quince.

635 115 8
                                    


💌

Seokjin no sabía ni cómo se sentía al respecto después de que aquellos días anteriores Hoseok lo había estado evitando, es más, trataba de no topárselo en los pasillos, cosa que él se daba cuenta. Por otra parte Yoongi se mantenía serio o fuera de conversación cuando estaba con ellos, algo que les resultaba extraño en que se comportaba, él no era así y de un momento a otro su comportamiento cambió. Claro que estaban preocupados, pero preferían no preguntar nada.

Como todos los jueves después del almuerzo entrenaban en la cancha de la institución, ya que, después de aquel torneo escolar les fue excelente podían competir con las demás instituciones. Los únicos que se encontraban eran Seokjin y Namjoon sin contar a los demás que formaban parte del equipo. Sin saber el motivo del porqué Yoongi ni Jungkook estaban ahí, Namjoon se ofreció a buscarlos dejando a Seokjin a cargo de hacer los equipos. Caminando y buscando en cada pasillo el paradero de alguno de los dos, se tuvo que detener frente a la puerta de intendencia por un extraño ruido que provenía de ahí, con la curiosidad carcomiéndole y sin tocar abrió la puerta, sus ojos casi se le salían del rostro y sus mejillas se tornaron en un color carmín al observar a Jungkook sentado sobre el regazo de Taehyung, agradecía a todos los santos que estaban aún vestidos porque sino estuviese queriendo que le borraran la memoria. Jungkook se levantó con mucha prisa acomodando su camisa y Taehyung siguiéndole, sin más, le pidió que fuese a la cancha amenazando que si no iba le contaría a alguna autoridad. Ahora solo faltaba encontrar a Yoongi.

Encontrándolo sentado solo sobre el piso con la espalda recargada sobre los casilleros, su mirada estaba baja y se notaba que había estado llorando. Se acerca despacio para no asustarlo y se sienta junto a él.

—¿Sucedió algo?— pregunta suavizando su voz, este solo niega con la cabeza, por unos momentos siguen en silencio.

—Soy la peor persona de este maldito mundo— dijo por fin soltando un suspiro, Namjoon solo lo escucha—. Merezco el odio de Seokjin.

—Debiste decirle lo que sentías por Hoseok desde un principio— Yoongi suelta una sonrisa burlona para sí mismo y levanta la mirada.

—Juro que iba hacerlo, pero no podía simplemente decirle así de la nada cuando él ya me lo había dicho junto a Jungkook. Pensé que la mejor decisión sería que él estuviera con Hoseok y no con un cobarde como yo y así poder olvidarme de él. Que estúpido soy.

—¿Aún no lo superas?— A Yoongi le cuesta soltar las palabras, las analiza antes de hacerlo y suspira.

—Lo bese y...— se muerde los labios—, me lo folle todos estos días que nos estuvimos viendo por el trabajo en equipo.

El moreno se atraganta con su saliva al escuchar dicha confesión, mientras tanto Yoongi vuelve a su posición inicial con la culpa torturándole la mente, lo que no sabían es que Seokjin escuchó todo mientras estaba escondido, sintiendo un enorme nudo en el pecho y los ojos picándole anunciándole que las lágrimas iba a salir, la rabia y la tristeza se mezclaron dándole un mal sabor de boca, sin hacer ruido se fue de ahí tratando de no romper en llanto en medio del pasillo. Odiaba como sus piernas no quisieran funcionar para salir de ahí. No sabía con exactitud si sentía odio hacia Yoongi o no, simplemente estaba destrozado. Saliendo del edificio y dejándose caer en la banqueta de la calle cubriéndose las manos mientras se dejaba llevar por el llanto.

Estaba consciente desde la primera vez que había leído la carta de Hoseok hacia Yoongi, sabía muy bien que jamás sería correspondido, sin embargo, su insistencia de querer tenerlo a su lado no tuvo cuidado con él mismo. Estuvo lastimándose todos estos últimas semanas por algo que no era para él, y eso a él le dolía en el alma. Unas manos acariciaban con calma su espalda, dio un ligero brinco de susto y retirando sus manos para mirar quien era. Jimin le dio una sonrisa cálida.

—¿Qué haces aquí?— trato de no sonar muy brusco, este no dejo en ningún momento de acariciar su espalda.

—No quiero dejarte solo. Te vi desde adentro del edificio y me preocupe— Seokjin frunció el ceño.

—¿Tú te preocupas por mí? ¿Por qué?

—Porque... eres una persona increíble y tú mereces muchas cosas bonitas— sus mejillas se ruborizaron haciendo que Seokjin sonriera por notar lo tímido que se estaba poniendo—. Déjame quedarme hacerte compañía, sino quieres decirme que sucede no me lo digas, solo déjame estar aquí contigo.

Y cuando se dio cuenta su cabeza descansaba tranquilamente sobre el hombro de Jimin, mientras este le acariciaba el cabello con suavidad tarareando una melodía calmando cualquier mal que estuviese sobre de él. Estando junto a Jimin era como si estuviese en un lugar tranquilo y seguro.

Cartas para Hobi | YoonSeok Donde viven las historias. Descúbrelo ahora