𝕰𝖑 𝕹𝖎𝖓̃𝖔 𝕯𝖊𝖑 𝕾𝖚𝖑𝖙𝖆𝖓

☦︎ 𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜-𝑡𝑟𝑒𝑐𝑒 ☦︎

La tensión era obvia en el aire, Izuku sentía el frío metal rosar con su garganta, nadie movía un solo dedo, si lo hacían había el riesgo de que Izuku fuese quien pague las consecuencias.

Por su parte Camie observaba todo divertida, nadie la iba a apartar de su pequeño, sin pensarlo mucho se puso derecha, sin mover la navaja de su cuello, miro con reto a Bakugo.

— Así que Katzuki, se buen sultán y haste a un lado — la sonrisa de Camie era enorme, había ganado esa vez eso era obvio.

— Mierda maldita perra, tú...— Bakugo cerró la boca al ver que la navaja se acercaba más al fino cuello del pecoso.

— ¡Cállate! ¡¡Ya te eh escuchado por muchos años, tú y tus estúpidas palabrerías sobre casarte con Izuku!! ¡¡Soy mucho más digna que tú!! — la furia se veía reflejada en sus ojos, sus manos temblaban con la navaja en manos, todos estaban preocupados que en un mal movimiento la castaña lo lastimara; sin embargo para Izuku fue más una oportunidad.

Analizo bien su situación, Camie estaba envuelta en ira, todos se mantenían quietos y sus manos seguían atadas, pero, frente suyo, así que tenía cierta movilidad en estas.

Sonrió frustrado, aunque con una idea, la mano de Camie seguía temblando, era peligroso pero quizá buena idea.

Sin pensarlo más se movió brusco intentando apartarse de Camie, logro su cometido haciendo que está soltara  la navaja y él pudiera ir con Katzuki.

— ¡Deku! — el rubio grito totalmente feliz de que Izuku pudiera salvarse por sí solo, pero, no se confundan, Camie siempre tiene un as bajo la manga y está vez, fue lanzar la navaja en dirección a Bakugo, Izuku se dio cuenta de eso, así que simplemente se detuvo y dio la vuelta recibiendo el golpe él, muy cerca de sus costillas.

— ¡Izuku! — Kirishima preocupado, suspiro, pateo a Camie dejándola inconciente, no era correcto pegarle a una dama, pero en esa situación lo ameritaba.

Izuku miraba un tanto horrorizado cómo la sangre salía de su abdomen bajo, Katzuki reaccionó ante el shock y desato a Izuku, tiró la cuerda a algún lado y fue recogida por los demás para amarrar a Camie.

— Mierda Deku, tranquilo, vamos a sacarte de aquí pronto — El mayor rasgo un poco la capa que tenía, para amarrar el abdomen de Izuku evitando que saliera más sangre.

— Tranquilo Kacchan, debes ir con Mitzuki-Sama y ayudarla, también con Masarau-Sama — aseguro el menor apoyando al mayor.

Los ojos de Katzuki se abrieron en sorpresa, para luego bajar la mirada y apretar la mandíbula, sus ojos se empezaban a aguar ante la mención de su padre, solo negó.

— No Deku, ahora me importa quedarme contigo, yo...— Izuku le puso un dedo sobre sus labios callandolo, Izuku le dio una sonrisa juguetona.

— Tranquilo Kacchan, ve con tus padres, yo me quedaré con ellos, está herida no me hará caer — dijo seguro de si, Bakugo chisto, miro a el montón de idiotas detrás suyo.