Esperaba que mi actitud no despertara sospechas a Luisa, aunque había días que ya no dormía con ella y no por falta amor, sino que los planes de guerra y los enfrentamientos día con día estaban peor. No había día que llegaran malas noticias, no sabía si esta guerra tendría sentido para mi reino, mas bien sabía que perjudicaba mas a mi gente que lo que podría ganar en esta estúpida guerra.
Sin embargo no puedo ser tan egoísta el padre de la mujer que amo estaba en peligro, y no podría soportar la idea que el rey Gonzalo fracase y muera en el intento, y más cuando necesita de mi ayuda y yo no haga caso a tal circunstancia, no podría soportar los reclamos de Luisa por no haber hecho mi papel de marido ejemplar.
Aún no pierdo la esperanza que algún día esto termine lo más pronto posible, cada día anhelo la idea de pasar con ella el resto de mis días, estar entre sus brazos y que me llene con sus besos día con día así como el aroma de su perfume, su sonrisa y su belleza que al despertar a mi lado deslumbra tanta ternura, dulzura y mucho amor.
El enfrentamiento cada vez era mas fuerte y comprometedor, sin ningún momento de descanso para pensar en tácticas ideales para poder vencer al enemigo. Pronto tendré que partir al campo de batalla y emprender un viaje con un destino desconocido para mi. No tengo miedo a la muerte, tengo miedo en regresar como un perdedor ante mi pueblo y sobre todo temo el no poder volver a ver a Luisa, mi vida y mi alma.
Nuestro contrincante cada vez era mas poderoso, a pesar de tener las tropas con mayor número de soldados, nuestras tácticas no eran lo suficientemente adecuadas para vencerlo, tendríamos que pedir ayuda a los países vecinos, que por desgracia no nos han dado una respuesta aún. Pero mi pueblo no es débil, es muy fuerte pero cada batalla perdida en estos últimos meses y las vidas que nos han cobrado han sido tan decepcionantes para ellos que ha provocado que sus ánimos de guerreros desciendan al final de cada batalla.
En un par de días tendré que irme, necesito pensar en no levantar sospecha alguna para Luisa, sería devastador saber que su padre esta a punto de la ruina y que yo correré el mismo peligro en nuestra guerra sin final.
Pero hoy será un día especial para ella, le daré uno de esos días que será tan feliz que no podrá extrañar mi ausencia. Si, esta noche llegaré entre sus brazos y le haré el amor como tanto le ha gustado a ella.
Y mañana... mañana será otro día. La llevaré aquel lugar alejado del reino, donde esta ese hermoso lago y bajo la puesta del sol, le confesare lo mucho que la amo. En ese lugar tan especial para mi, que en estos momentos lo que necesito es sentirme libre aunque sea por unos momentos.
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Entre el Amor y el Odio
RomanceNi Luisa de la Vega ni mucho menos Erik Ballesteros sabían que el destino les haría pasar una mala jugada con respecto al amor. Apesar de las intrigas, de su matrimonio arreglado, envidias, celos, etc. Ellos serán los únicos en decidir si elegir ent...