Capítulo Cincuenta y Dos: Confusión...

1.1K 69 7
                                    

Me estiré aún con las sábanas encima de mi cuerpo. Sentía mi cuerpo ligero y muy descansado, parecía que había dormido en una nube y solo era un colchón.

Supongo que no era solo uno simple, sino uno que nunca en mi vida podía tener.

Tocaron la puerta y seguidamente abrieron —¡Buenos días cariño! — saluda amablemente.

Llevaba puesto un vestido negro con un escote un tanto revelador y encima un blazer oversize, en sus manos traía una bandeja con una taza de café y un vaso de jugo de naranja.

Sonreí.

—Buenos días — respondí.

¿Por qué se tenía que ver tan jodidamente atractiva?

¿Acaso tenía una cita?

—¿Descansaste? — pregunta colocándome la bandeja sobre mis piernas.

Asentí, me sentía un poco mal con ella por lo ayer, incluso no le pregunté porque tenía tanto olor a licor.

¿Por qué había estado bebiendo?

¿Habría tenido una cita y yo la interrumpí?

¿Por qué está vestida tan sensual?

—¿Tienes algo importante que hacer?, ¿Te verás con alguien ? — pregunté sin pensar ya que la curiosidad y una extraña sensación de molestia crecía en mi interior.

Me sonrió, definitivamente el labial rojo le quedaba perfecto.

No se podía negar la belleza que tenía, era imposible.

—Si, tuve una pequeña reunión con dos personas importantes — me responde — pero no quiero agobiarte con cosas de mi trabajo, no es algo que sea interesante — se sienta en el borde la cama.

Fruncí el ceño confundida — ¿Qué horas son? — pregunté.

—Casi las dos de la tarde, tienes el sueño pesado — dice divertida.

Me relami los labios sonriente.

—Puede ser, lamento el haberte molestado, seguramente ya estabas en cama y yo...— me sentía culpable.

Niega —No te preocupes cariño — me mira compresiva y sube su mano para acariciar mi mejilla.

—Gracias— le agradecí dejando que su mano me acariciara.

Nos quedamos en silencio y nos miramos por un momento.

¿Qué hubiera pasado si me hubiera dicho en aquel momento?

Lleve mis manos a la taza blanca y luego me dispuse a tomar un sorbo.

Sus ojos café aún me observaban en silencio.

Me aclaré la garganta — ¿Qué hubiese pasado si yo te hubiera dicho lo que llegué a sentir? — pregunté de golpe tomándola por sorpresa.

Ya que me miró asombrada y entreabrió su boca, luego lo cambió por una media sonrisa.

—Seguramente no te hubiese gustado mi respuesta — respondió sincera.

Sonreí, siempre limitándose en responder lo justo.

Cuando estaba cerca de ella no entendía lo que sentía, era capaz de alterar mi tranquilidad y mi presión sanguínea.

Estaba a punto de responder cuando su móvil timbró, lo busco en la bolsillo que tenía por dentro su blazer y lo sacó, miró el nombre y luego me miró culpable.

—Tengo que contestar cariño, con permiso — se levantó de la cama y sus tacones sonaban al dirigirse hacia afuera.

La observé hasta que se marchó.

Amor Prohibido •| Selena Gomez |•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora