Amor Prohibido •| Selena Gomez |•

Capítulo Cuarenta: Incómodo...

—Lamento tanto habértelo ocultado.

Fue lo primero que salió de sus labios, viéndome culpable y acariciando mis mejillas. Lo entiendo pero...

—No entiendo, ¿por qué me ocultaste todo esto? — pregunté viéndola.

— Ambas sabemos que al principio las cosas no estaban bien, y no quería exponerte  que estuvieras cerca de ella, es la madre del mejor amigo de mi novio, bueno futuro esposo — sonrió.

Asentí — Lo sé, lo sé, es que me hubiese gustado saberlo — solté.

Asintió — ¿Cuántas veces más tengo que pedirte perdón? — pregunta un poco fastidiada.

Bufé — Solo quería unas cuantas más — tomé de mi copa — las aceptaré si me llevas a cenar donde tantas veces te he pedido ir — digo entrecerrando los ojos.

Suelta una carcajada — Está bien, está bien, iremos a comer donde sirven esas hamburguesas extremas llenas de grasa — dice con un gesto de molestia.

—¡Tienen meseros vestidos de zumo!, te lo servirán y luego si no te la comes pasas al ring y tendrás una pelea con ellos, ¡es grandioso! — aseguró levantando mis cejas repetidas veces.

—Madura Paula — me da un empujón juguetón y toma un sorbo de su copa.

Sonreí, me gustaba mucho molestarla, era como si la antigua Abigail se había esfumado y era una nueva, muchas cosas le habían dejado de interesar y ahora le interesaban otras, que en su mayoría no compartimos absolutamente nada en común.

—¡Te ves preciosa Paula! — me abraza, dejándome un beso en la mejilla.

—¡Un placer verla!, todo está precioso — digo besando su mejilla — y como siempre, se ve divina, me encanta su atuendo y ese labial rojo, divina — aseguro.

—Te juro que se me pasó invitarla — las mejillas de Abigail se tornan rosa y ambas la miramos sonriendo.

— Te creo — habla juguetona y yo asentí en silencio.

— Malena, deja de verme así — pide Abigail y yo suelto una carcajada.

—Bueno, iré a ver cómo va a la cena  — sonriente nos dio un beso.

—No sabes lo feliz que estoy de que ella te acepte tal y como eres — digo tocando mi barbilla.

Suelta un suspiro ahogado — Al principio fue tan difícil, que a veces creo que estoy soñando — giro para verla — pero al menos ella ahora lo entiende y aunque no toca el tema, sabe la verdad y eso me tranquiliza.

Asiento — Creo que fue muy maduro de parte de Liam no soltarte y siempre apoyarte — le sonreí.

— Lo sé.

Las manos de Liam abrazan la cintura pequeña de mi amiga, depositando un beso en su mejilla.

—¿Están hablando de mi? — pregunta juguetón con una sonrisa.

Abigail asienta — Siempre hablo de ti, siempre digo lo insoportable que eres — responde juguetona.

Bufa — Que lastima, yo siempre digo lo sexy, hermosa, generosa, inteligente y amorosa que eres — ambos se besan.

—Búsquense un hotel — digo en tono juguetón.

Ambos me miran y siguen besándose, se separan y Liam alborota mi cabello.

—Me alegra mucho que hayas venido, siempre le dije a Abigail que debía de decirte y que cuando estuvieras preparada vendrías — me mira orgulloso.

—Gracias Liam — digo abrazándome a su brazo — cada vez te estás poniendo más musculoso, empezaré a tomarme un vaso de leche todos los días — digo juguetona.