Buenas noches Roberto, descansa.- Sonrió.
Gracias, tú también.- Cerré mi libro, dejándolo en mi mesita de noche.
Por cierto... Diego se ve bien, no te preocupes, si algún día lo quieres ver, avísame, le diré a los doctores ¿Si?.-
Mi corazón se estrujó.
Gracias Carla.-
Mi enfermera apagó la luz de mi habitación, para después cerrar la puerta lentamente.
Son las diez de la noche, ¿Qué haré en dos horas?.
Me levanté de la cama, para colocarme mi cárdigan amarillo pastel.
Arrastré las pantuflas hasta llegar a la ventana.
Una pequeña mesita junto a unas sillitas estaban allí.
Me senté, a la luz de la luna, para contemplar el paisaje.
Siempre veo la luna, a veces me sonríe y a veces no tanto. Pero siempre brilla.Me gusta pensar que me da ánimos.
Toqué el cristal, está frío.
Veo a través del ventanal como si me viera a mi mismo, pues mi reflejo se alcanzaba a divisar allí.Acaricié el cristal, justo en dónde mi rostro se reflejaba.
Nadie jamás se ha enamorado de mí.
Nadie jamás me ha dicho algo a parte de "mejórate" "puedes hacerlo" "eres fuerte" "recupérate".Suaves palabras para algunos pero amargas para mí. Justo como dijo Diego. "¡Tengo Fibrosis quística! ¿Y que? Si, no soy igual a los demás, pero eso no me hace un inútil".
Desearía poder ser igual a los demás.
Besar a alguna persona que me quiera por mi personalidad, no por lástima.
Tomar de la mano a alguien y caminar todo el camino hasta su casa, dejarle allí y despedirme en el atardecer.
Pasarme los ratos viendo su rostro concentrado en la escuela o haciendo tarea en mi casa.
Acostarnos en mi cama y dormir la siesta abrazados.
Si tan solo... Si tan solo alguien pudiera amarme.
Y mi reflejo soltó una lágrima.
Y yo solté otra más.
Mierda.- Susurré para mí, limpiándome.
Me levanté, para ver el reloj de mi mesita de noche y así darme cuenta de que ya eran las diez y media.
Volví a acostarme en mi cama, cubriéndome con las mantas y sorbiendo mis lágrimas.
Deja vu.
Oculté mis muñecas con mi cardigan, para limpiar mis humedecidas mejillas.
Tal vez podría echarme una siesta, pero temo no poderme despertar a tiempo.
Tomé mi celular, para poner una alarma, a las once y media.
♡✩ ✉ ✩♡
Tomé las oreos que compró mi madre, para después levantarme de mi cama.
Abrí lentamente la puerta buscando con la mirada algún signo de vida.
Nadie.
Salí de la habitación, cerrando suavemente la puerta detrás mío.
Cerré mi cárdigan, caminando de puntillas para no hacer sonido.
Me quitaría las pantuflas pero el piso es hielo puro.
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Habitación 97 ; Robarca
FanfictionRoberto es un paciente de Fibrosis Quistica, su vida parece dar un giro luego de que vuelven a internarlo, pero en medio de sus lamentos una carta accidental cambia por completo la persepción de su mundo. ----------------------------------- Portada...