Sexto Acto: Búsqueda.

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Caminaba por el pasillo luego de terminar su descanso regresando al trabajo. Los años que transcurrieron sirvieron para progresar en cuanto atender a los distintos pacientes y heridos. Yor se había abierto paso en aquella realidad compleja adaptándose muy bien a las distintas circunstancias, convirtiéndose en toda una mujer con el paso del tiempo. Aunque todavía permanecían en aquel estado caótico debido al conflicto entre naciones. Seguía manteniendo la promesa de proteger a su hermano, siendo lo único que le otorgaba los animos suficientes para continuar.

Ese día en especial cumplía con sus deberes en el hospital atendiendo a los distintos heridos brindándoles los cuidados necesarios. El turno de cambiar los relevos llegó luego de una pausa, continuando así hasta el final del día.

— Yor— escuchó a una de sus compañeras prestándole atención— ¿Puedes atender al paciente de la habitación 14? Es el último de la ronda anterior y pronto será mi descanso.

— Por supuesto— aceptó.

Tomó los insumos que necesitaría en una bandeja caminando hasta la habitación. Por lo que escuchó se trataba de un hombre joven que había sido trasladado de un campamento cercano a los límites de la frontera con Westalis. Al momento estaba herido y recibía cuidados luego de encontrarlo varado por varios días sin comida ni agua. Fue un milagro que sobreviviera, sin embargo ya estaba al tanto del comportamiento que adquiría a la hora de tomar sus medicinas y cambiar los vendajes.

No le sorprendía que le pidieran a ella hacerse cargo.

— Buenas tardes, con permiso— anunció cordial entrando a la habitación dejando la bandeja en la pequeña mesa a un lado— me encargaré de atender sus heridas.

Giró en dirección a la cama encontrándose con aquel sujeto de abundante cabello rizado oscuro y rostro cuadrado. Los ojos del hombre se vieron iluminados por el aspecto de la mujer joven que ahora tenía delante suyo.

— H-Hola— pronunció con voz temblorosa— es...u-un placer.

Yor se acercó preparando los vendajes que utilizaría retirando los que ya tenía puestos antes de comenzar. Concentrada en su labor notó rapidamente cómo cada que tomaba el brazo del rizado esté se tensaba. Al principio creyó que se debía a lo que sabía que vendría, preparándose mentalmente para lo peor.

— No tengas miedo— intentó tranquilizarlo humedeciendo las gasas— prometo que seré cuidadosa.

— N-No es éso— balbuceó— es que...n-no recuerdo ser atendido por una mujer tan hermosa.

Yor enseguida levantó la cabeza observando sus mejillas tornarse de color rojo reflejando un desbordante nerviosismo.

— Me halaga que lo diga— contestó  acercando sus manos al abdomen empezando con la tarea— pero no es correcto salir con pacientes.

Escuchó un quejido por parte del sujeto quien de inmediato se aferró a las sábanas pidiendo piedad. Estaba herido en la parte superior de su abdomen incluyendo el hombro, clavícula y parte del brazo izquierdo con algunas cortadas y abrasiones. Intuyó casi al instante que había estado involucrado en algún tipo de pelea debido a los distintos moretones esparcidos pero le sorprendía que lejos de eso estuviera prácticamente ileso.

— No es la primera chica que me rechaza...¡Auch!— se quejó sintiendo el ardor recorrer el área— la última enfermera no pudo dirigirme la palabra.

— Lamento escuchar eso— mencionó terminado de limpiar aplicando el medicamento— debió ser desagradable.

— Ya estoy acostumbrado a decir verdad ¡Ay! ¡Ay!— soltó con algunas lágrimas contenidas en sus ojos. No sabía que dolía más, el rechazó o sus heridas— pero aún no me doy por vencido ¡Auch!.

Only You.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora