Capítulo 11

10.9K 1K 206
                                    


—Hay un hechizo que puede lograr borrar un lazo entre una pareja, pero para eso necesitamos a los dos —Drako les informó luego de haber despertado de la larga noche que pasó junto a Zorman atendiendo al hechicero. —No es complejo, siempre que haya acuerdo, pero según entiendo, el híbrido de esta marca no eres tú —finalizó el erudito, mirando directamente a Spreen.

—No es él, es una ex pareja desaparecida en combate. —explicó Auron —¿Hay alguna otra solución?

Drako apretó los dientes en un gesto incómodo. —No, o la verdad, no hay ningún otro método respetuoso —les dijo, una de sus manos alojándose en su nuca para quitar el sudor frío. —El único otro método que conozco es infringirle otra marca y esperar a que su cuerpo acepte la nueva más que la antigua. Es intrusivo, y dado que este idiota está dormido, ni siquiera será consensuado. Hay un riesgo considerable a que la marca antigua reaccione agresivamente y acabe por llenar el corazón de Juan. Si eso pasa, morirá.

—Además, Juan ya tenía problemas por su poder inestable. La presencia de la marca potencia esto, es por eso que esto avanzó rápido y trajo síntomas poco comunes. En este momento, él está siendo afectado por la dificultad para mantenerse estable en la realidad y el veneno que lo consume. —explicó Zorman, mirando de reojo al amuleto brillante en el centro del cuerpo del hechicero. Había recuperado el brillo y gracias a él, no parecía al borde de la muerte, más allá de permanecer dormido.

—Para tener mayor probabilidad que funcione una segunda marca, hay que buscar a alguien con afinidad, no podemos traer a cualquier híbrido. ¿Qué especie era el ex de este?

—Un oso, como yo —respondió Spreen, mirando desde su posición el cuello manchado de su amante. Sopesaba la posibilidad de tomar la segunda opción, si es que era la única forma de intentar aunque sea algo antes de perderlo, a riesgo de obtener a cambio el desprecio de Juan por actuar en contra de sus deseos.

—¡Este idiota! —reclamó Drako, obteniendo a cambio los ojos amenazantes del híbrido que el erudito no notó. —Los osos son una especie fuerte, será más difícil hallar a alguien dispuesto a hacer esto.

—Yo puedo. —Spreen se ofreció de inmediato, incapaz de pensar en otro híbrido marcando a su pareja antes que él. Zorman y Drako le vieron extrañados, incluso si había sido evidente la actividad sexual del hechicero de ver el resto de marcas que decoraban su piel, y por la compañía de éste. No habían relacionado la presencia de Spreen con los chupones hasta ese instante, cobrando repentino sentido, aunque el científico se mantuvo receloso con conocimiento de la reputación del empresario.

—¿Te llevas bien con él? —el erudito se burló un poco —Porque si no, es poco probable que seas útil.

—Es mi pareja, boludo. —contestó mordaz —Si alguien debe morderlo seré yo. Si luego él quiere romper el lazo conmigo a través del hechizo, lo aceptaré.

—Es lo mejor que tenemos —Auron llenó el espacio vacío que el silencio dejó luego de esa aseveración de parte de Spreen. No le parecía la mejor idea, demasiado apresurada quizá, pero cuando su amigo moría sobre la mesa tampoco iba a cuestionarlo. Si Spreen ofrecía además respetar la decisión posterior del hechicero, entonces el estaba dispuesto a ayudar en todo lo necesario con tal de mantenerlo vivo.

Drako asintió luego del breve intercambio de miradas con el científico, quién asintió en su dirección. No es como que al erudito le interesara ayudar tan despreocupadamente, pero Zorman era su amante y si este se lo pedía, lo haría por él. —No soy ningún experto en esta clase de rituales, así que intentémoslo. A este ritmo el veneno no detendrá su paso el tiempo suficiente para dejarlo más de dos días.

El Bosque - SpruanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora