capitulo 11.

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Dejó caer con fuerza la última caja antes de recargarme en el mueble de la cocina de Pierre. Mi ceño se frunce cuando saca su teléfono y me sonríe amigablemente tomándome una foto después seguramente para enviársela a alguien.

—No me pagan lo suficiente por esto Pierre Gasly. —gruño.

El chico frente a mí, ni siquiera se inmuta. Se carcajea y pocos segundos después su teléfono suena insistente con una llamada entrante en este. La cara de Pierre se torna divertida y mis ojos se abren enormemente cuando gira el teléfono y la cara de Charles Leclerc está en este.

Me giró dándole la espalda y levantó una caja del suelo para ponerla sobre la mesa, más le vale que tengamos recogida de menos la sala esta noche por que no pienso venir a pasar mi otra semana libre aquí abriendo cajas de cartón.

Pierre cuelga sin siquiera contestar y saca de la caja dos vasos de cristal para llenarlos con agua del grifo, sonrió cuando me extiende uno en mi dirección y por sus ojos azulosos viéndome fijamente se que quiere preguntar algo.

—¿Entonces ya sales con Charles?.

Una sonrisa burlona se posa en sus labios cuando empiezo a toser fuertemente casi ahogándome con mi agua mientras que Pierre solo atina a carcajearse de mi.

—¡No! —chillo. —Somos amigos.

—Eres tan inocente Norah Poo —dice dándose la vuelta para proceder a ignorarme.

Mi confusión crece por sus palabras.

¿Qué significa eso?

Es verdad que últimamente Charles y yo hemos estado pasando tiempo juntos, nos hemos contado cosas, la mayor parte el a mi y hasta hemos jugado a través de messenger batalla naval ¡y le he ganado más de dos veces!

Pero hasta ahí, me ha reaccionado a mis historias de instagram con caritas de corazones a lo que solo he respondido con una carita feliz con las mejillas sonrojadas, pero eso no tiene nada de malo ¿o sí? no es como si le contestara con caritas de diablito, o la cara roja con la lengua afuera.

Aunque mentiría si niego que no le he dado like a un par de post que subio y a una que otra historia pero es que verlo subir esas fotos que ha posteado sin camisa presumiendo su Richard Mille por la madrugada, adormilada y confundida no fue bueno para mí.

Ni para mis latidos, ni para mis mejillas rojas.

Sacudo la cabeza y hago una mueca cuando se termina mi agua, tengo hambre y me merezco más que un burrito frío por venir a ayudarle a Pierre.

—¡Tierra llamando a Pedro Gaseoso! —trueno los dedos frente a Pierre que se ha quedado embobado mirando a la nada.

Me da una mirada fulminante que me hace reír fuertemente y como puedo me subo a la encimera, ¡porque no hay un lugar para sentarme! y ya estoy cansada.

—Norah —refunfuña.

—Me caes mal —Le digo frunciendo el ceño. —Siempre estás ignorandome.

Su boca se abre con indignación pero sus mejillas toman un leve sonrojo seguro cuando se da cuenta de que ha estado ignorándome. Suelta un par de risas y me sonríe inocentemente después de eso.

—¿Quieres ir a cenar? —pregunta cambiando el tema.

Le echo una mala mirada pero atinó a encogerme de hombros y bajarme de un brinco de la encimera.

—Hemma se enojaría si no te trato bien —me dice.

Mi boca se abre con indignación y le arrebató mi abrigo que me ofrece. Espera a que salga por la puerta y caminó a su lado, bajó las escaleras yo primero y después él lo hace.

TRAMPOLINE / CHARLES LECLERCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora