Capítulo 3

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Changmin gimió apreciando el dulce aroma que desprendía Yunho. No terminaba de ser a cítricos, pero casi. Tenía una mezcla única que nunca dejaba de ponerlo duro. Infiernos, ¿a quién le estaba tomando el pelo? No le hacía falta el olor para encenderse. Desde el momento en que Yunho había entrado en la habitación, la polla de Changmin había estado erecta como el granito.

A medida que pasaba la lengua por la punta de la polla de Yunho, levantó la mirada hacia el hombre. La cara de Yunho por lo general era una hermosa máscara de pasión, su pelo castaño ligeramente despeinado y su delgado cuerpo arqueado hacia adelante perfectamente. Él era tan sexy como Changmin lo recordaba.

—No sé cuánto tiempo voy a durar —Yunho confesó con una pequeña sonrisa—. La última vez que alguien tocó mi polla fue la noche que volvíamos de Minnesota, cuando follamos.

Esa declaración causó que el estómago de Changmin se diera la vuelta. —¿Quieres decir que ni siquiera has tenido un polvo casual en todo este tiempo?

A Yunho se le oscurecieron los ojos suavemente por la emoción, tanto, que su acostumbrado color ámbar parecía brillar. —No, a menos que cuente mi propia mano.

Esa humilde declaración emocionó a Changmin más que nada de lo que Yunho había dicho. No la parte de la mano, aunque la imagen de Yunho acariciándose era sexy. No, fue el hecho de que, a pesar de que nunca podrían estar juntos, Yunho todavía se preocupaba lo suficiente por él para permanecer fiel. El nudo en la garganta por la emoción no lo dejó responder, Changmin se inclinó hacia delante para continuar con la mamada, pero un tirón en el pelo lo hizo detenerse.

—Coge tu polla —Yunho ordenó—. Quiero verte acariciarte y correrte mientras me chupas la polla.

Changmin gruñó su aprobación desde la profundidad de su garganta mientras obedecía. Desabrochándose los pantalones sacó su dolorosa erección. La cabeza ya estaba empapada de líquido pre-seminal, por lo que pasó el pulgar a su alrededor, frotándolo por todas partes para usarlo como lubricante. Comenzó a acariciarse a un ritmo lento y constante, y envolvió sus labios alrededor de la polla de Yunho, una vez más.

—Dios mío, tu boca es muy dulce —Yunho gimió mientras movía sus caderas hacia adelante.

La polla de Yunho también goteaba líquido pre seminal. Changmin se hacía hacia atrás lo suficiente como para meter su lengua por la ranura y así sacar un poco más de leche. Tan pronto como el sabor de la esencia de Yunho bailó sobre sus papilas gustativas, Changmin supo que no iba a durar mucho más tiempo.

Decidido a no finalizar antes de que Yunho, Changmin comenzó a chuparle la polla en serio, tarareando, por lo que las vibraciones se añadían a las sensaciones. Supo que había ganado cuando Yunho tiró de su pelo y dejó escapar un grito ahogado. Efectivamente, un par de respiraciones más tarde, la leche tibia de Yunho fue liberándose dentro de la boca de Changmin.

Changmin casi gimió ante el sabor. Después de soñar con este momento durante mucho tiempo, se sentía como un hombre muerto de hambre que recibe la comida merecida después de mucho tiempo. A medida que tomaba con entusiasmo todo lo que Yunho tenía que ofrecer, Changmin, se liberó cuando su propio clímax llegó a la cima. Dejando escapar un gemido, se corrió en su propia mano.

Todavía le faltaba el aire cuando dejó que un saciado Yunho deslizara la polla de sus labios. Changmin se quejó en voz baja mientras su polla pulsó varias veces antes de que el orgasmo finalmente terminara. Echando atrás la cabeza, gimió. —Mierda, te he echado de menos condenadamente mucho.

—Entonces, ¿por qué me dejaste? —Yunho preguntó, su voz mezclada con un gran dolor.

Changmin tuvo que cerrar los ojos ante ella. De repente se sitió un poco incómodo, murmuró una disculpa y se precipitó en el cuarto de baño más cercano para lavarse las manos y tratar de recobrar la compostura.

Serie de los CP 04 - Intenciones CarnalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora