¡HOGAR! DULCE HOGAR

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Las puertas se abrieron en frente de mí no podía creer que había regresado al que alguna vez fue mi hogar, mas bien siempre fue mi hogar. Nunca debí de haber salido de aquí, ni mucho menos haber aceptado ese estúpido arreglo matrimonial. Esperaba de corazón que mi padre aceptará esta separación, era lo más sano que podía hacer para que yo pudiera ser feliz.

- ¡Hija mía! – mi madre me recibió con los brazos abiertos y llena de amor y orgullo de que fuera a visitarla. Si solo supiera que no me quedaría temporalmente sino que para siempre a su lado hasta verla envejecer y yo misma los cuidaría a ella y a mi padre. En mi corazón solo ellos serán los únicos que estarán en él.

- Madre – no pude evitar llorar cuando estuve en frente de ella cuando me abrazo.

- Lo sé hija mía lo doloroso que es, hasta yo misma no lo puedo terminar de aceptar ni mucho menos creer que ya no estará con nosotros. Pero pasa hija mía pasa necesitas descansar y ya después para cuando llegue estar fuertes y despedirnos de él.

- Madre ¿No se de que me hablas? Él no vendrá, ya no vendrá. No quiero verlo ni hoy ni nunca.

- Se hija mía que estas muy dolida por todo lo que te obligo hacer para el bien del pueblo, pero debes saber perdonar y sobre todo seguir adelante.

No entendí las palabras de mi madre pero lo único que quería hacer después de un largo viaje de muchas horas, regrese a lo que una vez fue mi cuarto y en cuento me recosté en mi cama me quede en el más profundo sueño que no quería nunca despertar.

Al día siguiente me desperté con dolor de cabeza tan insoportable y con un hambre feroz que podía devorarme un puerco entero. Me tome el tiempo para tomarme un rico baño en la bañera con burbujas aromatizantes y perfumes relajantes. Salí del baño y en mi cama ya aseada me esperaba un vestido negro hermoso de seda con encajes listo para mí. Debía ser un regalo de mi hermosa madre que estaba preocupada por mí. Pero ese día era un nuevo comienzo de una etapa nueva en mi vida así que era hora de ponerme bonita y elegante con un hermoso vestido que resaltara mi belleza que siempre relucía ante todos.

Así que ignore ese hermoso vestido y lo guarde en el closet. Decidí ponerme un vestido rosa pastel lindo, me retoque el rostro y el pelo y estaba lista para salir.

No sabía exactamente que quería para alimentarme pero lo que fuera era lo de menos aunque seguro sería un delicioso almuerzo porque nuestra cocinera real siempre había sido tan buena con los alimentos que nunca nada le quedaba tan desagradable. Fue de ella quien yo aprendí varias recetas de cocina y mil consejos más.

Baje elegante y alegre sobre las escaleras como solo yo sabía hacerlo. Por mi mente pasaron mil cosas, miles de planes de mi nueva vida y todo el hermoso comienzo de una nueva vida que estaba a la vuelta de la esquina.

Mientras bajaba empezaba a darme cuenta que algo andaba mal. Había mucha gente vestida de negro como si asistieran a un funeral. ¿Pero que hacía esa gente en mi casa? ¿A qué funeral asistirían?. Toda la gente se me quedaba mirado con una mirada tan extraña, me sentía fuera de lugar, no sabía exactamente que estaba pasando. ¿Que hacía esa gente en mi casa?.

Al terminar de bajar las escaleras pude observar que toda la gente veía hacia el salón principal, toda la gente de la alta sociedad estaba ahí. Mucha gente me sonría, otra lloraba sin cesar al verme pasar y otra simplemente bebía vino sin decir nada. ¿Qué demonios pasaba?.

- Lo siento hija, fue un gran hombre.

- Verás que todo será diferente, serás igual de feliz que siempre.

- Siempre tendrás nuestro apoyo querida sobrina.

Era increíble que toda esa gente ya supiera lo que había pasado con mi matrimonio pero no entendía sus palabras tan extrañas y sin sentido. A ese hombre que alguna vez fue mi esposo ya no lo quería ver ni saber de él jamás en toda mi vida. Caminaba hacia donde mi corazón me decía hasta llegar al salón principal. Cuando ví algo que jamás me imaginaba ver en esos momentos, más bien nunca en mi entera vida. Camine extrañada y llena de dudas que lo que estaba pasando no entendía nada. Solo deseaba que todo eso terminara, cerrar los ojos y que al abrirlos esa horrible cosa desapareciera de mi vista.

Entre el Amor y el OdioWhere stories live. Discover now