Overlord: "El Supremo"

Capitulo 3: "Los primeros pasos"

Con la mirada perdida en la luna, Momonga solo podía pensar en lo afortunado que se sentía de poder estar en esta situación.

Literalmente, había logrado "escapar de su realidad" al haberse teletransportado con su avatar de Yggdrasil junto con la tumba de Nazarick a un nuevo mundo. Un mundo que no se hallaba contaminado por las desastrosas maquinarias productos de la ciencia que no hacía más que generar beneficios para los ricos y poderosos a costa del medio ambiente.

Las maravillas que tenía ante sus ojos, más allá de que ya era algo que había sido capaz de conocer al comenzar a jugar Yggdrasil, lo asombraban. Todo era real. El viento, las nubes, el cielo, las estrellas...

Jamás habría sido capaz de experimentar algo igual, puesto que esto era algo que su hogar original había dejado atrás con tantos años de "evolución" en tecnología, lo que acabo por agotar todos los recursos del planeta y obligo a la humanidad a buscar fuentes alternativas con las cuales poder subsistir.

_"(No puedo dejar que lo mismo ocurra aquí...)" - Con solo ver sus alrededores, le basto para entender que era un lugar completamente distinto a el otro mundo. No era ningún ecologista ni un protector de la vida salvaje, pero vivir durante 20 años en un lugar en el que no puedes salir de tu casa sin una máscara de gas ya que la atmósfera está jodida le hizo comprender que debía hacer algo. No deseaba tener que volver a pasar por lo mismo, el sitio en el que se encontraba ahora mismo era prueba suficiente de que vivir así era una mierda.

Con detenimiento, Momonga cerro sus ojos y inhaló profundamente, reteniendo el aire y la sensación de sus pulmones ser capaces de disfrutar de oxígeno sin contaminar. Y luego, exhalo.

El ruido de una avalancha en la superficie lo hizo bajar la mirada hacia la tierra. Nubes de tierra y polvo seguidos de grandes cantidades de tierra comenzaron a acumularse alrededor de las paredes de la tumba, para que luego, estas fueran cubiertas por una capa de pasto, simulando ser pequeñas elevaciones naturales de superficie terrestre las cuales cubrían perfectamente los muros de Nazarick.

_"(Magia de tierra...)" - Luego, noto cierta aura verde brillante provenir de encima de una figura encima de los muros.

_"Ese es..." -

_"Mare, mí señor. Parece que ha llevado a cabo su orden tal como se lo pidió" - Albedo se coloco a su lado, y poso su vista sobre el niño elfo que se hallaba sobre los muros. Después, miro a Momonga, para hacerle otra pregunta.

_"Irá a verlo?" -

_"Mmmm... Si, vamos" - En respuesta, tomo el casco y se lo coloco de nuevo, escondiendo así su rostro y su cabello.

Junto a Albedo, ambos descendieron de los cielos, acercándose cada vez más hacia la superficie.

Sobre los muros de Nazarick, Mare levanto su bastón una última vez para conjurar un hechizo que daría por terminada su tarea. La tierra se terminó de acumular alrededor de las paredes, y ahora, rápidamente comenzó a ser cubierta por una capa gruesa de pasto, lo que le daba el aspecto de ser una pequeña elevación montañosa.

Mare miro su trabajo con felicidad y alivio durante unos momentos. A punto de irse, sus oídos captaron algo acercarse a él, por lo que giro su mirada hacia la derecha, notando como un par de figuras bajaban del cielo.

_"Señorita Albedo! y Señor... Momonga?" - Mare poso su vista en la primera persona reconocible a la vista, hasta que se fijo en la enorme armadura negra que descendía junto a ella.

_"Mmmm, veo que mí disfraz no consiguió engañarte" - Expreso Momonga con voz ofendida. Ambos lograron tocar el suelo, y Mare rápidamente se acercó a ellos.