𝕰𝖑 𝕹𝖎𝖓̃𝖔 𝕯𝖊𝖑 𝕾𝖚𝖑𝖙𝖆𝖓

capitulo 17

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Eso... Quiere decir entonces ¿Qué mamá se perdió en una masacre y tú la buscaste por años hasta que te enteraste que tenías un hijo, osea yo, y por eso estás aquí buscándome? - el rubio asintió a lo dicho, vio al pecoso de arriba a abajo, era muy hermoso.

- Incluso te pareces a tu madre - afirmó el mayor, Izuku se sonrojo levemente.

- Aver si entendí, tu, conociste a la madre de Deku siendo ella un lavandera de tu pueblo, tu eres el líder y te enamoraste de ella y viceversa, pero un día llegaron los del reino de Tomura y con eso perdiste a tu esposa que estaba embarazada, lograste derrotar a los enemigos y buscaste a tu esposa, te enteraste que estaba muerta, ero tu hijo no, lo que resulta que te hace mi suegro - el rubio iba a asentir, pero después hizo una nueva de disgusto.

- ¿Suegro? Todo lo demás es correcto solo lo último no, joven sultan Bakugo.

- Señor...

- Dime papá.

- A si, señor papá, Kacchan es mi prometido y por lo tanto su suegro.

- ¿Eh? Entiendo que hay una confusión aquí, mi hijo no está comprometido con alguien más - aseguro levantándose del suave colchón.

- Claro, solo está comprometido conmigo - solo vieron al mayor fruncir el seño.

- En fin, ya que nos hemos encontrado ¿Que te parece pasar un tiempo en tu casa Izuku? - el menor se levantó emocionado, amaria aquello.

- ¡Si! ¡Kacchan vamos! - el rubio se acercó a Izuku, lo tomo de la muñeca y lo saco del cuarto.

- Deku, no podemos irnos así como así, te recuerdo que ahora soy sultán a tiempo completo, irme sería un desastre para la nación.

- Pe-pero... Es mi padre Kacchan, no puedo solo dejarlo, además, realmente me gustaria conocer el lugar donde vivio mi madre - el menor le vio suplicante, Bakugo por su parte no sabia que hacer, no podia dejar a su pueblo solo, pero tampoco podia dejar a su pequeño solo.

- Agg - el cenizo llevo una de sus manos al puente de su nariz, vio a Izuku a los ojos, mierda - no... Y cuando digo que no, es no Deku.

Unas horas más tarde.

- ¿Cómo termine aquí? - Bakugo iba sobre un caballo con Izuku durmiendo sobre su espalda abrazándolo como un peluche, al menos eso había sido ventajoso.

- Joven sultán Bakugo, déjeme hablar seriamente con usted.

- ¿Si sabe que no necesito que sea tan formal verdad? - el rubio no le prestó mucha atención.

- Escuché, su relación con mi hijo no es algo que yo apruebe, mi hijo merece... - el mayor lo vio de pies a cabeza - algo mucho mejor.

- ¡¿Eh?! ¡Repita eso! - el rubio comenzó a ir más rápido, el cenizo sintió a Izuku apretar más su cintura, si ese viaje lo valía era solo por el pequeño pecoso, él tuvo la virtud de tener a sus dos padres junto a él, no sabía el dolor que Izuku debió vivir desde tan pequeño.