Only You.

Velada (Prólogo).

Antes de comenzar algunas aclaraciones:

1- Este pequeño relato esta basado en un fanart que ví hace un tiempo que luego se transformó en algo más complejo.
2- Es un A/U [Universo Alterno].
3- Loid no es un espía, Yor no es una asesina.
4- Algunas cosas estarán ligeramente alternadas.

~Sin perder más tiempo ¡Disfruten!

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Un pequeño ruido lejano la despertó haciendo que sus ojos se abrieran pesadamente. La oscuridad de la habitación la arropó junto con el pequeño frío recurrente de la noche. Frotó sus ojos lentamente comenzando a tener consciencia nuevamente de su entorno, sintiendo los párpados pesados y su cuerpo como el estado de una roca. Un ligero bostezo se escapó de sus labios para con un pequeño movimiento de cabeza notar la presencia de su esposo justo al lado derecho. Yacía boca abajo con su cabello despeinado y respiración tranquila. Sonrió al verlo descansar, ni siquiera notó cuando llegó, pero se alegraba de tenerlo a su lado por fin.

Se había preguntado todo el día si él las había extrañado tanto como ellas.

Yor se acercó lentamente depositando un pequeño beso en su frente apartando varios mechones rubios  acariciando suavemente su rostro. No quería despertarlo, luego de semejante jornada de seguro estaría sumamente agotado.

—Dulces sueños— susurró.

El pequeño sonido de antes llegó hasta sus oídos haciendo que regresará la mirada al lado izquierdo de la habitación, observando la pequeña cuna cercana a ella. Su instinto se activo de inmediato dejando todo el cansancio que manifestaba hace poco de lado. Movió su mano encendiendo la pequeña luz de la lámpara, haciendo a sus ojos ajustarse al repentino cambio de luz. Se levantó rapidamente llegando a la cuna en espera de que no se tratara de nada malo.

Últimamente había estado muy al pendiente de su pequeña bebé. Era primeriza y continuaba aprendiendo cosas nuevas conforme los días pasaban. Seguía siendo prácticamente nueva en esto y le preocupaba mucho no estar haciendolo bien, encontrándose a menudo muy preocupada de que cualquier pequeño despiste pudiera convertirse en una total desgracia.

Miró dentro de la cuna encontrándose con unos pequeños ojos verdes mirándola con inocencia y atención. Suspiró aliviada al darse cuenta que una vez más, la imaginación fue la causante de dicha angustia y de todos los cientos de escenarios mentales que pudieron armarse en su cabeza, mayormente con desenlaces desfavorables. 

Todo se esfumó al ver que se encontraba bien y despierta.

—Hola, bebé— murmuró dulcemente ganándose la atención de la pequeña criatura. No pudo evitar sonreír al verla, simplemente algo dentro de ella se colmaba de felicidad y amor, olvidándose de todo lo malo en cuestión de segundos—¿Qué haces despierta tan temprano?.

Miró en dirección a la pequeña mesita de noche que tenía observando el reloj [2:35 AM].

—Entiendo, debes tener hambre— pronunció regresando la mirada hacía la pequeña quien comenzaba a chuparse sus manitos, confirmando sus sospechas—ven, podemos arreglar eso.

Yor acercó sus manos levantando su pequeño cuerpo con total delicadeza y cuidado, mientras se aseguraba de sostener su cabeza, tal y como le habían explicado en el hospital una semana antes. Tomó a la pequeña en brazos junto con una manta y un pañal de tela. La bebé gimió un poco y enseguida la arrulló entre sus brazos.