Capitulo Cincuenta: Paula y Sue....

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—Espero que estés consciente del peor error que estás cometiendo en tu vida — me miró molesta mientras tiraba en su escritorio una hoja.

Suspiré y asentí, claro que sabía que estaba perdiendo una oportunidad inigualable.

—Si, pero ayer Selena y yo hablamos — al mencionar el nombre de la ojicafé, Malena se tensó — así que ella me confesó todo — esperaba que entendiera mi motivación.

Asiente — Qué idiota es — murmuro pero logré escucharla — en fin, no puedo retenerte, mucha suerte — me extendió su mano y yo la tomé — me agradas de todos modos — se encogió de hombros.

—Nos vemos en unos días en la boda de su hijo y mi mejor amiga — me despedí.

Asiente — Suerte, la vas a necesitar — fue todo lo que dijo y yo me dispuse a salir de su consultorio.

¿Qué mas podía hacer? Enterarme que fue gracias a Selena que había logrado entrar, ya que aunque mi promedio era bueno, no había deslumbrado a la doctora Malena Morgan y aunque yo contaba con si lo había logrado por mi cuenta y quizás un poco de ayuda de Abigail, el golpe a la realidad fue inmenso.

Ayer tuve un enorme golpe a la realidad y no pude hacer más que llorar en frustración, todo lo que yo había pensado que había logrado con mi puto esfuerzo, resultó ser un espejismo.

Mi móvil timbró.

"Sé que ayer estabas molesta, lo comprendo. Discúlpame de nuevo, y sobre tu propuesta, lo acepto"

Relami mis labios, ayer durante nuestra conversación, le ofrecí mi amistad, ya que no podía ofrecerle un "nosotras" porque simplemente no confiaba en ella.

No respondí, solo metí de nuevo mi móvil en mi bolsillo.

¿Estoy siendo muy dura?

¿Soy bastante blanda?

No tengo idea.

Me dirigí en busca de Sue, necesitaba verla y dejarle las cosas claras, ¿que debía de perder?

La vi por el pasillo de los rayos x, empujaba una silla de ruedas con una señora de tercera edad.

—¡Sue! — llamé y ella giró para verme.

Habló con una enfermera y ellos dos se marcharon, dejándonos solas.

—¿Necesitas algo? — pregunta escondiendo sus manos en los bolsillos de la bata blanca.

Negué — ¿Podemos hablar un momento? — pregunté — es algo serio — concluí.

Alarmada asiente — ¿Qué pasó? — pregunta con el ceño fruncido y acercándose a mi.

La tomé del brazo y abrí la puerta para la pequeña terraza que unía el laboratorio y el pasillo de cirugía.

—Voy a irme del hospital — dije cuando cerré la puerta de cristal detrás de mi.

—¿Por que? — pregunta — ¿Qué pasó? — se acercó y tomó mi rostro entre tus manos — ¿te hicieron algo? Si es así juro que....— respiró profundamente y yo negué.

—No, no me hicieron nada, solo me enteré de algo que me obliga a hacerlo — expliqué— pero quería decírtelo yo misma, y también decirte que ya arregle el problema — cambie de tema y sus ojos se iluminaron.

—¿A que te refieres? — pregunta arqueando una ceja.

Observe sus labios y me moví un poco, depositando un casto beso en sus labios.

—A esto — dije cuando mis labios se separaron de los suyos.

Suspiró y bajó su rostro para luego subirlo de nuevo y sus mejillas estaban ruborizadas — Eres una tonta — dice y ahora es ella la que se acerca y besa mis labios — pero me encantas — concluyó y acarició mi mejilla.

—Pero soy tu tonta — dije con voz mimada y acaricie su mejilla.

—¿Que voy a hacer contigo Pau? — pregunta ahogando un suspiro y me acaricia ambas mejillas.

—Quiero que nos veamos hoy, ¿Qué te parece? — asiente en afirmación — tengo algo que confesarte, si después de eso que te confiese, sigues interesada en mi, me esforzaré para que no te vayas de mi lado — dije nerviosa.

Frunció el ceño y sonrió — No creo que sea algo tan terrible como para alejarme de ti — besa mi mejilla — pero esta bien.

Sonreí, quizás no.

Si quería empezar algo con alguien, tenía que serle sincera, no quería que se enterara por alguien más, alguien que no fuese yo.

Aunque ciertamente no podía quejarme si se negara.

No sería lindo que te enteres que la persona que te gusta se acostaba con otras personas por dinero, y que se enamoró de una cliente que solo la desvirgo y se la llevo a su casa para cogersela por tiempo completo.

Solo deseaba con todo el corazón que ella me entendiera y me aceptara.

No podía cambiar mi pasado, pero la persona que me quiera tenía que convivir con esto.

Durante el resto del día no hacía más que pensar en diferentes escenarios.

Donde Sue me dejaba.

Donde Sue me decía que no importaba.

De alguna manera tenía un miedo horrible de lo que llegara a pensar de mi.

Mi móvil timbro.

"Malena me dijo que renunciaste, lamento mucho que lo hayas hecho. Cualquier cosa que necesites, puedes decirme cariño"

Suspiré pesadamente, obviamente renuncié, ¿cómo podía quedarme?

"Fue lo mejor, además no soportaba a tu ex novia"

Envié, ¿y lo mejor? Me enteré que Mina y Selena tuvieron amorío hace años.

"Tenías una buena oportunidad, a veces hay que aceptar las cosas como pasan"

Leí el mensaje y negué.

"Será para ti. Yo tuve suficiente"

Respondí.

"Esta bien cariño, ahora que somos amigas, puedes contar conmigo para lo que sea, por cierto si necesitas lo que sea no dudes en llamarme"

Me mordí el labio. ¿De verdad había sido buena idea ofrecerle mi amistad?

"No es necesario, yo podré arreglármelas"

Envié pero no recibí respuesta, supongo que se había ocupado.

Dejé mi móvil con sonido, ya que me acosté en la cama y me dispuse a leer un libro de anatomía humana. Estaba frustrada y molesta por todo. Ni siquiera mi madre se encontraba en casa y no respondía mis llamadas, y mi hermana estaba trabajando.

Así que estaba sola y sin hablar con nadie, ¿Abigail? Bueno ella tenía su móvil apagado, era como si me estaban haciendo la ley del hielo.

El sonido de llamada retumbó en mi habitación e inmediatamente respondí la llamada.

—Hola — la voz de Sue me saludo.

Me senté de golpe en la cama — Hola — respondí.

Escuchaban algunos ruidos, supongo que estaba cambiándose — Acabo de terminar, bueno pase unas citas para mañana. ¿Puedes ahora? — pregunta.

Sonreí, me sentía nerviosa pero al mismo tiempo emocionada —Estaba esperando ti, no he hecho nada básicamente en todo el día — respondí sincera.

Una risita se escapó de sus labios — Bien, entonces llego en media hora.

Asentí —Está bien, te estaré esperando — dije.

—Bien, nos vemos luego linda — se despide.

¿Qué pasará ahora?

Amor Prohibido •| Selena Gomez |•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora