Días sin consuelo

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DÍAS SIN CONSUELO

Ya habían pasado tres meses desde la ausencia de Erik, no tenía noticias de él y mucho menos no sabía donde se encontraba pero aún así yo seguía luchando por la salud de mi bebé, será un gran niño fuerte y sano igual que su padre. Justo como su padre.

Rafael siempre estaba al pendiente de mi que me dejaba sola y en las noches cuando recaía de repente él siempre estaba en vela cuidándome. Era un gran hombre lleno de valores y sentimientos hermosos. Y gracias a él, he encontrando una nueva forma de ver las cosas y poder salir adelante con la nueva esperada llegada de mi bebé y sin la presencia de Erik.

Como lo extrañaba, no había día que no pensará en él. Rezaba todos los días para que regresará o tener noticias de él. Pero no había tenido éxito todavía no perdía la esperanza aunque en ocasiones dudaba de que las cosas entre él y yo estaban bien.

Se marcho sin avisar y mucho menos sin ninguna explicación. Mi mente daba vueltas buscando mil respuestas, pero muchas de ellas no me agradaban. Los días sin él eran eternos y solos, en ocasiones lloraba descontrolada y en otras simplemente miraba hacia el lago como si sintiera que estaba con él.

La soledad con el paso de los días se apoderaba de mi, pero tenía a Rafael y a Mary que nunca me dejaban sola ni mucho menos que mi ánimo se cayera al piso.

- Hazlo por el bebe Luisa, la criatura no tiene la culpa. Tal vez tu estas imaginando cosas que no son. Nosotros no tenemos ni idea de las obligaciones que tiene un rey, pero sin embargo debemos de mostrarle nuestro apoyo y que estamos con él. Algún día tiene que regresar y verás que nada a cambiado.

Siempre era lo que me decía con frecuencia Rafael, pero para mi eran palabras vacías y sin sentido. Pero admiraba su entusiasmo que me contagiaba de el siempre que platicábamos durante largas horas, olvidaba mi soledad y me hacía reír varias aveces al día. Pero al llegar la noche, todo se volvía vació y obscuro.

- Ay mi niña no me gusta verte así, daría lo que fuera con tal de no verte así y mi niño regresará lo antes posible para que las cosas sean como antes.

- Es muy sencillo Mary, solo necesito que me digas todo lo que sabes. ¿Qué no te das cuenta que sé que me escondes algo? Por años has sido la nana de Erik y se lo mucho que te estima. Sabes algo y tarde o temprano lo sabré y espero que no sea demasiado tarde, porque tienes mi confianza y mi cariño, pero si es algo más allá que lo rebase no sabré si podré perdonarte. Porque todo esto es muy extraño para mi. Erik no es así.

- mi niña mía, no me digas esas palabras tan feas. De verdad que no se mucho sobre el joven, porque sabe que me tienes aprecio y no quiso comentarme a detalle, pero cuando él venga con buenas noticias te darás cuenta del gran hombre que tienes como esposo y de lo capaz que puede ser para hacerte feliz. Le diré a Úrsula que te traiga la cena mi niña. Buenas noches.

No creía ninguna palabra de lo que me decía, sabia que algo escondían e incluso su propia sobrina y todo el mundo sabía pero se empeñaban a ocultármelo como si no pudiera sobre llevar la situación. Si tanto me quería Erik no debió irse sin decir ni una palabra. Pero llegará como me decía Rafael, y será en ese momento que es lo que esta sucediendo. Pero antes averiguaré toda la verdad.

Pero en los últimos días no me sentía nada bien, ni Rafael se podía explicar lo que me estaba sucediendo. La infección del estómago había cesado días anteriores, pero ahora era diferente el malestar. Siempre me sentía cansada, sin ganas de salir al jardín, incluso de levantarme de la cama. Pasaba varios días a la semana acostada y dormida durante todo el día. Rafael le preocupaba mi situación.

Entre el Amor y el OdioWhere stories live. Discover now