07| Magical Time Dweller.

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En una ocasión me senté por horas al borde de una cornisa en la torre más alta. Recuerdo que era de atardecer, había llovido, las nubes estaban bajas y se acumulaban a mis pies de manera que no se veía el suelo. La soledad y el silencio me abrazaron entonces como un viejo amigo, y me sostuvieron en sus brazos mientras respiraba el aire dorado del sol poniente. 

Las Tierras de Luz y El Resto eran solo dos islas en la inmensidad de un océano. Reinos y cortes habitaban las tierras que descansaban sobre el Nerea, ya fuera Rojo o no. Se le daban distintos nombres a los mares, pero todos estaban en el mismo océano, Nerea contenía en él al Mar Rojo, al Mar de Cristal, al Mar Oscuro, el Revoltoso y el Esmeralda; entre muchísimos otros. 

Dentro de los Reinos que habitaban las tierras y los mares regía el tiempo como lo conocemos, como lo creó la naturaleza y lo nombró el hombre. Pero si observabas con cuidado, a veces el espacio y el tiempo se distorsionaban para acomodar a Tribus enteras. 

Merlín habitaba Las Tierras Lejanas. Si las buscabas en un mapa, no estarían. Si fueras al lugar exacto, no encontrarías más que bosque, pero en Algún Lugar, a la derecha de Ninguna Parte, el Tiempo y Espacio se retorcían para acomodar una ciudad.

Para salir de Las Tierras Lejanas, Merlín se levantó con el sol. Allí dentro por más que caminaras no llegarías a ninguna parte del Tiempo del Aire, así le llamaban al tiempo que habitamos nosotros. Allí en Tierras Lejanas se habitaba el Tiempo Mágico. 

Merlín se levantó con el sol y se preparó para dejar el Tiempo Mágico, tenía que hacerlo en un punto específico, que conectara ambos tiempos. Aquel lugar era el Bosque del Confundido, que se veía en ambos planos. Merlín preparó un brebaje mágico con almendras, algas y sabia de aquel bosque, añadió hojas de té y flores silvestres. Se instaló en una cueva, era un proceso largo y agotador. Por cinco días y cinco horas, merlín tomo un sorbo de la poción cada 50 minutos. 

Tardó las primeras veinticinco horas antes de notar como empezaba a desaparecer. Poco a poco lo logró, a su alrededor se disolvía la cueva para darse a conocer un claro. Cinco días lo dejaron exhausto, pero allí estaba. El Bosque del Confundido, pero en el Tiempo del Aire. Para un habitante del Tiempo Mágico, era extremadamente difícil mantenerse unido en el Tiempo del Aire, solo los magos más expertos podían hacerlo manteniéndose cuerdos. Para Merlín era fácil antaño, pero Arthur tenía razón, se estaba volviendo viejo.

En una ocasión me senté por horas al borde de una cornisa en la torre más alta, la soledad y el silencio me abrazaron entonces como un viejo amigo. En mi estado de ausencia y desapego con mis sentidos apenas noté un cuervo que se posó cerca mío, pero los cuervos son criaturas narcisistas y no pasó mucho tiempo antes de que demandara mi atención con un graznido.

Merlín viajó una semana a carruaje, era verdad que el Tiempo Mágico, si empleado con cuidado, podría haberlo hecho llegar a destino en horas, pero estaba demasiado agotado. Así que viajó una semana en carruaje y dos días en bote y aún así, llegó una semana antes de tiempo. O así se lo informó su aprendiz.

—¿Me mentirán mis ojos? ¿Merlín? ¡Mentor mío, es usted!

—No lo entiendo —dijo Merlín desde la ventana del carruaje, llegaba a la misma altura que su aprendiz que andaba a caballo —te veo sorprendido y no lo entiendo, mi llegada era esperada ¿O no he avisado? Viejo pero no loco, hijo mío...

—¡Señor, no! ¡Para nada! ¡Jamás lo insinuaría! —pero Merlín no hacía más que sonreír.

—Pues entonces mejor me dices la causa de tu sorpresa. 

—Señor, lo esperan en dos soles. Es lo que me dijo que transmitiera, desde mi llegada aquí an pasado menos de tres vueltas del sol.

El aprendiz dejó que Merlín sopesara sus palabras, el anciano parecía no esperar eso, y el aprendiz se encontró admirándolo. No cualquier mago era lo suficientemente poderoso como para acelerar el proceso de la magia. ¿Atrasarlo? Seguro. Pero acelerarlo era otra historia. Era impresionante, pero más impresionante era que Merlín parecía no haberse dado cuenta.

Heartless (hinny)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora