Especial: Juicio

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conectado al capítulo 18.





Hyunjin miró a través del cristal del auto en el que iba. Sus pensamientos eran confusos y su corazón latía más rápido al recordar lo que había sucedido.

Aquella noche que soñó con Félix estaba grabada en su mente, las lágrimas que el chico lloró quemaban sobre sus mejillas como si hubiese sigo él quien las liberó. Él protegía al Omega, siempre estando pendiente de él, y por eso no entendía el motivo para soñar que lo lastimaba de esa forma.

Se despeinó el pelo frustrado y suspiró.

Lee Félix era un Omega testarudo y tenaz; sí su sueño fuese una realidad, el rubio se hubiera defendido con garras y dientes.

—Él es fuerte —musito para sí mismo.

Quizás su mente solo le hizo una mala jugada, a sabiendas que el llanto de su roomie quedaría mortificando su existencia y taladrando sus oídos. Ese sueño le dejó en claro una cosa; él no quería ver a Félix llorar jamás.

—¿Algo te preocupa, Hyunjin?

El azabache miró a su derecha, a la persona a quien ese día le estaba haciendo compañía. El abogado Kim.

—No Sunbae-nim, solo son problemas de casa —aseguró vagamente.

—¿Ya no vives solo? —el mayor pregunto comprendiendo.

—Tengo un roomie, es un chico de intercambio —respondió suspirando al final—. Pero él no es el problema, creo que soy yo.

Namjoon le miró de reojo—. ¿Por qué piensas eso?

El Delta se removió en su asiento apretando la manija de la puerta ligeramente.

—Le ayude a Félix con algo, y me invitó salir como agradecimiento. Él dice que somos amigos, aunque yo no piense lo mismo. Es confuso, yo soy confuso —se tallo la cara frustrado—. Nunca he tenido amigos así de esta forma y supongo que me estoy confundiendo. Le dije cuando salimos que él no era mi tipo. Él bromeaba, pero... Yo me sentí agobiado.

Namjoon se quedó en silencio cuando el azabache se quedó callado un corto momento, decidiendo si decir algo más. Sin saber cómo explicarse, el Delta le preguntó;

—¿Invitas a salir a alguien que gusta?

Namjoon rió un poco, la ternura instalándose en su pecho.

—No lo sé, Hyunjin —picoteo el volante con sus dedos—. ¿Tú lo harías con alguien que te gusta o con tus amigos?

El azabache soltó una risa ahogada, parecía burlarse de él mismo.

—Tuve amigos que no quería ni ver en pintura —confesó.

—Félix es tu amigo, ¿Le pedirías salir a él? —deteniendo el auto en un semáforo cuando fue necesario, Namjoon le miró nuevamente.

—Él no es mi amigo —Hyunjin se quedó en silencio algunos segundos antes de agregar—, No quiero ser amigo de la persona que creo que me gusta.

Namjoon rió ahora con más ímpetu dándole marcha al auto. Hyunjin le miró con reproche, pero no objeto nada.

—Yo fui mejor amigo de la que pronto será mi esposa —el abogado dijo airado—. Son pasos pequeños. .

—¿Cómo se llama su prometida? —sin querer seguir con su tema, Hyunjin preguntó.

—Samantha, nos conocimos en la secundaria cuando me mude a Estados Unidos —sonrió—. Cuando crecimos ella entró a la universidad de artes para prepararse y ser una especie de famosa, yo decidí regresar e ir a Yonsei para estudiar abogacía.

—¿No fue difícil para usted? —inquirió el Delta—. Es decir, los horarios y no poder verse.

—Lo fue —la nostalgia atravesó sus ojos—. Pero estamos juntos ahora y eso hace que todo valga la pena. Llevamos cinco años de novios y su contrato con su empresa termina en un mes, los rumores de nuestro noviazgo o incluso los de nuestra boda no importan hasta ese entonces.

—Su Omega es modelo de varias agencias importantes —dijo más en forma de afirmación que de pregunta.

Namjoon sonrió nuevamente, al parecer hablar de su pareja le sentaba bien.

—Sí, así es.

—Eso es genial —Hyunjin ladeo una sonrisa—. Les deseo lo mejor, Sunbae, de verdad.

El mayor negó sonriendo más, viendo cómo el edificio del tribunal se alzaba imponente ante su llegada.

—Gracias, Hyunjin, tú estás invitado a nuestra fiesta. Por lo mientras lleva a tu amigo a la boda de mi hermana, te mandaré los datos por mensaje —le guiñó el ojo estacionando el auto—. Invita a tu amigo a salir —inquirió saliendo.

El Delta sonrió casi sonrojado por las palabras burlesca, mirando al Alfa mayor caminar con su maletín en mano. Enseguida le alcanzó.

—Lo haré —aseguró—. Por cierto, Sunbae, ¿De quién es este juicio?

—Lee Joshua; Me llamó y explicó que un tipo atropelló a su padre, Lee Changsu. Es un caso complicado —esbozo una mueca—. El demandado es Kim Gawon, su padre es conocido por ser alguien influyente... —ante el silencio proporcionado por el Delta, Namjoon se detuvo mirando cómo el azabache lo había hecho unos pasos atrás—. ¿Todo bien, Hwang?

—Sé quién es Gawon, incluso Joshua y Changsu—musito mirándole con pesar.

Namjoon demostró su sorpresa arqueando ambas cejas.

—¿Los conoces? —Hyunjin asintió sin más.

—Los Min son familia de Félix, me contó sobre ellos —su corazón se apretó un poco—. Changsu, él... Él es su padre.

(...)

Namjoon le dio una última mirada a Hyunjin antes de ir a saludar a Joshua y a la señora Min, para colocarse en su lugar.

Hyunjin por su parte, buscó en todas direcciones por la sala a Félix, hasta que lo visualizo en una de las bancas, casi hasta el final. Este se encontraba cabizbajo y su cuerpo temblaba, probablemente del llanto.

A pasos lentos, el azabache se acercó no sabiendo si lo correcto era hablarle, así que sin decir nada, se sentó en la banca de atrás, así podría darle privacidad estando cerca a su vez.

«Estoy aquí contigo.» pensó, deseando con todas sus fuerzas de Félix le escuchara, aunque sería imposible.

Hyunjin sintió la impotencia plantada en su pecho desde que el juicio comenzó y Félix parecía no cesar de llorar en ningún momento. Su instinto le pedía protegerlo, que lo abrazara y no dejara que nada ni nadie se acercara para dañarle, cada lagrima que era derramada por los ojos celestes del omega lograba llenar de fisuras el corazón del delta.

Cuando el receso comenzó, Félix se acercó a su hermano, incluso antes de que Hyunjin pudiera acercarse a hablarle. Después, él le observó salir a toda prisa del recinto.

Gawon al ver al menor de los Lee irse, dejó de platicar con su abogado y salió detrás de él.

Hyunjin entonces se puso en marcha, él no dejaría que ese idiota le pusiera las manos encima, pero cuando escuchó de lejos sus inservibles amenazas, decidió mantenerse a esa distancia, apartado de la vista de Félix para ir a enfrentarse con el Alfa después.

Su lobo chilló al ver al pecoso volver llorando con más ímpetu. Decidiendo actuar, sus ojos se tornaron rojos y murmuró;

Con mi Omega no —dijo hacía si mismo mientras su Delta hacía acto de presencia, acercándose al Alfa sin dudar—. Entonces matas a alguien y lo resuelves con dinero, ¿Cuántas veces haz cometido el mismo delito? ¿Tres, cinco, ocho veces?

Sour and Sweet || HyunLixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora