Venganza Atrapada ||Wenclair

malgranda apartamento

Un bar, ¿que tan mala idea era?

Una muy mala, pero sabía que sólo asi tendría una oportunidad de encontrar a ese estúpido niño Galpin.

Después de todo, la mejor medicina para las heridas era el alcohol.

Más si acababas de perder a tu ''mejor amigo'' 

Era obvio que no eran solo amigos. 

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Ese estúpido lugar olía a desesperación humana, hormonas... y muerte. 

Le encantaba. 

Era mas que obvio que no podía simplemente entrar, alguien la podria reconocer... algo que una peluca y ropa no pudieran arreglar.

Podría tener ventajas con el ''disfraz'' porque ¿que idiota no seguiría a una chica con pinta de Barbie?

Al entrar pudo distinguir rápidamente a Tyler. 

Después de todo, reconocería la sangre de el idiota que la torturo por meses, y su misión seria acabar con todo aquel que estuviera relacionado con Donovan Galpin. 

-Hola -dijo la azabache mientras se sentaba a un lado del castaño -¿Estas bien?, te ves del asco. 

-Tuve un día del asco -confeso- no es lindo saber que el amor de tu vida esta muerto... 

-Uhg, se escucha como una completa tortura -Tyler creyó que al fin alguien lo entendería, que idiota.

los Addams adoraban la tortura.

-Lo fue, nadie me cree... -Confesó con miedo a que aquella chica linda se alejara-  todos creen que estoy alucinando, incluso llegaron a creer que yo lo mate. 
Eso fue hace ya... no se, ¿tres días y medio?

-No puedo creer que no te creyeran... o que te culparan -estaba molesta, ¿como le iban a dar los malditos créditos de algo que ELLA hizo, a un patético chico? -se ve que necesitas desestresarte. 

Se acerco para estar cerca de su oído, toda esa música le hacia imposible hablar con el muchacho. 

-¿Desestresarme? -pregunto, tal ve estaba mal interpretando toda la situación, tal vez esa chica solo le recomendaría un psicólogo.

-Si... solo, ven conmigo -acaricio su brazo, levantándose mientras le hacia una seña para que la siguiera. 

Tyler sonrió en grande, levantándose para seguir a la ahora rubia.   

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-No tan rápido galán -pidió Merlina, separando al castaño que se aproximaba a besarla. 

-¿Eh?, ¿por que? -estaba aturdido con lo que pasaba, que acaso no habían ido por eso.

-Antes te quiero enseñar algo -tomo su mano, llevándolo a la sala de aquella mansión. 

-No se si sea el alcohol, pero este lugar se me es muy conocido -explico mientras merlina lo lanzaba al sofá y se sentaba en su abdomen. 

-Es acogedor, no, me la heredaron mis padres desees de asesinarlos.

-¿Cómo?

-Que me la heredaron mis padres después de morir... -se acerco y comenzó a besar un poco su cuello, apagando todos sus sentidos -¿conoces...? ¿conoces el asesinato de la Dalia Negra?