Only You.

Segundo Acto: Cercanía.

Caminó tranquilamente a su lado mientras disfrutaban de una manzana, cortesía de Yor y su pequeño trabajo. Así se enteró de que le encantaban las manzanas y él le habló sobre el acuerdo que mantenía con su madre en cumplir con su pequeño trabajo de mensajero mientras seguía yendo a la escuela, aunque su padre no tenía por qué saberlo.

Los gestos que Yor ofrecía les parecían realmente fascinantes de la mano con su personalidad. Al principio el trato fue meramente cordial y algo incómodo pero luego de conversar un poco más, pudo notar como la faceta tímida se disminuía de a poco.

Con Yor no era distinto.

Temía que tras el recibimiento anterior las cosas se manejaran en un sentido extraño, abriendo paso a cientos de pensamientos con demasiadas interrogantes y una imaginación muy salida de onda. Pensaba que la interacción se acabaría en ese momento pero grata fue su sorpresa al sentirse muy a gusto con él chico. Al cabo de varios minutos, se encontraba riendo y compartiendo una agradable conversación.

Era muy difícil describir la calma que el joven le brindaba, alguien que solo había conocido por casualidad y para él, no era diferente.

Para cuándo ambos se dieron cuenta ya se encontraban lejos de la plaza.

— Perdón por la tardanza— pronunció luego de regresar de la pequeña tienda. Una botiqueria cercana.

Loid se incorporó nuevamente obsequiandole una sonrisa.

— Tranquila, no te preocupes.

Caminaron un poco más por las calles continuando con su conversación hasta que recordó, tenía que volver.

— Tengo que ir por Yuri— habló deteniéndose mientras regresaba la mirada a sus espaldas— y volver a casa.

El chico asintió comprendiendo la situación, aunque siendo sincero no quería dejar de hablar con ella.

— Entiendo— respondió— lo siento, te distraje.

— Para nada— añadió con una vigorosa sonrisa resplandeciente— ¡Me divertí mucho!.

“ ¿Divertirse? Pero si solo caminamos”

— No suelo tener mucho tiempo para mí misma y hoy me la pasé genial— agregó— deberíamos repetirlo otro día.

La propuesta lo tomó por sorpresa, en realidad no esperaba esa reacción por parte de ella. Solo habían conversado por corto tiempo a su parecer, pero aún así, se sentía contento de que ella la hubiera pasado tan bien como él.

— Claro— asintió mirándola dulcemente— sería estupendo.

Yor concordó mostrando el mismo gesto sonriente. Quizás no era muy buena tratando con personas debido a su timidez, pero eso no fue un impedimento el día de hoy siendo muy agradable y entretenido.

— Hasta luego— se despidió con un pequeño gesto.

— ¡Oye!— llamó antes de verla tomar camino. Yor giró de inmediato, siendo presa de su mirada carmesí— ¿Te volveré a ver?.

Preguntó repleto de una ferviente duda. Hasta donde le había dicho, vivía bastante lejos. Contempló cómo la joven río suave para luego ser testigo de la más brillante sonrisa.