Entre el Amor y el Odio

La nueva huésped

Los días pasaba y había días que no podía verlo, sentía un enorme nudo en mi corazón de saber lo que realmente que le pasaba pero no me decía nada mas que:

- Amor, amor mío. Todo esta en orden no te preocupes por mi solo que me siento muy agotado y es normal que esto me este pasando hay mucho que hacer todos los días. Pero mi amor por ti sigue en aumento.- me dijo después de darme un beso en la mejilla y quedarse dormido profundamente.

En ocasiones ni lo veía, prefería dormirse en la habitación de a lado para no despertarse a las altas horas de la noche que escuchaba que llegaba a dormir. Eran más los días que sentía su ausencia, pero los pocos momentos que podía tener a su lado los disfrutaba con toda mi alma.

- Mi niña disculpe que te moleste.- entró en mi habitación con mucha agitación Mary.

- Mary entra ándale. ¿Qué pasa, estas bien?.

- Si mi niña, he recibido una visita muy importante para mi se trata de mi única y querida sobrina Úrsula, ella esta desamparada, temerosa y sola en este mundo por eso es que a acudido a mi para ayuda. Mi querida niña ¿Crees que podríamos contratarla? Se que no hay lugares disponibles, pero ella puede ayudarme mucho a mi en mis labores, ya ves que cada día soy más anciana y me cuesta mucho esfuerzo realizar ciertas tareas. No quiero decir que disminuyas mis labores, pero me siento ya cansada. - me comentó Mary.

- Mary, tu sabes bien el presupuesto que mi esposo nos da para los servicios de la casa, pero sin embargo creo que no hay problema en contratar alguien más y sobre todo si es tan importante para ti. Yo solo quiero que estés bien con nosotros, estés cómoda y muy feliz. Si tu sobrina es importante para ti como ya me lo has dicho, tienes mi consentimiento para poder contratarla y ayudarte en tus labores.

- Mi niña sabía que podías ayudarme, gracias mi niña muchas gracias.- se marchó con una sonrisa de lado a lado.

Ya casi no cocinaba había días en los que me sentía cansada, fatigada, con dolores de cabeza, náuseas y mareos. El doctor me había dicho que podría ser una infección estomacal de algún alimento mal preparado o en mal estado. No creía que eso fuera posible porque yo siempre escogía las frutas y verduras para su preparación. Aunque no siempre cocinaba y lo hacían los encargados de la cocina y más en estos últimos días que no me sentía con ganas de levantarme de la cama.

- Buenas tardes mi señora vengo a ponerme a su disposición. Me llamo Úrsula y soy la sobrina de Mary. Quiero agradecerle el gesto tan noble que tuvo conmigo al contratarme y darme un techo donde dormir. Siempre le estaré muy agradecida.- me dijo la joven muchacha, que por cierto era de buen ver. Pero había algo en su mirada que me aterraba.

- Mucho gusto Úrsula y bienvenida. No tienes nada que agradecer, solo te pido que seas tan eficaz como Mary me ha informado. No quiero tener ningún reporte sobre ti de ningún tipo. Tus obligaciones serán las que Mary te mande y ordene. Debes de cumplirlas al pie de la letra y será suficiente para que puedas quedarte.

- Muchas gracias mi señora. ¿Le puedo ayudar en algo?

- No gracias, dile a Mary que venga por favor.

- Si señora como usted lo ordene.

El baño de burbujas me sentó de maravilla quería dormir esa noche tan profundamente que tome una deliciosa ducha. Me seque el cuerpo y me puse mi bata de baño en lo que cepillaba mi cabello cuando Mary llamó a la puerta.

- Adelante. Mary necesito por favor que me envíes mañana unas toallas limpias, más jabón para el baño y también esencia de perfume que tanto me gusta creo que se me ha terminado. Ah otro favor, cuando llegué mi esposo le puedes decir que... bueno no tiene importancia.