozando mi rostro y su cuerpo golpeando contra el mío de vez en cuando... este niño me mataría algún día de estos por hacerme sentir así.

Daerys: ¡e-esto no es j-justo! -habló con dificultad mientras forcejeaba-

Aemond: primer consejo Daerys, jamás sueltes la espada

Daerys: entiendo, ahora suéltame tu a mi -avente mi espada lejos y con mi brazo rodee su cuello con un poco de fuerza-

Aemond: ¿quieres que sea justo? Bien, también solté la mía. Segundo consejo, todas las personas tienen una debilidad... utilízala a tu favor

Daerys: y-yo.. a-ahh -note que lo estaba ahorcando, afloje el agarre para que pudiera hablar y no lastimarlo, tomó aire antes de hablar- no tengo idea de cual es tu debilidad, por mas que ataco no logro darte

𝐃𝐫𝐚𝐜𝐚𝐫𝐲𝐬 - 𝐋𝐮𝐜𝐞𝐫𝐲𝐬 𝐱 𝐌𝐚𝐥𝐞 𝐑𝐞𝐚𝐝𝐞𝐫 𝐱 𝐀𝐞𝐦𝐨𝐧𝐝 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora