Capítulo 2

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Tan pronto como Minwoo dio en el blanco cinco veces seguidas, Yunho puso fin a la lección. Le llevó a Minwoo tres horas lograrlo, y todos dejaron escapar un profundo suspiro de alivio cuando terminó. Mientras Donghae enseñaba a Minwoo los pasos para limpiar su arma, Yunho se acercó a la diana para verlo mejor. Tenían dianas de dos tipos, unas con forma humana, y otras con forma de aves. Habían usado con Minwoo la versión de aves de corral y Yunho se acercó para ver cómo le hubiera ido a su hermano pequeño, si hubiera disparado contra un verdadero Cuervo.

Dejó escapar un lento silbido de decepción. «No es bueno en absoluto». La mayoría de las veces, la bala apenas había rozado el contorno. Sólo uno de los disparos había golpeado un ala y solamente había dado en la punta de su envergadura. Lo suficiente como para que doliera como el infierno, y tal vez haría más lento al enemigo durante un rato, pero no lo suficiente como para contener un ataque. Tenían que enseñar a Minwoo cómo disparar a la cabeza o al corazón, y tenían que hacerlo rápido.

Yunho apretó los puños cuando una familiar sensación de inquietud se apoderó de él. Algo que le decía que se avecinaban problemas. Se podía llamar sexto sentido, o ESP , pero había aprendido a confiar en él durante años de estar en guerra, y sabía que algo grande se les venía encima y que llegaría pronto. No estaban ni de cerca preparados para eso.

—¿Puedo irme ahora? —Minwoo le preguntó una vez que hubo terminado de limpiar el arma con las indicaciones de Donghae.

Sin volverse, Yunho asintió. Los sonidos del martilleo de los pasos de Minwoo resonaron en la sala vacía como si fueran un reactor, no dudaba que iba directo a la oficina de Donghyun.

—Está mejorando —Donghae comentó cuando llegó y se quedó de pie detrás de Yunho.

—No lo bastante rápido. —Yunho rasgó airadamente la diana y la rompió por la mitad.

Donghae alzó una ceja por su arrebato. Aunque en otra persona habría sido algo sin importancia, con Yunho estaba cerca de ser un berrinche.

Desde que había asumido el liderazgo, siempre se había enorgullecido de mantener un frente tranquilo. Mientras que Amber y él habían sido libres de mostrar sus emociones y ser ellos mismos, Yunho se había obligado a ser siempre frío y distante. Una coalición era tan fuerte como lo fuera su líder, por lo que no podía permitirse el lujo de mostrar siquiera una fisura de debilidad. Eso podría traer sobre ellos otro ataque, o peor aún, la discordia entre los de su propia clase. Si iban a derrotar a los Cuervos alguna vez, los felinos necesitaban toda su fuerza.

—Es hora de que cambies al café descafeinado — Donghae cortó, mientras su mirada se quedaba en los jirones de papel que cubrían el suelo.

—Sorpresa, capullo, nosotros lo hicimos hace muchos años atrás para poder tolerar vivir contigo. —Yunho le regresó con facilidad. A pesar de que la tensión estaba bailando el mambo en sus entrañas, lo hacía sentirse mejor recurrir a las mismas bromas de mierda que siempre había compartido con Donghae. Eran las únicas veces que sentía que podía ser él mismo.

—¿Quieres hablar sobre lo que realmente te molesta? —Donghae pateó uno de los trozos de papel con su bota—. No puede ser solamente que Minwoo apunte de pena. Lo ha estado haciendo así desde que era un bebé.

Yunho hizo una pausa para darle a Donghae una mirada confusa. —¿Cómo puedes saber eso?

—Una vez, mientras le cambiaba el pañal, trató de hacer pis sobre mí, pero acertó a Jin en mi lugar.

—Lo recuerdo. —Yunho sonrió a pesar de su mal humor.

—Así que, ¿me vas a decir lo que está pasando? — Donghae se puso serio.

Serie de los CP 04 - Intenciones CarnalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora